mardi, mars 23, 2010

Veinte y tres de março de MCCXXXIIII: "Rhiwen e Isilwen: the Road Movie"

Como ya comenté en el post anterior, he sido violentamente coaccionada por Rhiwen y Yazston para ir de visita a Barcelona, jaja. Y he de decirles a ambos que se lo agradezco muchísimo, porque la verdad es que el fin de semana ha merecido mil la pena, aunque se nos han quedado un montón de cosas en el tintero y me da a mí que vamos a tener que repetir.

Como a la mayoría de mis dos o tres lectores os tenemos agregados en el feisbúc, supongo que ya habéis visto las fotos y os hemos puesto los dientes largos ¡y no es para menos! Tal y como nos prometió, Yazston nos ha tratado a las dos como reinas. Así da gusto viajar, jaja.
Nos plantamos en su casa el jueves, pese a que él trabajaba al día siguiente (y yo tuve que meter datos en el portátil, aunque cuando se levantó Rhiwen me empezó a poner difícil el tema de currar, jaja). Nos vino a buscar a la estación, nos enseñó su casita y seguidamente nos llevó a cenar a un pedazo de restaurante japo que tiene debajo de casa. ¡Nos pusimos hasta las orejas de sushi!.

El viernes, en agradecimiento, Rhiwen y yo decidimos hacerle la comida por sorpresa mientras él estaba currando. Eso sí, a mí Rhiwen sólo me dejó cortar cebollas y poco más, por eso de que yo estaba mientras con lo mío, jaja. Luego nos dio por marujear y se acabó el curro. La pasta a la bolognesa a la Rhiwen estaba buenísima, por no hablar de las fresas con fondue de chocolate. Y encima, Yazston aprovechó para traer una botellita de homenaje, para ayudar a pasar la comida, jaja.


Rhiwencita afanándose con la comida ¡gracias guapa! nos pusimos las botas

Por la tarde nos llevó a hacer un poco de turismo para que no nos quejemos de que no nos ha enseñado Barcelona. Más tarde, nos llevó a otro rest
aurante estupendo, donde nos pusimos hasta arriba de comer tapas elaboradas (y más vino de la cuenta, me temo). Después continuamos la juerga por Marina, donde nos juntamos con Marc, Héctor y otras gentes y digamos que aquello degeneró lo suyo. Eso sí, nos lo pasamos de miedo, las fotos lo dejan más que claro.

En el Samsara, dándonoslas de guarrillas del averno y poniéndonos hasta las orejas de vino y buena comida.

Horas después, de juerga en buena compañía

Al día siguiente estábamos molidos, así que nos levantamos a las mil y, aunque dijimos que haríamos la comida... al final dejamos al pobre Yazston encargado de todo el trabajo duro, ejem. Nos hizo una pedazo de ensalada y un pollo marinado buenísimo y después, mientras fregó todo, nos mandó a las dos a vegetar, como lo oís. Yo me di un baño como una señora y Rhiwen se cascó una pedazo siesta de largas horas. Al final, incluso tuvimos que acompañarla. No veáis el careto que se le quedó al pobre compañero de piso de Yazston cuando llegó y nos vio a los tres ahí abrazaditos en el futón, jajaja.

Macrosiesta en el futón. Yazston señala a Rhiwen y dice "haz el favor de volver aquí ahora mismo" jajaja

Con las fuerzas repuestas... Yazston nos llevó de nuevo a otro sitio estupendo para cenar (según Rhiwen, en algún momento se le acabarán las cartas de molonaje y nos llevará al McDonalds, aunque él insiste en que su mazo es muy grande, jaja).

Disponiéndonos a ponernos las botas en el Citrus. Vaya un fin de semana gastronómico...

Después, juerga de nuevo. Primero nos llevó a una chupitería donde se empeñó en emborracharnos, según él para luego aprovecharse de nosotras. La verdad es que salimos casi a cuatro patas, jaja. Después, nos juntamos con Marc y nos llevaron a ver el Bharma, el bar de Lost, porque somos turistas compulsivas y queríamos beber cerveza Dharma y sacarnos fotos con la avioneta. El sitio estaba muy chulo e incluso la música era aceptable.

Después, volvimos al bar del viernes y luego Marc nos consiguió unas entradas para la Razzmatazz. Madre mía, qué sitio más grande. Están locos esos catalanes. Eso sí, aunque nos enseñaron todo, nos quedamos la mayor parte de la noche en la sala pop, que es pequeñita y estaba llena de modernas, jaja. Por lo demás, en la situación en que nos hallábamos, creo que nos daba igual una cosa que otra.


Bharma te necesita! Namaste!

Considerando que llegamos a casa de día (después de llamar a Bardito y gritarle unas cuantas burradas por teléfono), os podéis imaginar que nos levantamos a las mil el domingo y quedó tiempo para pocas fiestas. Ducha... recogida de maletas y... con toda la coña del McDonalds, al final fuimos al McDonalds a comer. Y luego, de vuelta, después de llorar un poco a los conductores del autobús, que pretendían hacernos ir en autobuses diferentes a Rhiwen y a mí, jaja.


La vuelta a casa fue dura y ahora estamos tremendamente tristonas, que conste en acta. Nuevamente, gracias, Rhiwen, por haberme puesto los dientes largos para ir... y gracias mil, Yazston, por tener siempre planes que molan, jaja. Después de tanto remolonear, al final ya ves que te he hecho caso y te he ido a visitar, jeje. Espero no remolonear tanto para mi próxima visita, aunque, como tarde... ¡tenemos cita pendiente para el concierto de Kiss en junio!

Agradeciendo a nuestro anfitrión todas sus atenciones, y contribuyendo, desde nuestra modesta posición, a engrandecer su leyenda, como dice él, jajaja. ¡Gracias mil por todo!

Para ir soportando la semana... recomiendo café instantáneo con leche entera y miel. Va bien para empezar el día con menos disgusto, jaja. Para escuchar, el "I was made for loving you" de Kiss. Esto es demasiado ochentero para mis gustos, pero qué leches, mola y va muy bien con el tono general del finde.

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