lundi, février 27, 2012

Vint i ocho de febbrero de MCCXXVI: "XIII Symposium de la Universidad de Miskatonic"


Como ya adelanté hace unas entradas, habíamos reservado este finde para ir al vivo de Cthulhu que organizaban Carlos (Lemur), Héctor (Joju) y esta gente de Barcelona. Ya he comentado en muchas ocasiones que me producen cierta suspicacia las partidas de Cthulhu porque he tenido unas cuantas experiencias desastrosas. Sin embargo, había oído hablar con bastante entusiasmo de las partidas de mesa que Carlos organizaba en Barcelona y, conociéndolo, sabía que eso tenía que ser tremendo. Además, Joju, Marc, Joan, Marta y toda esta gente hacen un equipo estupendo y teníamos muchas ganas de ver a toda esta gente. Abreviando... que no me apunté por ser un vivo de Cthulhu, sino porque sabía que necesariamente sería muy bueno.

La calidad del vivo se dejó ver tiempo antes de la partida. En todo momento tuvimos absoluta disponibilidad de los másters y recibimos información, reglamentos e incluso buena parte del contenido de las fichas de personaje con algo más de un mes de plazo, lo que se agradeció muchísimo a la hora de preparar vestuario y atrezzo y de ir haciéndonos a la idea de lo que íbamos a jugar.

Sobre la temática, consiguieron reunir toda clase de clichés que un jugador quiere ver cuando se apunta a un vivo de estas características: había sectas chungas, dioses varios, antiguos sanatorios, cementerios indios, espíritus, criaturas malignas... un poco de todo y todo entremezclado de manera impresionante. Los fanáticos de Cthulhu y de Lovecraft dijeron que se habían permitido más de una licencia, pero ya estábamos previamente avisados de que eso podía suceder con objeto de conseguir una buena trama y no creo que a nadie le pareciera mal que los perros de Tíndalos no nos mataran conforme aparecieron la noche del sábado.
Eneko y yo haciendo el subnormal con las cabezas de los Perros de Tíndalos. Eran tan impresionantes que tuvimos que sacarnos la foto aunque Carlos nos mirara con terror, jajaja. Los bichos no eran sólo cabezas, por cierto: tenían garras y cola. Los unos llevaban espinas en la espalda y el otro capa y unas hombreras enormes. Todavía no doy crédito a cómo podían molar tanto.

El vivo se desarrolló en dos partes: en primer lugar, la Universidad de Miskatonic celebraba un Symposium al que fuimos convocados una treintena de científicos expertos en toda suerte de temas paranormales: ovnis, fenómenos "naturales", fantasmas, religiones, criaturas extrañas... etc. La intención era conocernos y que cada uno preparara y presentara su ponencia para conseguir ganar el premio que se adjudicaba al mejor. A lo largo del viernes y el sábado fuimos estudiando las diferentes materias, compartiendo información, conociendo al resto de los científicos y viendo cómo la Universidad pintaba más chunga que si nos hubieran convocado en el cementerio de la mansión de Drácula con el personal a su servicio. Poco a poco íbamos viendo que se iban concentrando demasiados elementos alarmantes: presencia evidente de sectas en la universidad, criaturas dispuestas a terminar con nosotros (el limo verde y el mejillón, grandes protagonistas del Symposium), un dios malísimo y para colmo de males, una estrella roja que amenazaba con engullir la Tierra. Mientras tratábamos de salvar el mundo y nos indignábamos con la Universidad, las investigaciones prosiguieron hasta el momento de las ponencias.

El "Desbrumador", causante de que nos fuéramos todos a freír churros. Por cierto, una pasada el aparato y las gafas, cómo se lo curra la gente...

