vendredi, septembre 14, 2007

Quatorze de settiembre de mildoscientos veinte i uno: De Amicitia II

Me consta haber escrito un post dedicado a la amistad hace bastante. No sé si he escrito algún otro después y debería llevar este el capítulo III o el IV, pero como es mi blog y me lo f(ah, no, que esto no iba aquí) pues hago lo que me parece, jiji.

Últimamente está muy de moda otra vez reflexionar sobre la amistad. Ninguna novedad, por cierto, supongo que es otro de los grandes temas de la existencia humana: ser sociable, no serlo, ese es o no mi amigo... esas cosas. El caso es que últimamente he visto cómo mucha gente pone en cuestión su amistad o su no amistad con determinadas personas. O se da cuenta de que sus amigos son unos petardos y se busca otros, que también está bastante de moda.

Hace algunos años, en mi inocencia juvenil, yo tenía dos grandes ideas sobre la amistad: los amigos están a tu lado y los amigos saben estar contigo cuando estás pasando por un mal momento.

Últimamente pienso que las cosas son justamente al revés...

Carmen, mi tutora, me hizo darme cuenta hace cosa de un año de algo que tendemos a no pensar. El amigo no es el que sabe estar en las situaciones difíciles, sino el que sabe acompañar en las alegrías. Acompañar en las penas es muy fácil. Ya sabéis: "puedes contar conmigo", "llámame cuando quieras"... todo frases bonitas y esperanzadoras que todos nos sabemos de carrerilla y utilizamos a placer. Pero ¿cuántos de vuestros amigos se alegran en vuestras alegrías? ¿quién sonríe de verdad cuando le das una buena noticia y no lo hace como gesto reflejo? o lo qué es peor ¿cuántas de las alegrías de vuestros amigos os hacen felices? y digo felices.

La primera es todavía más divertida. ¿El verdadero amigo sabe estar a tu lado? Venga ya. No hay cosa más sencilla. Es como la amistad con el compañero de trabajo. ¿Cómo no va a estar a tu lado si se sienta frente a tí? ¿Cómo no va a estar a tu lado alguien con quien quedas todos los días? qué estupidez. Con los años (más historias de la abuela cebolleta) he llegado a la conclusión de que el verdadero amigo sabe estar en la distancia. Se acuerda de tí mucho más de lo que te hace saber y siempre, absolutamente siempre, defiende tu persona delante de otros que osan vilipendiarla en sus narices. El buen amigo, por cierto, sabe perfectamente que tú eres exactamente igual que él aunque lleve tiempo sin verte. Lo defiendes ante cualquiera y antes que nada, sabe que jamás harías algo en su contra.

Y cuidado, digo que te defiende y que te recuerda. No que es un petardo que siempre te dice que tienes razón en todo. No quiero esbirros, gracias.

No me gustan los apoyos de personas que simplemente quieran que siga pensando que son encantadoras. Eso son precisamente los malos amigos. No me gustan los esbirros. No los quiero para mí, gracias. Aquel cuya autoestima necesite ser alimentada todos los días con el beneplácito ajeno, que se haga con unos cuantos. Abundan bastante.

Tampoco me gustan los victimismos. No hay nada que deteste más que acusar a alguien de algo y que diga "¿cómo puedes pensar eso de mí? yo que siempre he hecho las cosas lo mejor que he sabido..." Lo siento, pero las falsedades, para otros, a mí me resultan bastante aburridas.

Por eso tampoco intento arreglar lo que no tiene solución. No discuto con víctimas porque son aburridos. Es tragar un mal rato para no extraer nada a cambio. No merece la pena discutir para no resolver nada ni recuperar amistades que nunca debieron tener lugar. O que si tuvieron su momento, ya está caducado.

En cualquier caso tampoco suelo guiarme por el victimismo. A mí no "me pasan" las cosas. O al menos no estas. "Me puede" hacer sol cuando voy a trabajar y que esto me haga morirme del asco, pero no "me salen" amigos malos. Esos problemas se los busca uno solito. Si escogí a tal persona por amiga y luego me entero de esto y esto otro, la que ha obrado mal soy yo por considerarla amiga. La culpa es mía, por imbécil. Pero ninguna solución llega tarde mientras cumpla con su cometido.

No sé si alguien se tomará esto como algo personal. Evidentemente, cuando uno habla de esta clase de cosas, se basa en experiencias y éstas se refieren a dos o tres personas, al menos. Incluso a mí misma en uno de los casos, que considero recíproco.

Pero no he escrito este post para desahogar mis rencores y decir en oculto cosas terribles de una persona en concreto a la cual no me atrevo a decírselas a la cara. No me gusta utilizar el blog para eso, la verdad, no soy tan rastrera, si ustedes me entienden. Es simplemente una colección de reflexiones acerca de experiencias vividas. Reflexiones que se derivan además de lecturas de otros blogs y de conversaciones con personas que también han tenido experiencias varias. Claro, que si alguien se quiere dar por aludido, como dijo aquel, el problema es consigo mismo, ya que se siente identificado con tales barbaries, no mío.

Recomendando... una de esas cervezas sin alcohol y con manzana. Les he acabado por pillar el gusto, jaja. Mira que al principio me sabían como a trina, pero es que son parecidas pero menos dulzonas. Están muy ricas como refresco. Y de música y por cambiar de aires o quizá más bien por subrayarlos... "Les Rois du Monde" de Romeo et Juliette... (ainx, qué recuerdos de París, de alcohol y de antiguas y actuales amistades me trae esta canción)

22 commentaires:

Anonyme a dit…

Como sabes, soy una de esas que se ha replanteado muchas cosas este verano. También sabes que estoy plenamente de acuerdo con tu post, aunque reconozco que yo soy un poco más quejica de lo qe debiera. Pero también asumo que la culpa es mía por confiar cuando ya había señales, por no poner a la gente en su sitio cuando debí y dejar que gilipollas me hagan daño.
Sin embargo creo que todo esto ayuda a crecer...
Yo también tengo amigos con los que puedo estar tiempo largo sin hablar, pero sé que están ahí, que se acuerdan de mí, que se alegran cuando me va bien, que me animan cuando me siento escoria, etc., etc., etc... ¡Qué voy a contarte a tí!
(De todas formas, yo conozco gente que no sabe estar ni en las penas, ni en las alegrías... Pero con pasar de su cara, todo va bien. XDD)

eledhwen a dit…

Petarda

Azelaïs de Poitiers a dit…

Jaja ¿por qué?

Marcos Fernández a dit…

..Porque la gente (en genérico... no hablamos de casos, ¿no?) que necesita entender estas cosas no podrá hacerlo XD

..Es como tratar de impartir cursos de lectura a un analfabeto, y hacerlo por correspondencia.

..A estas personas tienes que atenderlas en su propio medio, porque si piensan ellas solas en seguida se equivocan de caminito.

Azelaïs de Poitiers a dit…

¿Por qué? A mí me ha venido bien saberlo ahora, o hace unos meses. Desde luego hace unos años no lo sabía y no me habría venido mal... lo de que te acompañen en las alegrías de hecho no me di cuenta hasta que me lo dijo Carmen.

De todas formas es mi estado actual de reflexiones al respecto. Igual dentro de unos años pienso otras cosas, nu sé.

En cualquier caso, ahora me sirven. Puede que le sirvan a alguien más. O al revés, que alguien me lleve la contraria y me haga cambiar de parecer ¿no?

Marcos Fernández a dit…

..Prueba suerte a ver...

..Pero ya sabes que hablo de los analfabetos.

Azelaïs de Poitiers a dit…

Ah, pero esos ya hace tiempo que no me comentan ¿no?

Anonyme a dit…

Me ha gustado. Y me he sentido identificada con lo que has dicho, sobretodo con éste párrafo:
"Con los años (más historias de la abuela cebolleta) he llegado a la conclusión de que el verdadero amigo sabe estar en la distancia. Se acuerda de tí mucho más de lo que te hace saber y siempre, absolutamente siempre, defiende tu persona delante de otros que osan vilipendiarla en sus narices. El buen amigo, por cierto, sabe perfectamente que tú eres exactamente igual que él aunque lleve tiempo sin verte. Lo defiendes ante cualquiera y antes que nada, sabe que jamás harías algo en su contra."
¡Qué gran verdad!

Selerkála a dit…

...

Chica, no sabía que te pasasen esas cosas...

Aunque estoy en la inopia últimamente, así que no me entero de que va el asunto.
A mí también me han pasado situaciones parecidas, pero he de reconocer que nunca el problema ha sido sólo de un lado.A veces tendemos a ver la paja en el ojo ajeno, antes que darnos cuenta de que tenemos una viga en el nuestro....

Pero eso ha pasado siempre, y seguirá pasando, me temo.

El caso es que en mis "situaciones parecidas" (o al menos por lo que intuyo en tu post, cuñá, que parece un puzzle) yo he resuelto las cosas hablando a la cara, y si con una vez no era suficiente, pues con dos....Supongo que tu habrás hecho lo mismo.
A mí lo que no me gusta es ir dejando a personas que una vez fueron mis amigas dentro de un maremagnum de lo que tal vez podría tan sólo ser un malentendido.

Puede que no entren en razón, o puede que la que no tenga razón sea una misma...Pero para averiguarlo hay que tener el valor de intentarlo. De nada nos vale quejarnos de una situación si no hacemos por remediarlo. Y para eso, a veces, también hay que saber escuchar cosas aunque nos duelan, porque esas personas una vez fueron nuestros amigos, y quizá sus consejos puedan dolernos, pero lo hacen con el corazón. Nadie es tan perverso como para ir jodiendo por que sí. O casi nadie.

En fin, ya hablaremos delante de un cafecillo, y me cuentas de qué va todo esto, eh??

Besoooooos!!

Azelaïs de Poitiers a dit…

Muchas gracias, señorita Nanna, no sabía que vos también pasabais por aquí, jeje. Aunque yo también suelo pasearme por el tuyo, jeje. Una que es muy cotilla...

Y cuñáááá que no te me has enterado de nada, jajaja. No sé si no está claro en el post o es que lo has leído muy rápido.

En primer lugar, como ya digo... a mí no "me pasan" estas cosas. Ni a mí ni a nadie con dos dedos de frente, la verdad. No me gusta afrontar las cosas en pasivo porque no tienen solución alguna. Si tengo malos amigos es porque me los he buscado así. O porque no los he cuidado convenientemente... dependiendo de los casos, por supuesto. Pero también tengo muy buenos amigos, así que tan mal no me debo de portar, o no siempre, jajaja.

En cualquier caso, ya digo que no he escrito esto con intención de soltar burradas contra nadie (y como ya digo, si alguien se da por aludido, será culpa suya, que no mía). Me refiero a cosas generales, a gente que me ha contado situaciones similares últimamente y también, por supuesto, a cosas que me han pasado a mí o que yo misma he hecho. Veo tranquilamente la viga en mi propio ojo y de hecho, digo que me incluyo a mí misma en alguno de estos casos. Incluso asumo que alguna vez ha sido recíproco (no he sido buena amiga de alguien que tampoco era mi amiga, por lo que culpabilidades las mínimas) Del conjunto de todo he sacado estas conclusiones.

Sobre resolver las cosas... no te quepa la menor duda de que yo siempre estoy dispuesta a arreglarlas si de verdad merecen la pena. Incluso no tengo problema en hacer "como que algo no ha pasado nunca" con tal de recuperar una amistad que por otras miles de cosas han merecido la pena.

Pero ¿nunca te ha pasado que no discutes con alguien porque eres consciente de que su amistad ya no te merece la pena? Alguien que te ha traicionado y en lugar de arrepentirse, te dice que no lo ha hecho, por poner un caso. Esos que en lugar de arreglar las cosas, las tapan para que no te enteres. Y llega un momento en el que te has enterado de tantas cosas que su amistad no te compensa en absoluto. Me ha pasado pocas veces en la vida, pero en casos así, no gasto saliva en arreglar nada con esas personas. Pasan directamente a ser "desconocidos", o "conocidos" cuando voy de magnánima, jajaja.

Respecto a la perversidad... dices que "nadie es tan perverso como para andar jodiendo porque sí". Haberlos hay, pero no es lo que más abunda en este mundo, la verdad. Es más habitual el que utiliza o daña a sus "amigos" para su propio beneficio. Mintiendo, adaptando las cosas a su manera, dándoselas de víctimas... esas cosas. Desgraciadamente todos tenemos un pequeño egoísta en nuestro interior. Pero en algunos casos el egoísta ha crecido tanto que se ha comido a la victimilla del exterior.

En fin... en cualquier caso, guapetona, ya ves que las cosas no son tan graves como para necesitar un café de urgencias, lo que no quiere decir que no sea bienvenido. Hace una barbarie que no te veo y ya va tocando. Si me haces un huequecillo esta semana, quedamos (toy trabajando de una a nueve ¿ein? así que por la mañana prontito o por la noche, a elegir)

Fearuth a dit…

Alguien tiene que dar un toque de alegre brutalidad a estos comentarios,que están demasiado reflexivos y sosetes...¿Y cuando para acabar con una amistad lo primero que se te ocurre es arrancar la cabeza de la otra persona (o alguna gracieta similar XD)?

Azelaïs de Poitiers a dit…

Ah, esa es la mejor forma de solucionar un par de cosas, jajaja

Anonyme a dit…

Primo, es usted un cafre. Por cierto, 108 a 13 le han cascado los All Blacks a Portugal hoy. Ya que no puedo verlo, al menos sigo los resultados en la prensa inglesa...

Eowyn Zirbêth a dit…

Cielos, que tarde llego. Se nota que empecé el curro... ¿Qué ha pasado este verano que tantos estamos en fase reflexiva? Y parece, encima, que coincidiendo en temas y todo.
Coincido contigo en algunos aspectos, aunque sospecho que me he leído el post demasiado rápido (niña mala...).

Tu Carmen tiene más razón que un valar. Sabrás que alguien es tu amigo cuando de corazón se alegre por tus alegrías, y no le descubras desde un desinterés hasta un ramalazo de envidia mal disimulado (si te dice, que envidia me das, cabrona, no hay que preocuparse, se alegra por ti XD). En las penas, hay quien se refocila y se congratula, mientras te da palmaditas en la espalda y saborea los jugos del cotilleo y el escarnio. La segunda, el amigo en la distancia, es vieja conocida mía. Cuando te has mudado tantas veces a lo largo de la vida como yo, no te queda otra que querer a tus amigos en la distancia.

Más peliaguda es la cuestión de los "amigos malos". No puedo estar de acuerdo al cien por cien contigo. ¿Oh sí? No sé, necesito pensarlo. Sé que algunos palos que me he llevado han sido culpa mía, porque le he abierto mi corazón demasiado deprisa a personas que no se lo merecían. Pero, como en las violaciones, considero que la culpa no es de quien abre su corazón o lleva una minifalda, sino de quien traiciona la confianza depositada o ataca y viola a la chica. No sé si me explico. La amistad, como el amor, es en buena parte un acto de fe. Y, como el amor, la mayoría de las veces la amistad no es para siempre.

Eso sí, una vez descubierta la traición, constatada "la mala amistad", lo mejor es no malgastar energía y pasar del susodicho como de la mierda.

Hic Sunt Dracones a dit…

voy a salir por otro lado, y a crear otra 'categoría' de amigos. Los amigos unidireccionales, esto es, aquellos de los que tú si eres amigo, y has de estar a su lado para lo bueno y para lo malo, pero que realmente no se preocupan para nada por el otro extremo de la relación.
Evidentemente, esto tiene bien poco de amigo, y al menos en lo que a mi respecta se convierten pronto en gente que solo merece una palmadita en la espalda diciendole 'muy bien, muy bien', aunque se vea que van directos al precipicio. También me sirven para comentar con otros, esta vez muy buenos, amigos lo que hacen y reirme un rato.

Fëanor Ocho Dedos

Anonyme a dit…

Pues yo creo que tienes toda la razón del mundo cuando dices que los amigos se alegran de verdad por tí, y que en la distancia te recuerdan, de éstos que no ves en varios meses y, cuando te los encuentras, es como si no hubiese pasado el tiempo, podéis retomar las mismas conversaciones...

Sin embargo, no creo que si un amigo te falla la culpa sea tuya por haber confiado, pues eso llevaría a no confiar en nadie para no llevarte palos, y eso lleva a la soledad en su sentido más negativo...si alguien te falla, la culpa es suya, tú, a lo sumo, tienes la culpa de pensar quien consideras tu amigo lo es de verdad y eso no es estupidez...a lo sumo, ingenuidad.

Asier G. a dit…

Buenas
Yo apoyo lo de las alegrías, que a mí me pasa en contadísimas ocasiones con las de otros xD y con lo de los amigos unidireccionales, que son un coñazo y los hay a patadas.
Y concluyendo... a mí, gente "maja"... lo más lejos posible.

Azelaïs de Poitiers a dit…

Me doy cuenta de que me he explicado mal en un punto y no os falta razón en vuestras respuestas.

No pienso que la culpa de tener malos amigos sea mía. Bastante tengo con la desgracia de que salgan de vez en cuando ¿no? Y eso que suelo tener bastante buen ojo, jaja. En cualquier caso, la gente cambia y a veces te encuentras varios años después con algo muy diferente de lo que tenías al principio.

Volviendo al tema, de lo que tengo (tenéis, tenemos) la culpa es de conservarlos sabiéndolo que son falsas amistades que no me aportan nada. Muchas veces, además, tendemos a conservarlas "por costumbre". Porque siempre nos hemos llevado bien con determinada persona y no nos terminamos de creer que nos haya hecho esto y esto otro.

Otras veces, todo sea dicho, es cuestión recíproca. No nos aporta nada la compañía de una persona a la que tampoco le aportamos nada, de manera que llega el distanciamiento. Culpa mía será intentar conservar por cualquier medio esa amistad que ni a la otra persona ni a mí misma nos interesa.

Por no hablar de esas amistades unidireccionales de las que hablaba Fëanor... culpa mía será tratar de conservar la amistad de alguien que sólo me quiere para contarme su vida y que yo le de palmaditas en la espalda.

Y como la culpa es mía de intentar mantener a quien no es buen amigo, en mi mano está solucionarlo ¿no?.

En fin... pensaba pasarme por tu curro a saludarte una mañanita esta semana, Elbereth, ya me dirás cuándo te va bien, a ver si nos podemos escapar a tomar un café. Entro a trabajar a la una y pensaba pasarme hacia las once y media o doce...

Y dichosos los ojos, señor Fiondil, desde que te has emancipado no se te ven las melenas por el messenger. Ya te vale, jejeje. Aunque bueno, eso debe de ser que las cosas avanzan estupendamente.

Anonyme a dit…

Vale, aceptamos barco..cierto, es nuestra culpa mantener amistades que somos conscientes de que no nos aportan nada y luego quejarnos de eso mismo...

Pasate cuando quieras, esa hora está genial, escaparme a tomar café no puedo (pero si me traes un té te lo agradeceré ;) )porque estoy sola en la ofi, pero por eso mismo estaremos la mar de tranquilas!!

A ver si te veo ésta semanica!!

Azelaïs de Poitiers a dit…

Jurl, pues si no paso mañanaaaaa, ya no me paso esta semana, jaja. Una hace planes y luego no los cumple, ainssss... Bueno, intento pasarme mañana y si no, lo dejamos para la semana que viene ¿no? ¡Besitos!

keleb-dûr a dit…

Al hilo de este tema ¿habéis visto "Mi mejor amigo"? no sé si seguirá en cartelera. Una peli francesa que me gustó mucho y tiene unas cuantas reflexiones sobre la amistad. Una frase de la peli a ver qué pensáis "Un amigo es aquél al que puedes llamar a las tres de la mañana" que dicha así parece la típica frase de almanaque jejeje pero de veritat que la peli está muy bien.

La verdad es que soy la campeona de las amistades a distancia. Tengo a mis (escasísimos) amigos repatidos por ahí y nos comunicamos de Pascuas a Ramos. Pero cada vez que les veo es como si no hubiera pasado el tiempo. En cualquier caso yo soy un desastre cuidando amigos, pero ellos lo saben y tampoco les pido mucho a cambio. Y saben que pueden contar conmigo para lo que sea. Necesito poco a la gente y eso unido a un sentido del pudor o quizá miedo a defraudar, no sé, me hace distanciarme. Pradójicamente soy muy sociable pero siempre llego a un punto del que no voy más allá. Esto me ha venido de rechupete para evitar los "malos amigos"pero siempre me planteo que puede distanciarme de los buenos. Así que trato de esforzarme por cuidarlos.

Azelaïs de Poitiers a dit…

Pues no he visto esa peli, Keleb... llevo semanas de reclusión domiciliaria, jaja. Pero lo tendré en cuenta ahora que voy teniendo más tiempo.

Por lo demás... no veo cómo ibas tú a defraudar a nadie. