Últimamente estamos volviendo a ver Roma. Nos pusimos a verla de la manera más tonta y ya nos quedan un par de capitulillos de la primera temporada que espero que no pasen de hoy o mañana. Curiosamente, los dos hemos caído en la cuenta de que no hemos visto la segunda temporada. Yo la empecé en su día, pero no me acuerdo por qué razón dejé de verla. Me quiere sonar que fue cuando me enganché al "Whitcher" y dejé de tener una vida. En cualquier caso, el asunto es que la hemos retomado con ganas y lo cierto es que, puestos a ver la segunda temporada, no está ma volver a ver la primera, porque es de lo mejorcito que se ha rodado para la tele, y mira que es un título disputado.
Cómo me gusta Roma, qué grandísima obra de arte es. Qué buen acierto tuvieron en querer narrar una de las etapas más importantes de la Historia y qué buen tiento tuvieron al hacerlo retratando a cada uno de los personajes, algunos de los más fascinantes que han existido: Cesar, Augusto, Cleopatra, Cicerón... se han escrito ríos de tinta sobre cada uno de ellos y todavía queda mucho por saberse y por escribirse. Me gusta mucho, pero mucho, cómo han sabido contar esta época, pese a las licencias que son habituales en cualquier serie de corte histórico (y que en este caso son menores que en otras, la verdad). Que sí, que la HBO busca morbo donde no lo hay, que si mucha violencia y mucho sexo para captar público (que luego ni siquiera es tan exagerado como lo pintan), que la fama de la pobre Atia nunca volverá a ser lo mismo después de la víbora que la HBO ha hecho de ella (y qué gran víbora, por cierto... venida a menos, pero zorra y manipuladora como la que más... niñas que vais de zorras y me leéis, a ver si tomáis ejemplo). Sin embargo, también sacan detalles que podrían pasar inadvertidos para cualquiera y son condenadamente fieles a la Historia. Sin ir más lejos, casi pego un bote el otro día cuando, antes de Farsalia, dijo César "aquí sólo se puede vencer o morir" ("aut vincere, aut mori", frase que muchos estudiantes de letras recordarán haber traducido).
Me gusta mucho cómo aparece César. Me gusta que no sea, como sí se le suele ver, un tirano déspota que se ha apropiado de un puesto que no le corresponde. César condenó a la República, pero precisamente porque quería sanarla (la maté porque era mía y todo eso). Que tuviera razón o no la tuviera no es un tema que nos incumba ahora mismo, el caso es que César se creía un instrumento necesario para la salvación de la República, aunque para lograrlo tuviera que gozar de cargos fuera de ley (y adaptar la ley para que esto fuera posible). César no era un cabrón, como se refleja a menudo. Megalómano, quizá, ególatra, sin duda, pero no un cabrón. Era buena gente, muy apreciado por sus seres queridos, enormemente carismático, aclamado (y muy llorado) por el pueblo, para el que concedió algunos beneficios que ya podían poner en práctica los políticos actuales (como ya suelo decir yo habitualmente... mejor sería un tirano bien encaminado que un gobierno constituido por subnormales y elegido por necios).
Fue un estratega invencible en la batalla, pero también en el Senado. Supo mover y manejar todas las herramientas para hacer de sí mismo un líder. Supo delegar elecciones y trabajos importantes a gente competente y supo maniobrar sin mancharse las manos. Con todo, hubo un grupo de nobles que no supieron perdonarle el daño que hizo a la República acumulando en su persona tantos privilegios. No digo que no lo odiaran y envidiaran algunos de ellos, pero desde luego no fue éste el motivo de que decidieran matarlo. Desde luego, no fueron la envidia ni el odio los que movieron a Bruto a asesinar a quien prácticamente había sido su mentor, sino la seguridad de que así estaba salvando a la República.
Augusto, otro grande. Me gusta mucho cómo lo retratan en la película: frío, calculador, estudioso... fue mucho lo que aprendió de César, sólo que Augusto, curiosamente, pasó bastante de la cuestión República y se centró más en el asunto de convertirse en un avatar del Imperio Romano. Obtuvo el poder de la propia República, pero ya nunca más fue devuelto. Augusto, y no César, como la gente de a pie piensa (los que piensan que hubo una República y después un Imperio, claro está), fue el primer emperador de Roma. Reunió poder político y religioso, fue Emperador a la vez que Pontífice Máximo y deificó su propia figura hasta límites insospechados. Siempre habían considerado las familias patricias que provenían de los dioses, a partir de Augusto, quizá con cierto contagio de Oriente, el emperador fue directamente considerado un dios en la tierra. Aunque seamos realistas... a diferencia de Oriente, en Roma tampoco se tenía demasiada veneración por los dioses. Esto es lo que espero ver en la segunda temporada. El ascenso de Augusto, la creación de un mito, de un icono, para una Roma en la que la República ya no era una opción válida en un territorio que se había expandido demasiado (no en vano, tras algunos años buenos con Augusto... el Imperio Romano siempre tuvo serios problemas en cuanto a gobernabilidad).
Me han dicho que la segunda temporada no está a la altura de la primera, pero probaremos suerte. Si se refleja lo que espero ver, estaré más que agradecida a los guionistas que hacen posible este pedazo de serie.
