mardi, août 23, 2011

Vint i nuebe de agosto de MCCXV: "Turismo y patrimonio"

Hace unos días se debatía en el blog de Amandil un tema que me tiene particularmente interesada desde hace mucho tiempo: la incultura que existe en este país respecto al patrimonio propio. Esta incultura, que podría darnos bastante igual (que cada cual haga con su vida lo que quiera, esto y lo otro), repercute en aspectos como la preservación de este amplísimo patrimonio o el rendimiento económico que se pueda sacar de esto. Y es que este país, donde el turismo representa una baza fundamental en las arcas, lleva demasiado tiempo vendiendo al extranjero el mismo sol, la misma playa y las mismas tapitas y debería replantearse seriamente esta oferta en la que no cree tener competencia. Son unos cuantos los países que ofertan sol y playa al mismo nivel que España, salvo que disponen de instalaciones considerablemente más atractivas (el paraíso playero setentero que ofrece este país está más que desfasado a estas alturas) y que su oferta turística no termina ahí. Italia, Francia o Grecia ofrecen tanto sol y tanta playa como tenemos por aquí. Quizá no tengan tapas, pero no es que se coma precisamente mal ni precisamente caro. Ofrecen también buen nivel de juerga para el que quiera trasnochar. Curiosamente, cuando pensamos en Italia, Francia o Grecia no pensamos en sol, playa y juerga, sino que pensamos en la Capilla Sixtina, en la Acrópolis o en Nôtre Dame.

España quizá no dispone de una Acrópolis o de un Miguel Ángel, pero sí tiene el Monasterio de Silos, la Sagrada Familia, Roncesvalles o el castillo de Loarre. Esto, que en algunos sitios se conoce, se cuida y se intenta promocionar, en otros se tiene absurdamente dejado y abandonado. O sencillamente no se da a conocer, porque no interesa ni siquiera a los habitantes del lugar. Hace cosa de una semana estuvimos de visita por Carcassonne. Pasear por las murallas, visitar las estancias del castillo que son accesibles o dar un paseo por la iglesia resulta una gozada, además de que ofrece mucha informaci
ón al visitante sobre toda la historia de la ciudad, pero Carcassonne ofrece al visitante muchísimas tiendecitas, hoteles de toda clase, restaurantes... etc. El turista que visita Carcassonne disfruta de una ciudad muy bien reconstruida y documentada, pero al mismo tiempo recibe una buena acogida que no tiene, por ejemplo, la persona que quiere visitar Loarre.

Más que recomendable la visita de Carcassonne, aunque más de uno ya lo sabéis de primera mano. Las enormes murallas dobles, el atractivo que tiene todo lo relacionado con los cátaros, la visita al castillo donde pasaba sus días Raymond Roger de Trencavel o la ingesta de la famosa cassoulet (yo no tuve valor para hincarle el diente) atraen a centenares de turistas que disfrutan de una muy buena musealización y toda clase de servicios turísticos. Se me olvidó meter la tarjeta SD en la cámara de fotos una vez más. Tendré que robarle a Yazston las suyas...

Desgraciadamente, debemos echar la culpa de esto a una cuestión educacional. En Francia o en Italia, el estudio de la Historia está muy bien valora
do y la preservación del patrimonio se considera de importancia fundamental. Sin embargo, el nivel de desconocimiento en estas materias en nuestro país es más que lamentable y tristemente en algunas zonas es peor que en otras.

Loarre. Más pequeñito que Carcassonne, sí, pero con mucho material que ofrecer al visitante y sin que Violet le Duc haya metido mano. Desgraciadamente, aunque es visitable, está bastante dejado y muy mal presentado al público, con una de estas guías turísticas que saben menos del tema que cualquiera de los visitantes (ya es triste, con la de gente bien formada que hay en este país). Al menos así fue cuando yo lo visité hace ya un tiempecillo. Me alegraría saber que ha mejorado el tema.

