samedi, décembre 10, 2011

Dieç de diziembre de MCCXXV: "Incursión consumista a la France"

El otro día hicimos una minivisita a Bayona, con el mero afán consumista de asaltar el mercado de Navidad. Hacía tiempo que queríamos darnos un paseo por ahí para visitar alguna que otra tiendecilla y sobre todo para ver alguna de las tiendas militares que hay por esos lares y el mercado nos dio la excusa. Otra excusa fue aprovechar la fiesta de la Constitución, porque teníamos fiesta nosotros y obviamente los franceses no, pero desgraciadamente no fuimos pocos los españoles que tuvimos esa misma idea. En cualquier caso, supongo que todo estaba mucho más transitable que cualquier sábado. La visita al mercado navideño fue bastante decepcionante, la verdad. Tenían algunas tiendas con bisutería y platería monas (que quieren, estas tiendas me pierden, siempre encuentro cosas de interés), comida varia (ains, el vino especiado que al final no degustamos) y demás, pero nada que no se pueda encontrar en cualquier otro mercado y, si me apuran, tampoco me pareció especialmente grande. En Pamplona, en Zaragoza y en cualquier otra ciudad con mercado navideño ofrecen cosas similares sin tener que ir hasta allá. Rober y Nuria comentaron que otros años sí se ven más cosas, que a fin de cuentas los puestos se alquilan y claro, la cosa cambia mucho según quién los tenga. Con esto no quiero decir que la visita no mereciera la pena. Me gustó mucho el paseo por el centro de la ciudad. Las afueras, como es característico en Francia, tenían una pinta horrorosa pero fue todo pasar el río y... la ciudad es preciosa y os recomiendo mucho la visita. Eso sí, siempre que no seáis como Raziel y penséis que no mola visitar ciudades viejas, sucias y rotas. Yo soy de las que creemos que tienen mucho encanto. ¿Nos gustaría vivir ahí? Más bien no, la verdad, pero visitar Bayona es un lujo.

Juraría haber sacado muchas más fotos, pero resultó ser que no... me encantó Bayona, en cualquier caso. Habrá que dejar más constancia en la próxima visita.

Tampoco diré que fracasara el plan consumista, no os vayáis a pens
ar. Visitamos la tienda militar que tenían éstos fichada y bueno... diré que tampoco era para caerse de espaldas. Había mucha ropa, pero no especialmente fascinante. No había casacas de soviets ni uniformes de las SS, quiero decir, aunque sí había alguna cosa maja. Cantimploras, teléfonos de la II Guerra Mundial (por 100 euros, que tampoco es un atraco a mano armada)... etc. En cualquier caso, como no vimos nada que nos tirara de los pelos, no hicimos mucho más que darnos una vuelta... y comprarnos unos gorricos de esos planos. Empezamos sacando fotos desde todos los ángulos posibles con intención de sacar patrones y hacerlos... y luego nos dimos cuenta de que, por siete euros, era una tontería no comprarlos así que... en la primera visita me cogí yo uno y luego éstos se picaron y, cuando volvimos por la tarde, hubo gran entusiasmo en la compra de gorricos. Con esto no descarto hacer alguno que otro con vistas a Rúnicos. No tienen complicación alguna y quedan aparentes.

Estilo Rúnicos 2012 (se hagan o no, ya han marcado tendencia) gracias a los gorricos masmolan. En realidad estaba bebiendo patxaran pero doy el pego para soviet ¿no?

El otro objetivo consumista del día ya lo habíamos fraguado Nuria y yo antes de ir... y no era otro que visitar todas esas tiendas de delikatessen y productos varios que los franceses tienen y nosotros no. Nos tiramos una hora deliberando qué comprábamos en "La Belle-Iloise", una conservería con unos productos impresionantes (deliberando las chicas, ellos nos abandonaron para irse a la tienda militar... una vez que comprendieron que la cosa iba para largo). Al final terminamos por comprar una selección de patés de diversos productos... de atún blanco a la albahaca, de atún a la parmesana o de salmón al estragón... siete latitas que cogimos para repartir entre Nuria, Bea y yo. Después de hincarle el diente a la de sardinas al whisky he llegado a la conclusión de que teníamos que haber comprado más cositas, aprovechando el viaje y que, a fin de cuentas, tampoco son productos caros para lo que son. Evidentemente cuestan algo más que el paté de la piara o el atún calvo pero... no tiene color. A ver si en la próxima incursión probamos las sopas o las conservas para consumir con pan calentito...

