dimanche, septembre 11, 2011

Onçe de settiembre de MCCXXV: "Costura y Patrimonio"

Mi última visita a la capital del reino coincidió con la celebración del Privilegio de la Unión. Esto, que conmemora la unión de los tres burgos de Pamplona bajo una misma bandera, fueros y mandato, no es otra cosa que una excusa para montar el típico festejo medieval que se cada vez más se va viendo en todas partes. Os habréis ido percatando de que las fiestas medievales van cundiendo de mala manera en este país. Diré que a mí me parece estupendo, ya que todos conocemos a gente que saca buena parte de sus ingresos de mercadillos y festejos de este tipo. Además, salir a ver puestos y disfrutar de las actuaciones siempre es una buena opción para pasar el día. Puestos y actuaciones que, ya se sabe, no tienen por qué ser medievales ni nada que se le asemeje, pero es fácil hacer la vista gorda aunque se estén ofreciendo patatas cocidas y platillos de vidrio trabajado con métodos actuales, o que los vendedores estén atrezados con vestimentas de corte bastante actual, inspirada en películas y en dibujos de lo que podemos considerar "la Edad Media imaginada", que bien poco tiene que ver con la real. Un año de estos me gustaría hablar largamente sobre lo que se piensa sobre ciertas costumbres y ciertos asuntos relativos a la vida privada en la Edad Media. En cualquier caso, lo dicho, es divertido darse una vuelta y de paso apreciar la labor de ciertos artesanos. Había puestos muy buenos de artículos de cuero o de madera, asuntos en los que me encantaría probar suerte algún año, pero suele suceder, nunca hay tiempo para todo y a estas cosas hay que dedicarles bastante.

Me gustó mucho también ver una exhibición de cetrería. Es
cierto que cada vez más se va incluyendo como espectáculo en estos eventos, pero hasta la fecha no había tenido la suerte de ver a estos bichejos en acción. Los bichos, preciosos, hicieron gala de un buen adiestramiento y se me pusieron los dientes largos, así que he decretado que de mayor quiero un azor y un mochuelo. Si alguien me los quiere regalar, le estaré más que agradecida. Que me los envíe ya educados y con un cuidador experto, por favor, que tampoco ando muy bien de tiempo para ocuparme de estos asuntos, ejem.

No se podía sacar fotos con flash de los bichos, por si se asustaban, así que he sacado varias fotos en las que se les ve en oscurillo mientras que se ve con total claridad a la gente que estaba viéndolos. Es lo que hay. Pero eran tan guapos que no pude menos que sacarles unas cuantas fotos.

Coincidiendo con estos festejos, me comentó mi madre que había estado hacía pocos días en una exposición de trajes y tocados medievales y renacentistas en el Palacio del Condestable. Para quien no se haya paseado por m
is tierras, el Palacio del Condestable era el único palacio del siglo XVI conservado en Pamplona, en pleno centro. Digo "era", porque a día de hoy, y tras una lamentable restauración finalizada en 2008 y prepetrada bajo el beneplácito de Principe de Viana, institución más que controlada por el gobierno de UPN (nuevamente, Barcina, so zorra, te apreciamos mucho, oh sí), se ha convertido en un bonito edificio del otro día. Visto el horrendo estado en el que habían dejado la fachada (una horrorosa pantalla de cemento armado donde antaño hubo sillares), me había negado a entrar hasta la fecha, por miedo más que por otra cosa. Sin embargo, como el tema de la exposición de trajes me interesó bastante, no me quedó otra que poner las patas dentro.

Pues bien... si la fachada ha quedado en un estado lamentable, el interior no os quiero ni contar. Paredes de cemento armado con un estilo del otro día, vigas de madera de factura tan reciente que olían a nuevo... estremecedor. Esta clase de atentados contra el patrimonio deberían ser penados por ley, puesto
que desgraciadamente se trata de daños irreparables. Digustos aparte, diré que la exposición me gustó bastante. No se trata de trajes realizados por modistas actuales basados en diferentes pinturas de época. Son trajes y tocados que datan principalmente del periodo medieval, aunque alguno se escapa hasta el siglo XVII. Se tomaron como modelos vestimentas principalmente navarras, completando la colección con trajes vascos y de Iparralde. Diré que la reproducción del vestuario es muy buena y la factura espectacular. La exposición está además muy bien presentada, con tarjetas informativas de lo que se expone y fotografías de las pinturas originales en las que se basan los modelos. Sencilla, pequeñita pero muy bien realizada. Aviso, eso sí, que no tiene nada que ver con lo que se encuentra alguien que visita un museo del traje. A fin de cuentas, son reproducciones y no modelos originales y, además, apenas es una sala de visita.