Me sorprendió mucho, cuando cursaba el CAP, el escaso interés que tenían mis compañeros de clase en visitar cosas. Estamos hablando de gente que teóricamente está interesada en patrimonio y en historia, puesto que
éramos todos licenciados de Humanidades, Historia e Historia del Arte. Sin embargo, cuando el profesor preguntaba quién había estado en sitios como Daroca, Teruel o Huesca... ¡no había estado nadie! Levantábamos la mano cuatro y una de ellas era yo. Tremendo. Estamos hablando de Aragón, donde el patrimonio histórico no es precisamente reducido. Disponen de castillos, iglesias, monasterios, patrimonio romano o casas palaciegas hasta hartarse, pero ni los conocen, ni los preservan, ni los musealizan correctamente, ni los explotan debidamente. Y hablo de Aragón porque ahí he vivido y he visto el percal de primera mano. No me cabe la menor duda de que en muchos sitios se cuecen las mismas habas.

No queda sino culpar de esto a los programas educativos. Si no se enseña a la gente a a
preciar, valorar y proteger lo propio desde la infancia, se harán mayores y no verán ningún interés en mantener tal castillo o tal iglesia cuando se puede invertir en capital en cosas que "dan más dinero que cuatro piedras viejas". Diré que en Navarra en general se cuida mucho más ese aspecto educativo (o se cuidaba, al menos, cuando yo era una cría... vaya usted a saber qué pasa ahora) y desde pequeños nos llevaban a conocer Estella o Roncesvalles, o nos hacían recorridos por Pamplona para que aprendiéramos por qué se construyó la iglesia de San Cernin o qué tiene de importante el claustro de la catedral. En este sentido, y durante mucho tiempo, creo que podemos presumir de una buena gestión de ese patrimonio, que ha combinado buenas reconstrucciones con buena exposición al visitante, además de que se ha explotado mucho a la hora de ofrecerlo al turista. Desgraciadamente, estos últimos tiempos, la desastrosa gestión de UPN ha hecho mucho daño al patrimonio, destrozando irremediablemente obras importantes como el palacio del condestable (edificio que fue del siglo XVI y ahora es de antes de ayer) o levantando la plaza del castillo arruinando todos los restos arqueológicos que se conservaban gracias a una intervención chapucera. Eso sí, han tenido a bien hacer un museo de los Sanfermines (¿¿¿???). Gracias, Yolanda Barcina, el pueblo te aprecia, no creas.

Política aparte, la musealización de lugares patrimoniales es un tema
que me interesa más que mucho. Visitar un lugar histórico no tiene que ser un mero "qué bonito es todo, como me ha gustado, qué ventanas más bonitas tenía esa casa", sino que debe ser una oportunidad para aprender, para saber cómo se vivía en esa época, para qué se construyó tal o cual edificio y qué uso ha tenido a lo largo de los siglos. En este sentido me quedé gratamente sorprendida por todo lo que pudimos conocer recientemente en una escapadilla a Salamanca. Visitamos la casa de las Conchas, paseamos, estuvimos en un museo sobre Guerra Civil y Masonería que, aunque pequeñito, estaba muy bien documentado y ofrecía muchísima información, tanto en folletos como en un pequeño vídeo que se ponía cada poco tiempo. Pero donde más tiempo invertimos, por razones más que evidentes, (no había cosas ni nada para ver ahí dentro) fue en las dos catedrales. Impresionante y monumental la nueva, pero me pareció que tenía mayor encanto la vieja. Conserva con muy buena calidad una importante cantidad de pinturas originales, dispone de un retablo impresionante y a nivel personal he de decir que me encantaron los múltiples sepulcros que se conservan, tanto los monumentales como los que son simples losas en el suelo (losas que no se localizan ya en demasiados templos...).

Uno de los muros que conserva en estado bastante encomiable su pintura gótica.

Sepulcro ornamentado y pintado. Una auténtica preciosidad.

Pero si algo me pareció particularmente bien expuesto fue el recorrido que tienen organizado por las torres de la catedral vieja. Aparte de que es impresionante poder disfrutar de las vistas que se encuentra uno tanto en exteriores como en el interior de la catedral, en las salitas tienen montada una exposición con toda clase de objetos, esculturas, libros, instrumentos musicales, etc. que buscan mostrar al visitante toda la vida que giraba en torno a la catedral. De qué manera ésta no era un edificio muy bonito en el que se gastó mucho dinero y al que se podía asistir a los oficios religiosos si uno quería, sino un centro importante de la vida en Salamanca.

Planos explicativos de los momentos constructivos de la catedral, dentro de una de las salas musealizadas.

Como os podéis imaginar (quienes no lo conozcáis ya), los folletos, carteles e incluso el audio ofrecen una cantidad ingente de información sin por ello entorpecer la visita. En resumidas cuentas, una gozada. A ver si aprenden de esto en muchos otros lugares... que ya nos vale.

Subir hasta aquí merece mucho la pena. Las salitas musealizadas en el interior de las torres, las privilegiadas vistas al interior del templo y estas vistas de exteriores creo que son motivos más que suficientes.

Dicho esto, recomiendo un poco de Blind Guardian, que últimamente estamos en plan remember o algo... "Nightfall". Y de acompañamiento, un batido natural de fresa, rico, rico.

3 commentaires:

Selerkála a dit…

Me lo leeré con más tranquilidad y te comentaré como merece, que también llevo largo tiempo queriendo hablar de este tema en mi blog (me toca de cerca el tema patrimonio, a parte de como muy-próximamente-Historiadora-del-Arte, como actualmente informadora turística....).

Pero ahora ando liada con los exámenes de septiembre, y no quiero comentar en plan rápido.

Vuelvo en seguidaaaa

;P

Azelaïs de Poitiers a dit…

Muchas gracias, guapa. Yo también tengo que comentar el tuyo, pero soy una vaga. A ver cuándo hago repaso de blogs y os comento a unos cuantos, que habéis escrito cosas bien majillas últimamente...

A mí lo que me ha afectado ahora es la "vuelta al cole" después de vacaciones, sigh. Eso y que tengo un porrón de cosas por coser para el próximo rol en vivo y lo que ando por internet es más para bajarme series que para hacer nada decente, jajaja.

Selerkála a dit…

Bueno, lo prometido es deuda.

Con mi relectura de tu post, he de decir en un principio que estoy muy muy de acuerdo contigo en lo que opinas sobre la educación de la gente para saber apreciar lo que tienen al ladito de casa. Así que poco más puedo añadir yo.

En cuanto a la forma de hacer turismo de la mayoría de la gente....Haber hay de todo, pero en según que casos, el turisteo de "mirar sin entender" me pone mala. Me explico:
en la Oficina de Turismo me repateaba cuando ofrecía visitas guiadas por 2 euros de nada a lugares como la Basílica del Pilar o La Catedral de San Salvador (La Seo), o una ruta por el casco histórico para admirar los edificios renacentistas, iglesias mudéjares y barrocas, ruinas romanas....y el turista de "mirar sin conocer" me respondía que prefería ir por libre. Yo le insisitía en que por esa irrisoria cantidad valía mucho la pena que te explicasen lo que estás viendo, que así se conoce realmente el lugar que se visita, su historia, sus porqués...sin necesidad de entrar a fondo en tecnicismos pero sin quedarse simplemente con el aspecto visual. Pues nada, que no había forma. Que no querían que nadie les explicase nada.
¡Hay que ser lerdo!

Pero bueno, allá ellos.

Desde luego, para apreciar lo que se tiene hay que conocerlo, y esa curiosidad se tiene que alentar desde la infancia. De los contrario, de "mayores", es muy difícil inculcar esas ganas de aprender.

La verdad es que he vivido cada historieta en lo que llevo trabajado de informadora, que aún me daría para un buen anecdotario (si es que esa palabreja existe, jejejeje).

En cuanto a la cuestión de "querer visitar"....Los habemos que nos gustaría verlo todo y empaparnos de multitud de esos bellos lugares que nos esperan aquí en casa o allá en el extrangero (como diría Yaya Ceravieja), y los hay a quienes se la pela. Pero...chica, siempre ha habido clases. XD

Ale, que no me extiendo más, que ya lo has explicado todo tú muy bien. ^^

Un abrazo.