Se nos llena (o se les llena a algunas personas, no es mi caso) la boca con la palabra "Democracia", como si tener un modelo político democrático nos hiciera superiores a otros países que se rigen por otros modelos. Sin embargo, nuestra supuesta democracia dista mucho de ser tal cosa y desgraciadamente creo que deberíamos alegrarnos por ello. La "Democracia", el "gobierno de todos", se creó cuando "todos" era el grupo de gente de una polis que tenía derecho a voto, esto es, los ciudadanos. Restando los esclavos, los extranjeros, mujeres y otra gente que, por el motivo que fuera, no gozara de semejante status social, era un grupo de gente reducido, implicado, versado en política y además bastante desocupado en lo que al resto de cosas se trataba. Véase como se quiera ver, era un sistema político que funcionaba y que podía denominarse así.
La "Democracia" actual, la española, para ser exactos, consiste en que una vez cada cuatro años los ciudadanos, los depositarios de todos los derechos recogidos por la constitución española, tenemos derecho a decidir quién queremos que nos represente a la hora de tomar decisiones en este país. La decisión de todos no cuenta por igual, claro está, gracias al voto ponderado resulta que no cuenta igual el voto de un ciudadano que el de otro. En cualquier caso, es un hecho su opinión no contará, sino las del partido político electo con su representante a la cabeza. Una vez elegido, por cierto, el partido no tiene por qué hacer el menor caso a su programa electoral y a todas las promesas previas a la elección, como ya se ha ido viendo y desarrollando.
Total, que de la supuesta "Democracia", hay bastante poco, pero tampoco piensen que esto es malo. Para una cosa que nos dejan elegir cada cuatro años (bueno, dos o tres, entre autonómicas, nacionales y las europeas ésas que a todo el mundo le importan un cuerno), resulta que hacemos la patata que hacemos. Hace no demasiado me enteré de la existencia de un tal "Partido de Internet", basado en la democracia absoluta. Esto es: en caso de tener algún escaño, se comprometían a que toda decisión la someterían a voto en un foro de internet, ahí, con un par.
Lo primero que pensé al enterarme fue "qué gran invento" y lo siguiente fue "menuda basura, pretenden dejar elegir a la misma gente que vota una vez cada cuatro años", telita. Básicamente porque el español medio no es un tipo precisamente culto, ni comprometido en política y, para qué nos vamos a engañar, bastante crédulo y gañán. Y no vota porque le guste el programa político de éste o de aquel, sino porque "éste dijo cosas feas el otro día en la tele" o "el otro es más majo". De ahí que hayamos llegado a la situación en la que estamos, en la que sólo tenemos dos opciones políticas, una mala y otra peor, y que ninguno de ellos se moleste en gobernar o en proponer soluciones para los problemas cada vez más tremendos de este país, sino en acusar al otro de haberse comprado tal traje con dinero que no era suyo (que, por otra parte diré que clama al cielo que la carrera política de Camps no haya terminado ya), de haber mentido (como si alguno de ellos no lo hiciera), de no saber poner una solución a la crisis (como si alguno tuviera forma de hacerlo) o de cosas todavía más importantes, como ser más feo o vestir peor. En resumidas cuentas: cuenta más para ellos quitarse el muerto de encima y hacer parecer que el otro es "el malo", que gobernar o hacer oposición. Porque, no lo olvidemos, "oposición" no debería ser "estar en contra", sino "tener una opinión diferente y proponer opciones que deberían ser tomadas en cuenta". Pero no hay ideas, ni necesidad de ellas.
En mis tiempos más idealistas, la primera vez que voté, di mi voto a Izquierda Unida, pensando que podían hacer algo. Eran tiempos en los que, con la sombra de Anguita todavía fresca, todavía eran un partido con cierto peso político. Después opté por "votar en contra del PP o del PSOE", esto es, votar cualquier partido sin ninguna posibilidad de salir, para que salieran menos votos en favor de los mayoritarios. Entonces no tenía ni idea del asunto ése de la ley d'Hondt.
En las últimas elecciones fui una de los insensatos que hicimos el llamado "voto útil", para evitar un mal mayor. No diré que me arrepienta ni que me hayan engañado. Sabía que el PSOE no es una opción política ni medio decente, pero los prefería y los sigo prefiriendo al PP. Sin embargo, lo he hecho una vez y creo que no tengo estómago para volver a repetir, resulta mucho más cómodo no pensar eso de "y a esta gente la he votado yo" al ver toda la mierda que hacen. Como no creo que mucha gente vuelva a repetir el supuesto "voto útil", asumiremos que el próximo gobierno nacional estará a cargo del PP. Esto tiene un cínico interés, no crean, y es ver el careto que se les queda a todos esos que andan diciendo que "habrá crisis hasta que cambie el gobierno". Pobres insensatos, que culpan a Zapatero de todos sus males y habrán de ver cómo tampoco Rajoy (si es que no se lo pulen de una vez y pongan a alguien que por lo menos sepa pronunciar la "s" y no parezca un teleñeco) tampoco les pone el pan en la mesa.
¿Soluciones? Ninguna. Si me preguntan mi opinión, creo que soy fan de una aristocracia en el sentido estricto del término: gobierno de los mejores. Esto es, gente formada exclusivamente para participar en política. Y ya puestos, gente de probada integridad que decide dedicarse a política por iniciativa personal, no sedienta de suculentos sueldos, ni sobornos, ni agraciada por un estrato social ni por "derecho de nacimiento". Evidentemente es una utopía muy graciosa que no vamos a tener la oportunidad de observar (y criticar, tras su lógico fracaso, tal y como sucede con todos los modelos políticos una vez que se ponen en funcionamiento), de manera que voy a hacer lo que está en mis manos con las cartas que se nos dan. El sistema electoral actual y la negligencia de la sociedad española nos llevan a tener dos opciones políticas, las cuales a mí al menos no me gustan un cuerno. No nos engañemos, ni votar en blanco, ni hacer voto nulo sirve absolutamente para nada. Tampoco sirve para nada la resolución que seguía yo en mis majos tiempos de votar a gente sin ninguna posibilidad de escaño. Lo único que sirve de algo es votar a un partido político que tenga posibilidades de sacar algo. Si al menos conseguimos que los votos se repartan un poco, nuestros queridos políticos no gozarán de mayorías absolutas y tendrán que pactar más y ceder terreno para conseguir lo que quieren. No es mucho, pero es algo. Aún no sé a quién votaré en las autonómicas (si puedo votar, que aún no me ha llegado ningún papelito que me indique que sí puedo, lo cual me escama), pero tengo claro que seguiré esta teoría y veremos qué sale.
Y hasta aquí mi charla política por hoy. A fin de cuentas, soy una decepcionada política. Y social, en general. Digamos que tengo pocas esperanzas puestas en el ser humano en general y en el español en concreto. Aunque bueno, como suelo decir, la media humana nos deja muy por encima a unos cuantos, jajajaja. Cada cual se consuela como buenamente puede.
Recomendando una infusión sencillita de manzana y canela. Y un poco de In Flames... pongamos por ejemplo "Only for the Weak", que es bastante apropiada para los tiempos que nos toca vivir, jajajaja.
4 commentaires:
Jo, casi me parecía que lo que habías escrito había salido de mi puño y letra...
En el mismo desánimo político estoy yo. Para las siguientes estaba planteándome si volver a votar a IU pero he empezado a leer sobre UPyD.
Y empecé a hacerlo porque me sorprendió que un partido abanderado por una persona que hubiera estado en el PSOE recibiera el titulillo de "facha". Me puse a ver sus bases, las opiniones en su web y la verdad es que me parece un partido de apariencia bastante honrada y con un montón de propuestas interesantes. Y las críticas de fachas que reciben sólo las puedo achacar a que está en contra de los nacionalismos.
Obviamente, no comulgo con toda sus posiciones (cosa que no está mal: mi abuelo me decía que tuviera cuidado el día que estuviera absolutamente de acuerdo en todo con otra persona, porque eso no era sano ^_^), pero sí con las suficientes para pensar "umm, leamos más...". Reconozco también que juegan con ventaja al ser un partido con poco peso, ya que eso les permite defender sus ideas con bastante "pureza". No sé si con el paso del tiempo seguirán siendo tan idealistas en sus actos y decisiones...
Y, claro, además un partido que se declara español tiene un estigma extra en la Euskadi políticamente correcta, pero eso es algo que hace ya bastante que empezo a importarme poco.
Así que voy a seguirle la pista a ver como avanzan...
NOOOOOO UPyD ¡¡¡jamás!!! condenan los fueros. ¡Los fueros! serán desgraciados... yo los odio sólo por eso. Ni un voto en Navarra para UPyD ¡ni uno!. Y en Galicia también les odian por una patinada estupenda que tuvo Rosa Díez por ahí. No recuerdo muy bien qué fue, pero una amiga gallega me lo contó bastante encendida. Eledh, si nos lees, manifiéstate, jajaja.
Yo votaré por fin en Navarra, así que mi voto será otra vez para NaBai. Al menos un voto en contra del condenado UPN y de la más que posible alianza con el PSN, el PSOE navarro, que no sería la primera vez que nos la juega bien jugada.
Te felicito por tu post, me hizo pensar en ello todo este tiempo desde que lo publicaste, y más con el ambiente electoralista que reina estoa días.
¿Una élite politíca? ¿Gente formada exclusivamente para participar en política? Es viable, siempre que no caiga en el mismo error que los altos cargos (politícos, jueces, magistrados...) que no pierdan de vista lo que es la "vida real", o sea cuánto necesitamos cobrar cada mes para que nos cubra todo, cuánto vale el metro, comprar en el supermercado... ¿Es eso posible? Me temo que no, porque, así lo ha demostrado la Historia, en cuanto ocupan un puesto de poder (politíco, económico, social...) se olvidan de las vidas que tuvieron antes y actúan como autócratas en su pequeña (o gran) parcela de poder.
Fdo. Luci Rodriguez ^^
Gracias, Luci.
Lo cierto es que yo tampoco creo que sea muy viable mi propuesta, al menos no en la sociedad en que nos ha tocado vivir. Supongo que funcionaría en una sociedad más madura o, al revés, en una mucho más inocente. Seamos realistas, habría que ver cuánto tardaría esa élite en dejarse sobornar por gentes interesadas, jajajaja. Pero sigo pensando que sería un modelo mejor que el que tenemos. No que decida cualquiera, ni que decidan cuatro "votados por la gente", sino que tenga derecho a decisión todo aquel que demuestre tener un mínimo de conocimiento sobre lo que ocurre en el país, sea de la opción política que sea.
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