Seys de Agosto de MCCXXV: "Rol y opinión pública"

Ayer viernes, unos cuantos frikis fuimos convocados a ir a la tele, a la ETB2, para hablar de los juegos de rol. Sabemos de sobra que la tele es espectáculo y que en un programa de "debate" lo habitual es buscar todo aquello que suscite morbo. Por desgracia, también sabemos el desconocimiento que circula en todo lo referente al rol y lo demonizados que estamos, en general, por todo aquél que no se ha molestado en informarse. Contamos con ello y ya comentamos que había "peligro", que habían insistido mucho en si creemos que son violentos cuando nos llamaron por teléfono previamente para hacer una ficha. Sin embargo, en esas llamadas salieron a colación infinidad de temas que desgraciadamente ni siquiera fueron mentados en el programa...

Se nos comentó que se debatiría el tema y que también habría personas que estarían en contra. No pude evitar preguntarme qué se supone que pueden echarnos en cara... El caso es que tampoco los de la tele consiguieron encontrar rivales muy dignos, así que nos pusieron a un par de energúmenos (una maruja que no tenía ni idea de qué era jugar a rol "ni quería saberlo" y un tipo tatuado experto en leyendas urbanas) y bueno, he de decir que tras ver el programa tranquilamente en mi casa creo que conseguimos salir bastante limpiamente de aquello.

Me desconcierta, sin embargo, y me fastidia enormemente que a estas alturas del pastel todavía se siga hablando de la violencia y la peligrosidad que suscita el rol. Me cabrea que haya un hecho siniestro en toda la historia del rol en este país y que no paren de sacarlo a relucir, cuando hace la friolera de 17 años de aquello. Que sí, que fue muy gore, que ojalá nunca hubiera sucedido y nunca vuelva a darse un caso similar... pero que nada tiene que ver que alguien esté como unas maracas con que juegue a rol. Esa misma persona podía haber cometido un asesinato similar por ver una película, por leer un libro o porque alguien le había ganado en una partida al chinchón (me juego el cuello a que se documenta más de un crimen en este país a causa de una partida mal perdida). Se registra un único caso de alguien que, por medio de una partida de rol inventada por sí mismo, llegó a matar a una persona. Se documentan a diario cientos de crímenes pasionales, por dinero, por decepción vital o porque "no tragaba a mis vecinos", pero hay un único caso en este país (el de la katana, técnicamente, no jugaba a rol) en el que el rol estaba de por medio y nos han demonizado de por vida.

Desgraciadamente aquel caso tuvo lugar cuando en este país se sabía muy poco sobre rol. Desde entonces, poco o nada se han interesado en saber qué hacemos realmente. Y es que difícilmente se puede considerar peligroso interpretar durante unas horas un papel porque, no sé vosotros, pero yo no conozco a nadie que asegure que ha visto a alguien que llevaba su personaje a su vida normal ni nada parecido (como bien decía Savo... "me estoy imaginando al hijo de esta señora vestido de Frodo a las tres de la tarde...).

El caso es que por una parte me importa un pie lo que se pueda hablar de nosotros mientras yo disponga de tiempo, amigos y posibilidades de jugar a lo que me parezca. Por desgracia, sabemos que eso no queda ahí, que nuestra imagen pública es importante y que según lo que se cuente de lo que hacemos dispondremos o no de subvenciones para asociaciones o para jornadas, será viable un relevo generacional o se publicarán y se comercializarán en este país libros que nos interesa que circulen.

Se habla de lo peligroso que supone que un psicópata asista a una partida y se crea un personaje. Un psicópata será peligroso aquí y en cualquier otra circunstancia y supongo que hacer vida de casa al trabajo y del trabajo a casa no mejorará su condición, sino todo lo contrario. El rol y todo lo que gira en torno al rol (juegos de mesa, películas, series, comics... tantas y tantas cosas) suponen una base para que cientos de personas tengamos algo en qué invertir tiempo y un inmenso mundo por delante en el que disfrutar.

Qué difícil es conocer a roleros que aseguran estar aburridos. Lo habitual es "no tengo tiempo para ver esta serie", "me muero de ganas por poder jugar a este juego", "ojalá no tuviera que elegir entre ir a este vivo y a estas jornadas", "estoy matado por terminar las armas que necesito para esto ReV". Jugar a rol nos ha permitido pasar un sinnúmero de horas de diversión más allá de trabajar de lunes a viernes y salir el fin de semana como hace la gente considerada normal. Nos ha llevado a socializar, a conocer gente importante en nuestras vidas sin poner por ello en peligro nuestra "vida normal" y lo que se espera de nosotros. Hace veinte años, cuando apenas se sabía nada de rol, la media de edad de los jugadores era muy baja y era lógico que sus progenitores se preocuparan por qué sería de sus hijos, pobres incautos que caían en las misteriosas redes del rol. A día de hoy, esos hijos frikis trabajan, siguen estudiando, tienen familias, quedan con gente que no tiene nada que ver con rol y al tiempo que ven series, salen el fin de semana a Cuenca a jugar un vivo o montan maquetas en casa, son gente perfectamente normal. Eso sí, pasan el tiempo libre mucho más entretenidos que la mayoría de la gente llamada "normal".

Me molesta que siempre que se habla de rol se hable del lado violento. De si jugamos con armas, de si, como dijeron en el programa, "se nos entrena para matar". Dudo mucho que alguien que ha aprendido a luchar con armas de gomaespuma y látex sepa matar. Si ese mismo alguien también se ha sentido interesado y ha hecho esgrima por su cuenta, sin lugar a dudas sí tiene mayor noción de cómo matar a alguien. Pero esos conocimientos provienen del esgrima y no del rol. Y nadie se plantea (y espero que así sigan las cosas) que el esgrima pueda ser peligroso. Sin embargo, tal y como lo cuentan, se diría que quedamos todas las semanas cinco horas para crujirnos. Que ni tan mal, oigan, anda que no estaríamos todos en forma si eso fuera cierto. Qué poco se habla de estrategia, diplomacia o política, de cómo generalmente una partida de rol en vivo tiene mucho más de estar en la taberna, de negociar, de conspirar o de conseguir objetivos que de batalla (salvo que sea una batalla, propiamente dicha). Y que las batallas tienen un reglamento encaminado a que no haya ningún accidente, así como que el comportamiento deportivo es muy valorado por los jugadores. Algo interesante que dijo la psicóloga invitada fue que, al igual del deporte, en el rol no había enemigos, sino adversarios.

Qué poco se habla de que jugar a rol permite desarrollar habilidades sociales que no me cabe la menor duda de que son muy útiles en la vida cotidiana. Qué poco se menciona que en una partida de rol de mesa las batallas se resuelven tirando dados y describiendo escenas. Si supieran esto, posiblemente no se plantearían prohibir a sus hijos, por las buenas y sin saber de qué hablan, jugar a rol. Desgraciadamente, gente como la maruja que salía en el programa, prefieren no saber, no enterarse, pero gritar como energúmenos. Y prohibir terminantemente a sus hijos jugar.

Los que ahora gastamos 30 años y llevamos una buena cantidad de este tiempo jugando también tenemos padres, aunque no lo deba de parecer. Padres que se preocuparon de si salíamos y bebíamos por ahí, de si estábamos enganchados a internet, de si nos iba bien en los estudios y, por supuesto, de si era peligroso que jugáramos a rol. Afortunadamente, en lugar de prohibir sin conocer, se informaron, preguntaron, quisieron ver qué hacíamos y que se lo explicáramos con todo lujo de detalles. Creo que a estas alturas están orgullosos y felices de que sus hijos hayamos salido frikis y no drogadictos o alcohólicos. Y la sociedad, no es por nada, empuja más en que se caiga en lo peligroso, que no es el rol.

Se puede hablar durante horas sobre el tema pero, como suele acontecer, dudo mucho que nadie que pase por aquí piense algo diferente a lo que comento. En cualquier caso, tenía ganas de desquitarme porque no pude decir en el programa todo lo que me hubiera gustado (y porque lógicamente hay cosas que se piensan a posteriori).

Recomendando... un poco de Tristania, de su último disco, que no lo conocía y me está gustando mucho. Recomiendo "Amnesia" y un poco de té verde con sakura, que siempre es una opción estupenda.