Visitamos también una charcutería donde
vendían delikatessen varias a precios más elevados pero que, según nos dijo Nuria... eran completamente adecuados a lo que se vendía, así que hicimos caso y, como somos muy formales, las tres compramos alguna cosilla para probar. En mi caso me quedé con una lata de pato desmigado que tiene una pinta fina.

Terminamos con el centro de la ciudad investigando u
na tienda de té, como no podía ser menos. Se trata de la "Compagnie Anglaise des Thes". Las selecciones eran estupendas, el té de muy buena calidad y la dependienta encantadora. Ahí la tuvimos sacando latas para que oliéramos éste o aquél. El único fallo que les vi fue que no tenían una carta con lo que contenía cada mezcla, con lo cual había que preguntarle para decidir lo que queríamos. ¿Qué quieren que les diga? es que con el té soy muy friki y prefiero hacer una selección preliminar, jajajaja. De todas formas, me quedé con un verde con cítricos, "Corsica", y un Earl Grey con flores azules. Ambos muy ricos aunque creo que me habrían gustado más otras mezclas. Lo dicho, es lo que tiene consumir tanto té...

Lo dicho, no hice fotos suficientes, así que se las mango con todo mi morro a Savo, que hizo algunas bien chulas. Aquí, buena parte de la comitiva, en pleno paseo.

Finalmente, en las afueras, visitamos un supermercado de productos orientales que deja el súper chino de Zaragoza en tienda de barrio. Madre mía qué cantidad de producto había ahí dentro. Como no teníamos planificado comprar nada del estilo, cogimos un poco al buen tun tun productos varios, como mirin, ramen, sake o fideos. En mi próxima visita creo que iré con lista de la compra.

¡Botín! Tenía que sacarle una foto, soy así de friki. Faltan las latitas de "La Belle-Iloise", pero se quedaron en casa de Nuria pendientes de redistribución. Beaaa si me lees, tengo tus latas, jajajaa. De hecho, no tengo claro cuáles son mías y cuáles no, así que prudencialmente he probado la de whisky, que seguro que era para mí. Está buenísima.

Y bueno, esto es un poquito lo que hicimos por ahí... amen de comer unos crêpes estupendos a mediodía y dejar sin tocar el vino especiado. Pendiente quedó comprar chocolate aunque estuvimos mirando con ojos golositos un par de escaparates. Supongo que nos daba un poco de yuyu dejarnos más cuartos de la cuenta... a fin de cuentas queríamos probar de todo un poco, jajaja. Lo dicho, para la próxima vez ya iremos con lista de la compra y diversos productos ya catados. Por cierto, que la carta "excursión consumista a Bayona" hacía combo plus plus con la carta "llevarse a Nuria". Como la moza ha estado viviendo por esos lares, tiene más que calculadas las tiendas que hay que visitar, lo que resulta un lujazo para guiris inexpertos de nuestra categoría, ejem.

"Disfrutando" de un bourdeaux que resultó no ser tan rico como podía... jajaja. Amos, que nos pusieron el vino de la casa y no estaba muy allá, pero los crêpes y los postres estaban estupendos. Otra foto usurpada a Savo.

Por lo demás... la compañía, inmejorable. Ya hacía tiempo que teníamos pendiente Rober y yo ese viaje y luego lo apañamos con Nuria... pero al final fuimos una buena comitiva y terminó por ser una excursión estupenda, a ver cuán do apañamos más del estilo, gente, que mereció mucho la pena. Sospecho que la próxima vez se nos va a apuntar gente a saco, jajaja. Mención aparte fue la cuestión del tiempo. Cuando pusimos el pie en Bayona estaba cayendo toda el agua del mundo y no quiero ni hablar de cuando nos fuimos... pero en general el tiempo se portó bastante bien y nos pudimos pasear sin tener que sacar los remos. ¡Menos mal! Para una vez que nos animamos a montar algo fuera...

Ya que le he mangoneado con todo mi morro las fotos a Savo, subo ésta en la que sale todo guapetón. El gorrico militar combinado con blanco y negro da un bono al molonaje, aunque aquí además tiró de carisma ¿que no?

Recomendando... el Earl Grey con flores azules, por supuesto, y un poco de música... esta vez el "Quutamo" de Apocalyptica.

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