Sin embargo, la trama cambia drásticamente cuando uno de los participantes, que presentaba una máquina para viajar entre planos; el "Desbrumador", abre un portal equivocado que hace que nos quedemos atrapados, absolutamente colgados en un plano desconocido y perseguidos por unas criaturas muy chungas. El cambio de argumento me pareció absolutamente magistral. La interrupción de la partida del sábado fue una mezcla de "nooooo parar ahora nooooo!!!" y "¿cómo rayos vamos a continuar mañana? ¡si estamos condenados y nuestras tramas anteriores no tienen ningún sentido ahora!". Pero no, el domingo nos dedicamos todos a salvar el pellejo, solitariamente o en compañía, a investigar los portales que estaban abiertos por la casa y a huir de los perros de Tíndalos que afortunadamente no atacaban a nadie que se estuviera quieto. Sí, vale, debió de ser otra licencia, pero estaba ya avisado en las profecías de San Vaselino. Por cierto, que menudo yuyu más grande daban los perros. Hacían que ver el cielo rojo desde las ventanas de la sala principal fuera "sin más".

Hay dos apectos muy importantes a destacar en cómo llevaron a cabo toda esta ida de olla: en primer lugar, las tramas eran impresionantes. No había ningún personaje malo, todos tenían tramas muy elaboradas y todo lo que estaba en juego estaba relacionado de una u otra manera con lo demás (el esquema de todo esto tiene que ser de locos). Además, las habilidades de cada personaje no bastaban para poder realizar sus objetivos y sus investigaciones, así que todos los jugadores nos vimos obligados a interactuar unos con otros y al ayudarnos íbamos desvelando cómo lo que estaba buscando éste se parecía al objeto de la investigación de este otro, o estaba relacionado con algo que uno había leído en un libro o que el de más allá había oído hablar al del fondo.

Por otra parte, los másters trabajaron con un sistema de juego bastante diferente a lo que estamos acostumbrados a ver. Prácticamente todas las acciones importantes para la trama (investigar, utilizar un objeto para hacer algo, abrir cerraduras, solicitar un tomo de la biblioteca...) se resolvían por medio de tarjetas que los jugadores entregábamos a los másters. El número de tarjetas por jugador estaba delimitado y perder cordura (y sufrir un trastorno) ocasionaba también una pérdida de tarjetas de acción. Se recuperaban tarjetas en algunos momentos de la partida y también al interpretar bien los trastornos generados por la pérdida de cordura.

El sistema de cordura era también muy bueno... Cada uno teníamos nuestro sobre de puntos de cordura que teníamos que entregar a los másters cada vez que una acción nos perturbaba. Lo interesante es que en el sobre venían también sobres de trastornos (leve, grave e incapacitante) con más puntos dentro si se nos acababan los que estaban sueltos. Obviamente, al abrir los sobres de trastorno, el jugador sufría el daño en cuestión y los había finos. Por desgracia, no perdí cordura suficiente para abrir ninguno de mis sobres. Maldita sea, con las ganas que tenía yo de hacer el pata.

Yazston y yo posando un poco en la habitación antes de bajar a jugar

El sistema de juego era, en resumidas cuentas, muy sencillo y muy jugable. Todos los jugadores lo habíamos recibido en nuestros correos con bastante margen antes de la partida, en unos documentos de apenas cuatro páginas cada uno en el que todo estaba perfectamente detallado. Una gozada. Me gustó mucho desde el principio aunque, como explicaré luego, podía presentar ciertas complicaciones.

A esto se le suma la buena calidad de los jugadores que fueron. No diré que haya sido un vivo "para colegas" porque estaba abierto para todo quien pudiera apuntarse. Sin embargo, las plazas eran reducidas y los que teníamos claro que eso iba a merecer mucho la pena copamos buena parte en poquito tiempo. El resultado fue una muy buena calidad de jugadores. Mucha gente con muchas ganas de jugar y que no se anduvo con tonterías. Todo el mundo se metió en su papel, colaboró con el resto, desarrolló sus tramas y las de los demás y disfrutamos como enanos.

Asistentes a las ponencias. Unos con unos intereses y otros con intereses muy diferentes. A destacar el buen nivel de jugadores.