He de decir que en la primera temporada veo un muy buen retrato del Augusto niño. Calculador, estudioso y con un cierto asperger o algo similar. Aún no se había gastado ningún Px en carisma ni en habilidades sociales varias, pero todo estaba por llegar... Me gusta mucho el retrato que hacen de él, pero curiosamente no es la imagen que Roma tuvo del Octavio niño. Principalmente porque no se tuvo mucha idea de Augusto hasta que César lo nombró heredero político. Si bien era sobrino suyo y había tenido cierta dedicación hacia él... lo cierto es que este nombramiento desconcertó a no pocos y cuando se habla del origen de Augusto siempre se habla de un origen bastante oscuro y misterioso. Resumiendo... me gusta el Augusto que sale, pero quizá sería mejor que no saliera, que se lo reservaran para soltarlo por las buenas, así como hizo el Augusto de verdad. En cualquier caso, la tele es la tele y cascar a un personaje bueno por gracia divina en la segunda temporada cuando te has cargado a uno muy grande en la primera puede funcionar o puede salir desastroso... así que bueno, no está mal que presenten a Augusto y a Octavia, porque ambos fueron lo que fueron en años posteriores.
Cleopatra, otro gran personaje muy bien representado, aunque tampoco la tocan demasiado. Es lo que hay... la serie es "Roma" y no "Egipto" y aunque se podría sacar mucho de la última grande entre los egipcios, no entran al trapo. Pena, porque me hubiera gustado verla en Roma, cuando tiene que salir por patas tras la muerte de César. En cualquier caso, me gusta la imagen que hacen de ella, lejos de las Cleopatras petardas y manipuladoras que el cine se ha cansado de retratar. Cleopatra fue manipulada, más que manipuladora. Hija de diferentes culturas, receptora de una formación impresionante, buena política, estratega, con un bagaje cultural aplastante, preparada para ser una diosa en su tierra, no fue más que una marioneta en manos de Roma. Del Egipto de los faraones no quedaba más que el recuerdo y los Ptolomeos tenían escasa sangre egipcia en vena... el pueblo egipcio, el granero de Roma, poco recordaba ya de su paseo glorioso. César apoyó a Cleopatra para asegurarse el servilismo de Egipto y aún así, Cleopatra consiguió recoger en su persona la larga tradición del Egipto de los faraones. No en vano es uno de los personajes más conocidos del antiguo Egipto, aunque su imagen popular está distorsionada, trasladándola a una época muy anterior.
Con todo esto, no quiero dejar de lado a Tito Pullo y a Lucio Voreno, ese dúo cómico (son como Astérix y Obélix, según Yazston) para el que se concede toda clase de licencias históricas pero que, a la vez, consiguen transmitir una idea bastante cercana de lo que era la vida en el ejército, al principio y la vida cotidiana, posteriormente. Una idea muy acertada la de meter a estos dos como elementos aglutinantes de la serie, además de que los personajes son de traca. Aquí, como en todas partes, somos fans declarados de Pullo, por si había dudas, jajaja.
Y poco más... hablaría más. Hablaría de Cicerón (tremendo, aunque apenas lo saquen al pobre), o de la relación entre Cleopatra y Dido, pero para eso tendría que estar más inspirada y no termino de hallarme, jajaja. Así que recomiendo... uhmm una sopita caliente, que ya llega el invierno. Y para escuchar... el "Tranquille sommeil" de Persée de Lully.
3 commentaires:
Pues cuando tienes razón, tienes razón. Yo no soy historiador pero mientras veía la sería pensaba... tiene que haber sido más o menos así. Con las licencias que se hayan tomado, pero lo notaba muy real. Y Cesar es uno de los mejores personajes que han salido por la tele. Lo malo de la segunda temporada es que empiezan a caer en algunos de los típicos trucos para mantener audiencia y que las historias de Pullo y Voreno se desdibujan bastante. Ya los podían haber dejado en paz y haber buscado otros personajes aglutinantes para la segunda temporada pero... Pullo también es un crack. ¡¡¡Decimotercera!!!
Umm, la verdad es que has logrado que me pique el gusanillo de nuevo por esta serie. La 1ª temporadas me gusto una barbaridad y me pareció un crimen lo que hizo Cuatro emitiendo toda la 2ª temporada condensada en unos días (fue en semana santa, ¿no?). De ahí que dejará de seguirla...
Lo que no sé si repasaré la T1 antes, como vosotros; quizás los últimos episodios ¡Poco tiempo y muchas series! ^_^
Bueno, licencias se toman siempre, es lo que tienen estas cosas... Lo cierto es que haber estudiado Historia otorga una cierta deformación profesional que induce a tener pánico a las novelas o a las películas históricas, jajaja. En general no se ven con mucha gana... Pero lo que es bueno, es bueno y "Roma" tiene muchos más aciertos que licencias.
Jo, Pullo y Voreno son necesarios. Yo los exijo en la segunda temporada aunque puede que acabe bastante harta de ver que estiran sus historias sin ningún sentido.
Oñe, ¡Decimotercera! es lo que pensaba poner de pie de foto en la que salen estos dos... se ve que luego se me fue la pinza y no lo puse. Ahora mismo lo cambio, jajaja.
David, nosotros tampoco teníamos la menor intención de ver otra vez la primera temporada pero ya ves tú... tenía en el portátil cinco capítulos que descargué para poner de fondo en un finde vago que vinieron mis primos con intención de sacar ideas de trajes de romanos para Rúnicos, jajaja. Como te puedes imaginar, ni sacamos ideas ni hicimos nada, pero ahí se quedó la serie y hace nada la pilló mi primó y la puso por tener algo de fondo. No pudimos dejar de verla, jajaja. Ayer nos terminamos ya la primera temporada y no creo que tardemos en empezar con la segunda.
No sabía que la habían puesto así en Cuatro, a fin de cuentas, yo siempre la he visto descargada. Soy una ilegal.
Sobre poco tiempo y muchas series... es una cuestión muy cierta, pero hay series que merecen la pena verse dos veces y ésta es una de ellas. Además, aunque son capítulos de una hora, son sólo doce. Compensa bastante ver de nuevo a César, en serio te lo digo.
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