vendredi, juillet 29, 2005

Veinte i nueve de julio de mildoscientosdiezynueve: De la Fantasía y sus realidades

Interesante el giro que está tomando el debate del post anterior. Todavía tengo que contestar algo al señor Ukyo, aunque con lo que se curra las respuestas este elfo, casi da hasta cosa añadir algo ahí, como bien dice la señora Zipidûr.

Pensando más en el hecho de que la mayoría de los aquí presentes, si no todos, tenemos unas aficiones poco comunes, últimamente he pensado en que hay muchos puntos que nos distancian de "los otros": Leemos libros a menudo sin dibujos, o leemos libros con muuuchos dibujos y repudiamos cosas como "El código da Vinci", cuando todo el mundo sabe que esa es una de las mayores joyas de literatura histórica. Literatura e histórica, nada menos. Creo que no obedece a ninguna de las dos acepciones. Escuchamos música peculiar, jugamos a rol, vemos y leemos manga o cine experimental, o cine serio, contamos y nos gusta que nos cuenten historias, podemos pasar horas tirados en nuestra habitación resolviendo temas personales... para qué seguir. Sin embargo, el nexo de unión de la mayoría de las cosas que nos distinguen del resto está relacionado con la Fantasía. Aceptar la Fantasía en nuestras vidas nos hace extraños antes los demás y no sólo extraños, sino además, infantiles. Infantiles porque la Fantasía, actualmente, está valorada como un "mundo" al que sólo los niños tienen acceso. Pero no siempre ha sido así, sino que es fruto de una infantilización y progresivo desprecio de la Fantasía que se desarrolló en el siglo XX. Los motivos son variados, los hechos están a la luz. Esta circunstancia no sólo ataca a una tendencia natural del Hombre a desarrollar el campo de la Fantasía, sino que además se ha atacado directamente a esta. Convirtiéndola en un mundo condenado a los niños (esas execrables criaturas que gritan, lloran, moquean y estropean cosas), cualquiera tiene derecho a adulterarla. Y es más, encima ha sido deliberadamente infantilizada, ya sabéis, eso de: "Es un cuento para niños, cómo va a haber muertos"... como si además de niños tuvieran que ser protegidos mentales. No sé... yo crecí viendo mucha barbarie televisiva y no he salido taaaaan mal.

Además, es realmente gracioso cómo durante años se molestan en instruirte sobre cosas trascendentales, como qué son las brujas, quién es el conde Drácula, qué hacen con su vida los fantasmas, cómo son los dragones... esas cosas. Te dan para leer libros en los que salen hadas, bellas hechiceras, zarevitzs Ivanes o duendes furiosos. Y luego resulta que cuando creces pretenden que lo dejes todo tirado por los supercantantes de O.T.. En cierto modo, sí, es otro tipo de fantasía (imaginar que los que salen en O.T. son interesantes desde luego supone mucho desgaste mental). ¿Y si los dragones y los duendes te parecían más interesantes que O.T.?. Mala suerte, se te ha pasado la edad, majete, confórmate con O.T. y si no estás satisfecho en el cine ponen muchas películas de George Clooney.

Pero es evidente que la Fantasía es una necesidad mental. De hecho, ¿quién determina qué es realmente más importante? Cuando la mente humana se dedica a crear constantemente (algunas mentes humanas al menos) o cuando la dejamos hacer lo que le da la gana, esto es, soñar, la mente imagina cosas realmente sorprendentes. Además, a lo largo de la Historia el Hombre ha destinado una gran parte de su escaso tiempo de ocio a imaginar y a jugar con la Fantasía. Si esta es una necesidad humana, no entiendo esta búsqueda de la eliminación absoluta de esta y la suplantación por una "fantasía suavizada" a lo largo del XX. Con fantasía suavizada me refiero, evidentemente, a los "cuentos para adultos": "El Código da Vinci", "Falcon Crest" o las letras de las canciones de "El Canto del Loco". Es decir, fantasía porque refleja un mundo o unas historias en mayor o menor medida irreales, pero suavizada porque es una fantasía pobre, enmarcada en los límites de lo real.

