vendredi, juin 10, 2011

Dieç de iunnio de MCCXXV: "Tela"

Llevaba mucho tiempo sin ponerme a coser. Concretamente desde Crónicas, que hice un par de apaños y poco más. Desde entonces tenía el costurero muerto de risa y me picaba bastante, porque me regalaron por fin una máquina de coser y tenía muchas ganas de ponerla en uso. Hasta la fecha, creo que yo era la única petarda que seguía haciendo todo a mano. Y no hablo de hacerme una túnica para un vivo, sino, por ejemplo, el vestuario completo para cuatro personas en EFEYL 2009. Una currada importante, síp, pero la peor parte es que invertir tanto tiempo en coser tanta cantidad invalida toda posibilidad de hacer acabados decentes. Por fuera queda todo aparente, pero lo miras por dentro y dan ganas de llorar, jajaja. Así que bueno, al menos ahora no tendré excusa cuando lleve las cosas a medio terminar, que lo haré, como todos bien sabemos.

El caso es que hasta hace bien poco no había encontrado excusa para estrenar la máquina. A fin de cuentas llevo todo el año sin pisar un vivo, sigh. Que conste que esto se va a acabar, como ya dije, iré a la partida de la Leyenda que organiza Colesterrol y también tengo intención de apuntarme a una de Cthulhu que muy posiblemente se va a hacer por aquí en Noviembre.

Por lo demás, es complicadillo tener controladas las tiendas de telas por estos lares, principalmente porque el horario de buena parte coincide con el mío del trabajo, así que sólo queda ir a última hora y probar suerte o aprovechar los sábados, que encima sólo abren por la mañana, sigh. Pero bueno, aprovechando algún sábado y haciendo algún paseíllo de urgencias, ya tengo localizadas varias tiendas majillas (una que me encantó, en Pasaia, pero donde no tenían nada relacionado con lo que buscaba... lo que no quiere decir que no archivara información para futuros eventos). Además, tengo una compi en el curro que también es bastante apañada y cuya madre es costurera, así que últimamente la tengo explotada a preguntas, pero jos... me está viniendo genial.

Lo dicho, tiendas localizadas, además de alguna visita a tiendas pamplonesas más que conocidas... ya me he puesto otra vez en materia y como no ando muy sobrada de tiempo, invierto buena parte en coser. Estrené la máquina apañando unos trapillos para Yazston, para Bardo y para mí, para llevar a Rúnicos, pero la verdad es que fue deprisa y corriendo y no se pudo hacer milagros, aunque sobre todo con el de Yazston me quedé bastante contenta. El de Bardo estaba bien, pero poco original y bastante sencillo y para variar, con el mío corrí más de la cuenta y quedó a medias y mal hecho, jajaja. Además de que no me gustaba mucho la tela para el tipo de traje que quise hacerme pero bueno... considerando que era para hacer un poco el pata, sacarnos cuatro fotos y poco más... tampoco era plan de dejarse la vida.

Poco después me metí en un rollo similar para hacerme un traje para la fiesta de Superhéroes. Tres cuartos de lo mismo... deprisa, corriendo y teniendo en cuenta que lo hacía más por ganas de hacer cositas diferentes que por matarme a currar para una cena. Al final quedó sin terminar, porque lo hice en una noche y una mañana y no pude ni quitarle los hilvanes, pero me gustó bastante cómo quedó. Tengo que aprovechar ese corte para alguna otra cosa.

Chapuzas aparte, ahora tengo la excusa de preparar un poco de vestuario para que Yazston se vaya "a la guerra" el mes que viene. Y es que, para los que no lo sepáis, una buena panda de desarrapados se largan a Alemania a cascarse pertrechados de tercios de Flandes. Aunque el bicho tiene bastante ropa ya, a fin de cuentas se va para unos cuantos días y le viene bien llevarse alguna que otra cosa de más. Por mi parte, es toda una gozada hacer algo diferente a las cosas habituales y una buena excusa para investigar un poco en la vestimenta del XVII, que siempre me ha encantado y nunca la he investigado a fondo. A ver qué tal resulta el experimento. Espero que al menos le quede bastante aparente y cómodo para el vivo. Yo, por mi parte, estoy disfrutando un montón el trabajo. Además, empecé a coser con casi dos meses por delante, cosa que no había hecho en la vida, así que es una gozada saber que hay tiempo para rematar costuras, hacer acabados decentes y hasta quitar hilvanes de sitios recónditos, jajaja.

En resumidas cuentas, que últimamente meto tantas horas dándole a la aguja y a la máquina, que por eso tenía otra vez un poco dejado el blog. Diré que me lo estoy pasando muy bien y que, en cuanto termine esto, me voy a poner con el vestuario de la Leyenda, porque he prometido un kimono a demasiada gente como para andarme por los laureles, ejem. Por cierto, que los que al final venís y contáis con que os haga algo haríais bien en ir pensando cómo queréis vestir a vuestros personajes, que luego si no viene el llorar y el rechinar de dientes. Alguno también haría bien en ir apuntándose, malditos seáis cien veces, jajaja.

Y poco más. Como esta noche me quedo solita en el cubil, voy a ver si me bajo un par de películas de época para sacar ideas (por cierto, que el finde pasado se me ocurrió volver a ver la del Alatriste y madre mía si es mala... peor de lo que la recordaba) y le doy un ratillo a la aguja antes de irme al sobre, que no sé por qué, esta semana llevo un cansancio arrastrado que parezco un alma en pena.

Y con todo esto y un buen té negro con vainilla y caramelo, me despido, y recomiendo que quien tenga ganas escuche el "Tears of the Dragon" de Bruce Dickinson.

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