vendredi, août 24, 2007

Veinte y quatro de agosto de mildoscientosveinte y uno: de la muert corporal

Volviendo al tema central de este blog... la verdad es que tengo una suerte enorme de estar estudiando un tema como la Muerte y ya de paso de haber encontrado una tutora como la que tengo. Lo digo porque estoy preparando el papeleo para pedir una beca y me doy cuenta de que aunque llevo el tema despacio, he aprendido mucho a lo largo de todos estos años y eso que me queda un mundo por delante. Lo gracioso es que aunque era un tema que siempre me había interesado, no fue mi primera idea al escoger un doctorado acerca de la cultura medieval. El caso es que de repente me encontré haciendo todo el periodo docente como si fuera un estudio multidisciplinar sobre la Muerte: en la música, la imaginería, la representación del infierno o incluso dentro de las cruzadas. Y es que si nos paramos a pensar es fácil, enormemente fácil, encararse con el tema de la Nuerte cuando se estudia la cultura de una determinada sociedad. A fin de cuentas es el tema más constante y reiterativo dentro de todos los modelos culturales.

Sin embargo, decía Ariès acertadamente que se ha convertido en el gran tabú de nuestra época como en otra época lo fue el sexo. Lo realmente divertido es que no somos conscientes de esto y todavía pensamos que el tabú de la sociedad sigue siendo el sexo, qué inocentes somos. A fin de cuentas estamos atestados de publicidad de imágenes sexuales en todas partes y todo el mundo hablamos con total desparpajo del tema, pero ¿alguien habla alguna vez de la Muerte?. La verdad es que yo ni siquiera suelo comentar el tema de mi tesis si no me lo preguntan directamente. El motivo es sencillo, la mayoría de la gente te mira con cara de "qué rara es esta tía" (eso si no habían puesto esa cara ya cuando les dices que estás estudiando doctorado) y te dicen cosas del estilo de "¿no pudiste hacer sobre otro tema mejor?". ¿Mejor? Eso sí que tiene su gracia. No somos conscientes de la manera que afecta a nuestra vida el hecho de que esta tiene un límite y no sabemos realmente qué pasa cuando se supera el límite, independientemente de la fe de cada cuál. Nadie ha vuelto, que se sepa, para contar qué pasa cuando uno muere.

Nos vemos totalmente coaccionados por el tiempo de vida, de tal manera que todos intentamos evitar el paso del tiempo. Intentamos hacer como que el tiempo no pasa, no deja huella. Todos "somos" exactamente iguales que hace diez años y consideramos un ideal de vida aferrarnos a nuestra juventud. Nos pasamos la vida rememorando la infancia y los tiempos pasados, sin tener muchas narices de mirar hacia adelante. Y no digo buscando metas, sino pensando en los malos momentos que quedan por delante: la muerte de nuestros seres queridos y nuestra hora, quizá precedida por una larga agonía. Y lo mejor son los continuos comentarios alusivos a lo limitado del tiempo de vida: "Tenía que haber aprendido a hacer eso de joven, ahora ya es tarde", "ya te va llegando el momento de tener hijos, que se te va a pasar el arroz" (¿?), "una vez cumplidos los treinta ya se ha pasado lo mejor de la vida", etc. etc. Tenemos miedo a que el tiempo pase cada vez más deprisa. Tememos envejecer y tememos encontrarnos con la muerte directamente. En otra época y en otros lugares resulta habital no esperar a envejecer, ya que la Muerte puede llegar en cualquier momento.

Se piensa habitualmente que en la Edad Media había una visión pesimista de la Vida porque la Muerte siempre extendía su sombra sobre el ser humano. Sin embargo, de alguna manera, esa continua presencia de la Muerte en la Vida convertía esta en algo mucho más interesante. El tiempo es limitado, por lo que no se pueden dejar pasar los días como si fueran a repetirse una y otra vez. Qué pocas veces nos damos cuenta de esto y de qué poco nos sirve...

Lo dejo por el momento. No sin un par de recomendaciones... un té de menta y una canción de London After Midnight: "Sacrifice".

Buenas noches...

4 commentaires:

Eowyn Zirbêth a dit…

Mi primo Saruman, psicólogo de deuelo, estaría encantado de hablar contigo del tema. Especialmente de eso que mencionas sobre el escapismo de la muerte que vivimos hoy en día, donde, si te fijas, se trata de pasar de largo lo antes posible cuando se muere alguien querido. Funerales, expres, evitación del afrontamiento de la pérdida, etc. Nadie quiere ver a su ser querido muerto, a los niños se les quita de en medio para evitarles "el trauma", etc. Y puede que haya también algo de hipocresía e imagen: algo que nos une e iguala a todos no ha de ser muy agradable de ver para quien siempre se quiere sentir por encima de los demás. En fin, es un tema que da para mucho.

Selerkála a dit…

A mi siempre me ha parcido un tema demasiado interesante como para dejarlo pasar...

Ahhh...Lo que hubieses disfrutado en nuestra mereth, con todo el claustro llenito de frescos sobre la muerte...

Ya te pasaré fotos, otro rato que no tenga que andar con Velázquez a cuestas...

Namiau!

Azelaïs de Poitiers a dit…

Pozip, señorita Eowyn, de hecho no sólo procuramos de pasar de largo el tema, sino que procuramos no preguntar o preguntar lo menos posible por el tema a quien tiene un familiar o un amigo a punto de morir o recién muerto. De hecho nos cuesta una barbaridad coger el teléfono y llamar al conocido en cuestión, así que por mucho que queramos superar el "pequeño tabú", en la vida real resulta más complicado.

Una lástima, en el fondo deberíamos observar la Muerte como lo que es, una parte de la vida, de hecho quizá es la parte más importante.

El tema da para mucho, sin duda... y aún nos quedaremos cortas.

Jajaja, no habría disfrutado mucho en vuestra mereth, guapetona, por eso no fui. Vi las fotos y flipé con el sitio, claro que sí, pero la compañía no era del todo agradable. De hecho creo que había compañía muy desagradable, no recuerdo bien quiénes fueron. Y como ya te dije en su día... prefiero pasar un fin de semana con vosotros en ese sitio o en Roncesvalles que tener que aguantar a determinado personal, que te estropean las fotos, jajajaja. Por el mismo precio...

Wúlfilas a dit…

"...Se piensa habitualmente que en la Edad Media había una visión pesimista de la Vida porque la Muerte siempre extendía su sombra sobre el ser humano..."

Querida Azelais:
No es cierto, la visión era optimista puesto que en la edad Media creían (y subrayo esta palabra) en la resurrección, eso te hace mirar la muerte de otra manera te lo aseguro. La muerte deja de ser un problema porque deja de preocupar, (si crees de verdad,claro). Es como cambiar de estado, como una serpiente que muda su piel, dejas aquí la cáscara vacía y vas a otro lugar... Y, sí, he conocido a una persona que estuvo clínicamente muerta -con certificado médico- y que milagrosamente revivió y me contó la historia de la luz blanca mucho más desarrollada, pero ya se me va la lengua y eso que no me he tomado ninguna cerveza, je,je,je.
Nos leemos, (si quieres claro).