Señora roncalesa del siglo XVI. Había que tenerlos muy bien puestos para llevar esos tocados en la cabeza, y ni siquiera es de los peores... El modelito, en cambio, me encantó.

Sin embargo, si tengo que poner alguna pega, será en lo referente a los tejidos utilizados. Aunque algunos trajes sí están confeccionados en linos y otras telas habituales en las diferentes épocas, en algunos el poliéster o el terciopelo chirriaban un poco "a nuevo". Es eso o que una tiene una cierta deformación profesional cuando va a ver esta clase de cosas, reconozco que en todo lo referente a exposiciones de corte medieval soy bastante tiquis-miquis. En cualquier caso, insisto en que es una visita muy recomendable y muy original para los tiempos que corren, siempre que podáis superar el tremendo asco que conlleva ver el estado en el que han dejado el palacio.
Por lo demás y, como podéis imaginar, una friki, y más una que le da a la costura en sus ratos libres, no puede menos que entrar y sacar fotos hasta de los carteles. Entré en modo bershérker y fotografié todo lo que me pareció. No sé si la gente que andaba por ahí de visita me miró mal entonces o fue cuando vi un traje del XV y dije "ahí va, si éste me lo hice yo hace años" y mi madre contestó "huy sí, el otro día se lo comenté a una amiga mía cuando vinimos a ver la exposición". Os podéis imaginar el concepto que tendrá de mí la buena mujer. Aunque, para qué nos vamos a engañar, supongo que es el que tienen los que os rodean de buena parte de los que asomáis por aquí. Poco más.

Recomiendo a los Muse cantando "Feeling Good". Me encanta esa versión. Eso y un té turco de manzana como el que me compré en los puestos y me dejé en Pamplona. Sigh... tendré que esperar a mi próxima escapada por el reino para probarlo.

4 commentaires:

David Arrarás "Gaueko" a dit…

Me gusta la historia (aunque es casi como afición secundaria...), y me suelo fijar mucho en los edificios antiguos. Cuando hice, hace unas semanas, parte del camino de santiago me quedaba observando cada escudo de armas y casa/palacete/casona antigua que encontraba en los pueblos.

Así que me ha dado curiosidad lo que comentabas del Palacio del Condestable y he buscado unas fotos por internet... y me hago una idea del crimen que dices que han cometido.

Para matarlos... Ò_Ó

Asier G. a dit…

Con respecto a lo que la gente piensa de la Edad Media y tal... la mejor comparativa como siempre la hace Futurama con respecto a lo que en el futuro piensan de nuestra época (sale en muchos capítulos xD).

Y eso, a ver si te vemos vestida de señora roncalesa :P

keleb-dûr a dit…

los tocados vascos medievales también son maravillosos jajjaja cualquier día me pongo a elo no creas. Personalmente sí soy tiquismiquis con el tema de los mercadillos medievales, pero porque me da rabia que la gente se quede con esa idea de lo medieval. Creo que todos estos eventos deberían ser más didácticos y, por ende, más exhaustivos a la hora de recrear la historia. Y si no, que no lo llamen medieval leñe! que lo llamen de fantasía o similar. Además, si se hicieran correctamente históricamente hablando no creo que perdieran un ápice de interés y espectacularidad ;)

Azelaïs de Poitiers a dit…

Lo triste es que en Pamplona llevan un carrerón de hacer esa clase de chapuzas que dan ganas de ahorcarlos a todos, David. Gobiernos malos hemos tenido unos cuantos, pero hemos seguido tirando... pero estos van a dejar cola.

Tremendo lo de Futurama, Fiondil. De todas formas, aún es más gore... en el futuro reconstruirán nuestras vidas como les parezca, pero al menos tendrán información hasta sepultarse de lo que hacemos ahora. El problema será cómo la interpreten. De la Edad Media en cambio se sabe muy poco. Un profesor mío decía que lo que sabemos y lo que podemos saber es el equivalente de mirar una habitación por el agujero de una cerradura... y obviamente no poder tocar nada.

Estoy contigo en que estaría bien que estos mercados fueran más exhaustivos, Keleb, pero asumo que esto no va a pasar en demasiado tiempo. Al menos no en este país. Diré que últimamente se empiezan a ver cosas como objetos de uso cotidiano (principalmente de tipo rural) y métodos de tortura (de ambas cosas había buen muestrario el otro día en los festejos del Privilegio), pero queda mucho por recorrer y seguiremos viendo gente mal vestida vendiendo ceniceros de vidrio.

Por lo demás, cuando quieras quedamos para hacernos unos tocados de esos. Había treinta y pico en la exposición, nada menos. Lo dicho, curiosos de ver, pero no tenían que ser nada agradables para llevar puestos, jajajaja.