No estoy diciendo que debamos ceñirnos a la literatura, a la música o al cine con connotaciones fantásticas, pero tampoco creo que tengamos que ceñirnos a la fantasía limitada. ¿Por qué negar una parte de la mente humana que es consustancial al Hombre?

Pos eso. Seguiré hablando de esto. O igual no. O puede.

Escuchad todos y cada uno de vosotros (hacedme caso por un día) "Evenfall" de Tristania. Es una canción de vampiros, de verdad, lo juro. Para acompañar una ensalada cesar con pasas, nueces y piñones y para beber todo y en grandes cantidades. Con y sin alcohol, con y sin gas, con y sin hielos, con y sin cafeína, pero sin parar. Maldito verano.

4 commentaires:

Lothi a dit…

Hmmmm, después de mis clases de Teoría de la Literatura con Gabriel (nunca me habían aprovechado tanto unas clases pasado el instituto...hacer el bup-cou de letras te da una cultura general-humanística de lo más majo, al menos en mi tuto...anyway, que me disperso) veo las cosas más en perspectiva, más con el rollo diseccionador crítico.
Me iba a poner con un poco de historia, recordando que la Fantasía (tal y como la entendemos) es practicamente un invento romántico, al recuperar el interés por la Edad Media y lo "raro y asombroso". Durante en Barroco y el Neoclasicismo, lo sabemos, no había espacio para los monstruos. (Influencia de la Poética de Aristóteles.) Lo maravilloso estaba reducido a la presencia de Dios, al menos en la Europa occidental y continental. Los ingleses, por supuesto, iban a su rollo. Shakespeare incluía hadas y espíritus en sus obras, y los franceses le miraban muy mal por ello. Pero no era Fantasía. Lo curioso es que los ingleses *creían* en ello. Hasta entrado el s XX, además, seguían manteniendo tradiciones feéricas. Y hay pueblos en Irlanda que se niegan a cortar tal espino para que los elfos no les castiguen...La Fantasía no era un mundo lejano, un reino paralelo e inalcanzable. No. Estaba a la vuelta de la esquina, en la Noche de Todos los Santos, en las Colinas de Somerset, en los Páramos del norte. Niños robados en sus cunas, Reinas que se llevaban a tu novio (el más hermoso mozo del pueblo, el de ojos grises y piel clara), Damas Blancas en cada torre, brownies en los molinos, perros negros que se llevarán tu alma, princípitos gemelos cruelmente asesinados, brujas en todas partes, Robin en los caminos, trovadores y criadas llevados al Bello Reino, un pago al Diablo cada siete años, criaturas acuáticas que roban tu reflejo o tu vida...Están en multitud de cuentos y baladas, sobrevivieron durante siglos, aunque perdían fuerza lentamente, reducidos a los cuentos de las niñeras, a las leyendas de los pueblos, supersticiones y demás. Los Románticos los llevaron a la luz de nuevo, y añadieron más personajes a Fantasía. (Es curioso, a nosotros la idea de ver un Elfo de verdad nos llenaría de entusiasmo. A un inglés entre los siglos digaaamos XII al XVIII le daría un susto del carajo. Incluso en el XIX. Creo recordar que en Cumbres se compara la aparición de Cathy Linton con la de un duende. Pero bueno, Cumbres está llena de cosas sobrenaturales.) La llegada de los Victorianos, sospecho, los redujeron a cuentos y fábulas, los rebajaron (de eso ya se quejan Tolkien y Lewis...aunque...bueno...ellos también desvirtuaron el original, aunque con más estilo y mejor resultado), hasta encerrarlos en la habitación de los niños. Las Hadas dejaron de ser complejas y se convirtieron en diminutos seres benéficos, vestidos con flores y regalando felicidad y caramelos. Y luego llegó el s.XX, y Disney. Es incalculable el daño que ha hecho Disney XDDD
Y aquí, hasta donde yo sé, no es que abunden las Hadas, los Elfos y demás. En el Norte (Navarra, Cantabria...), sí, bueno...pero lo que es del Douro para abajo, ni un triste Dragón. Debe ser el clima.
No sé si en Francia siguen la tendencia inglesa de creer en esas cosas, se me escapa y ya lo siento. Como mi campo son los guirilondios de la Isla Blanca...
Y ahora, sí, tienes razón. La Fantasía sigue en el cuarto de los niños. Pero ya no están los niños. Los estámos haciendo mayores cada vez un poquito antes. En el cuarto de los niños se quedan hasta los diez. Y no leen, vive dios. No es que de repente cumplas catorce y ya no molen los dragones y las princesas. Qué va. Eso ya no mola a los diez, puede que antes. Decía Sabina que las niñas no quieren ser princesas. Claro que no. Quieren ser modelos, o cantantes o putas de lujo. Quieren ser mayores,famosas y salir por la tele. Cuándo yo tenía diez años quería ser veterinaria o que me dejasen vivir Tirion (en serio XD. Y los niños, idem eadem idem. No tienen infancia, llegan antes de tiempo a la edad del pavo y se quedan ahí. Hace meses salió un reportaje en el País. Los sueños de las crías de catorce. Tener pecho, un coche, un novio, dejar de estudiar, salir en GH u OT, ser famosa, teñirse, hacerse un piercing, hacerse un tatuaje, entrar en la discoteca de mayores, llevar ropa de marca de dudoso gusto, salir hasta las seis de la mañana. Sinceramente, ¿qué les importa a esa gente la Fantasía? Ni la Fantasía, ni el Arte ni la Literatura ni nada. Será personas muy válidas, claro, como todo el mundo, pero se contentarán con una vida que a mí me parece vacía y sin gracia. Lo Fantástico se reduce a las pelis de miedo, a los cuatro sustos y a dios sabe que. Los libros son para aburrirse, las clases una tortura, la cultura algo que se aprende viendo Pasapalabra, y así todo.
Para colmo, y en otro campo que también se las trae, las editoriales hacen cosas alucinantes. Han descubierto el cierto tirón de Tolkien (por las pelis, que lo dejan masticado y sin tener que tragarte mil páginas) y salen cada mes libros cutres, sin profundidad, estúpidos e infantiles, sin ningún sentido, que ensucian el nombre (véase Eragon). Y no sólo con la Fantasía. A mí me gusta también la literatura que llaman "de mayores", seria y realista (básicamente, me gusta la Literatura, como a casi todos)...pero es que últimamente tampoco hay nada que digas "oh, qué grande". Debe ser cosa mía, pero de lo que veo que se vende...pues es la mitad una basura y la otra mitad...son autores reconocidos que a mí no me gustan nada. No sé.
Vaya parrafada, prima. Ya lo siento...Pero es que el tema me hace saltar de un lado a otro...tiene mucho jugo y me encrespa bastante.