¿Fue todo perfecto? No, la ley de Murphy determina que siempre hay algo que se escapa y en esta ocasión, por desgracia, fue un tema logístico. Habían probado el sistema de tarjetas en una partida de testeo anterior y no había dado ningún problema, así que no esperaban tenerlo en ésta. Sin embargo, varios problemas encadenados (sistemas operativos diferentes, impresoras tocando la moral...) derivaron en retrasos a la hora de recoger las tarjetas y entregar la información que se solicitaba con ellas. Además, cuando el asunto funcionaba bien, se había acumulado tarea y no había posibilidad de imprimir todo lo que se solicitaba. Esto hizo que la partida se entorpeciera en algunos momentos e incluso que hubiera un par de horas el sábado por la tarde en la que prácticamente no se pudo avanzar a partir de tarjetas. La situación se solventó bastante bien porque las tramas eran tan buenas y la gente estaba tan metida en los papeles que el personal se dedicó a compartir tramas, tratar de sacar conclusiones a partir de lo que ya se sabía... etc. En cualquier caso, a partir de media tarde se fue solucionando el tema y tarjetas e información volvieron a circular con fluidez y no volvió a haber ninguna interrupción.

¿Qué se podía haber hecho para que no se atascara el tema de las tarjetas? Aunque el sistema en general gustó mucho, hay quien opina que fluiría mejor si las tarjetas sirvieran únicamente para la búsqueda de información y no para resolver todas las acciones. Yo creo que simplemente habría salido perfecto si no habieran tenido ningún problema informático. En cualquier caso, estoy segura de que se estudiarán las opciones y se buscarán alternativas para solventar estos problemas logísticos en la próxima partida.

Como digo, el balance general de la partida es muy bueno pese a estas cuestiones y creo que puedo decir que fue una de las mejores partidas de rol que he tenido la suerte de jugar. Muchas gracias a todos los organizadores por todo el trabajo que se tomaron, porque fue increíble (así de agotados estaban los pobres el último día). Másters y PNJs hicieron una labor realmente buena, tanto previamente como durante la partida, pese a los problemas que se les presentaron. Agradezco también a todos los jugadores por sus interpretaciones (y por majos, coñe) y por supuesto, a la delegación norteña. Una vez más, ha sido un placer jugar con ustedes, caballeros.


Delegación norteña. Me gusta más la foto de Savo en la que salimos haciendo el imbécil, pero aquí también estamos estupendos, qué leches.

Recomendando... dormir. Ni té, ni música, ni cuernos (cuernos muchísimo menos, ni portales, ni nada, por favor), dormir y descansar como está mandado.


5 commentaires:

Azelaïs de Poitiers a dit…

Se me olvidaba comentar que ahora soy la Portadora del Grial. Para que no haya equivocaciones...

Tata a dit…

Uau! Qué pedazo de review, eso es currárselo y lo demás son tonteridas.
Muchisísimas gracias por estar ahí y darlo todo, de verdad. ¡Ha sido mi primer rol en vivo grande y ya me muero de ganas de meter mis narices en otro!

Pau a dit…

¡¡Que gustazo tener jugadores como tú!!

¡¡Muchas gracias por haber venido y por este magnífico artículo!!

Un fuerte abrazo

Gaueko a dit…

Treeeemenda envidia...

Pero el post merece la pena. Y, que raro que no hayas cargado más las tintas contra la maldita informática
;-P

Saludetes

Azelaïs de Poitiers a dit…

Gracias a vosotros, Pau, por habernos ofrecido semejante evento.

Gracias también, Tata, por el comentario, pero no sé quién eres, jajaja ¿más datos?

Y David... los másters aseguran que harán una segunda parte, ya sabes que merecerá la pena. Sobre la informática... considerando el uso que le doy a mi portátil y actualmente a mi smartphone, no soy quien para quejarme, y menos teniendo a un consorte a quien la informática le da de comer (y de pagar su parte del alquiler y eso, jajajaja). A mí me beneficia mucho que exista aunque yo sea una completa negada en la materia y si lo soy es básicamente porque windows ya hace el trabajo por mí.

Amos, que yo contra la informática no cargo mis iras, a mí lo que no me gusta es Mac, pero por tocar la moral (aunque realmente no me ha gustado en mi vida y, aunque reconozco que me gusta mucho el diseño de los portátiles, los ordenadores de mesa me parecen horrorosos y el resto de productos excesivamente caros para lo que ofrecen).