Marcos Fernández a dit…

..Bien, bien... Me parece perfecto que la gente se explaye. De ese modo me siento mucho menos peor cuando se me va la pinza a mi. Ahora os invito a que hagáis lo mismo en mi Blog. ¡De verdad, que no es tan horrible! Pasaos de vez en cuando, seguro que os gusta. Además, el diseño es precioso, y cualquier tipo de comentario será muy bien acogido. Y dejando la publicidad superliminal de lado vuelvo al post de Azelaïs.

..No termino de comprender a qué llamáis fantasía y a qué no. Porque sí, me parece que todo esto de los elfos y los dragones es fantasía, aparezcan en Tolkien o en la tradición oral zulú. Pero también me parecen fantasía "Los Pilares de la Tierra" (que ya sé que os encanta) y "Mision: Imposible 2". E insisto, no encuentro muy clara la diferencia. Y claro, partiendo de esto no puedo llevar más allá la discusión.

..En la edad media (y como dice La Maiden)o mucho más adelante en otras culturas la forma realista de entender el universo es de tendencia fantástica; para ellos hablar de dragones no era hacer literatura. Y esta necesidad de fantasear, por ser intrínseca al Hombre (como ha anotado Azelaïs), se extiende hasta nuestros tiempos. Bien, la fantasía clásica era mítica, la medieval feérica, y la nuestra ciencioide y religiosa, pero la diferencia no está en la forma si no en el contenido. Es cierto que se ha perdido y dulcificado la "fantasía" feérica, pero estos cambios son connaturales al avance de nuestra mentalidad (ahora, lea "The Sandman" de Neil Gaiman quien piense que ha desaparecido totalmente). La necesidad fantasiosa se ha desplazado con otros tipos más apropiados para nuestro tiempo. Aunque nos parezcan poco elegantes, vacíos y carentes de forma... pero es que el grueso de nuestros coetáneos es así, señoritas.

..Ahora, tampoco nos engañeos. Los niños de ahora no leen mucho más que esas revistas que nombráis (lo más lo más Harry Potter, y a mi no me basta), pero tampoco lo hiciéron los chavales del romanticismo, ni los del renacimiento, ni los de ninguna era antes que esta. De hecho es evidente que tenemos una media cultural muy superior a las anteriores. Quizá sea precisamente el conocimiento más plausible del universo el que ha redirigido la fantasía de nuestra era a otros campos.

..El Hombre tiene esta necesidad de fantasear, y nosotros más que otros. Esta es la imaginación, la creatividad; y a lo largo de la historia nos ha empujado en la ciencia, en la literatura y la conciencia mítica colectiva.

..Ahora, algunos son visionarios y exploran el horizonte y los límites de la razón; otros son catárticos y reniegan de todo arquetipo y forma estable para arrojarse a la creación más pura; y otros miran con añoranza hácia atrás y se recrean en los cimientos del alma del Hombre presente. Pero el motor de todos estos Tipos es el mismo.

..Por eso pienso que vuestra conversación no trata sobre fantasía, si no sobre literatura. Aun así estoy seguro de que podéis llevarme la contraria.

Lothi a dit…

Por supuesto. Aunque sólo en un punto.

"Ahora, tampoco nos engañeos. Los niños de ahora no leen mucho más que esas revistas que nombráis (lo más lo más Harry Potter, y a mi no me basta), pero tampoco lo hiciéron los chavales del romanticismo, ni los del renacimiento, ni los de ninguna era antes que esta. De hecho es evidente que tenemos una media cultural muy superior a las anteriores."

Es cierto y no lo es. Si bien el acceso a la educación es más amplio, y por tanto la cultura está generalizada, personalmente no creo que los chavalitos del Renacimiento se parezcan a los nuestros.
El chico medio del Medievo, Renacimiento, del Barroco, del Romanticismo, de la Revolución Industrial...de cualquier época de la Historia hasta el s.XX y la generalización de las escuelas y los planes de estudio para todo el mundo (me parece obvio añadir que no puedo estar más de acuerdo con la generalización de la Cultura) evidentemente *no* tenía acceso a la Literatura. El chico medio (y no hablemos de las mujeres, que..) no sabía leer. O no lo hacía muy de corrido.
Para que la comparación sea válida hay que extrapolar. Los jóvenes que podían leer (que sabían hacerlo y tenían los medios para comprar libros) leían. Y leían cosas bastante sorprendentes. Boecio, por ejemplo, no dejó de leerse en siglos. (Y es farragoso, el pobre. Y aburrido. Yo no pude con él, y eran sólo fragmentos.) Y las exigencias renacentistas eran amplias, amplias. Un caballero tenía que saber de todo, y todas las Ciencias estaban interrelacionadas (si bien es verdad que eran menos masivas que ahora...)
Sobre el tipo de personas que leía,
por ejemplo, podemos tomar novelas de los siglos XVII al XIX. Me centro en las inglesas, lo siento, sigue siendo mi campo.
En Jane Austen se da mucha, mucha importancia a lo que lee la gente. Una dama bien educada lee libros de poesía, filosofía, moral e historia. Las no tan finas, leen novelas góticas. Un campesino bien situado, pero de clase inferior, lee un poquito, sobre todo el periódico, cuando tiene tiempo (él trabaja, a fin de cuentas). En las hermanas Brontë, por ejemplo, los libros que posee Catherine Earnshaw (y su uso)dice mucho de la burgesía rural, y Jane Eyre no tiene demasiado contacto con ellos en su horrible internado para chicas pobres. Pero ellas hablan de una minoría, de la burgesía más o menos rica, cuando no de la clase alta, de los propietarios de tierras, rentistas y grandes comerciantes, dueños del dinero, la tierra y el poder. (Y los medios de producción, para completar XDDD)
Pamela, de Fielding, es todo un prodigio porque sabe leer y es una criadita. Tess Duberfield ha estudiado en el colegio de su pueblo, hasta los once o doce años (estamos a finales del XIX), pero su madre y su padre son casi analfabetos.
Es decir, la gente leía, pero no la mayor parte de la población. (Y eso en Inglaterra, ligeramente más civilizada en ese sentido que otros países. Francia, sospecho, estaba algo más avanzada aún, pero no puedo poner la mano en el fuego. No tengo demasiados datos del sistema educativo francés...)
Concluyendo, la gente que podía leer lo hacía con gran entusiasmo y en mayor porcentaje que la gente que puede leer actualmente y lo hace.

En lo demás, todo de acuerdo. Quizá es que nosotras apreciamos más la Fantasía (los mundos de ensueño, la otra realidad, las explicaciones a los sucesos que el hombre no puede desentrañar...no sé como llamarlos) que emana de obras más antiguas, más tradicionales. Arquetipos más antiguos (soy una gran fan de los arquetipos) que no han dejado de evolucionar, que siguen ahí con otros nombres, pero que nosotras seguimos llamando con los antiguos. No sé donde leí (sería en un blog...) que los héroes siguen entre nosotros, con otros nombres, pero misma esencia. Quizá sea eso. Las historias, los cuentos, siguen siendo los mismos, porque siguen siendo necesarios, aunque su forma haya cambiado.

Anonyme a dit…

Como siempre muy interesantes vuestros comentarios ¡y muy eruditos! tendré que esforzarme ;) Mi formación humanística no es tan completa.
Lo que expongo son ideas inconexas mientras reflexiono sobre esto una especie de "autobrainstorming" ;) así que tampoco hay que tomarlo al pie de la letra, pero quiero aportar mi granito de arena.

¿Hablamos de Fantasía o de la pérdida de la inocencia? Matrix por poner un ejemplo, tuvo mucho éxito en todo tipo de gente (incluso las púberes adoradores de la silicona, supongo)y se puede considerar fantasía ¿no?
A mucha gente le atraen las leyendas o los cuentos de misterio o las historias de templarios esotéricas(El Código da Vinci....¿también se podría considerar fantasia?) XDDDD
No sé qué habrá cambiado.
Sí que es verdad que la gente no se toma la molestia, el tiempo ni el esfuerzo necesarios para leer. Vivimos en tiempos en que se desea la recompensa rápida. La tele vende modelos de exito facil y rapido. Y cuanto mas cutre y analfabeto eres y menos dignidad tengas, mejor. Si esas gentes del renacimiento...y esas épocas se hubieran enfrentado a estas "circustancias" ¿habrían sentido el mismo amor por la cultura?
Los avances científicos y tecnológicos así como la progresiva secularizacion de la sociedad han hecho que entendamos el mundo de otra manera, que muchas de lasa cosas que antes eran "misterios" ahora tengan una explicación ¿ha podido esto quietar encanto, misterio y por ende, fantasía a nuestro mundo?
Para mi la fantasia son explicaciones hermosas a lo que no entendemos o creaciones de mundos mas bellos o interesantes o diferentes a nuestra prosaica realidad.
Perdonan mi incoherencia, son las 4 de la mañana, estoy de guardia y tengo sueño. Pero el tema es muy interesante
Seguid aportando, aprendo mucho con vosotros
Un besote
Olatz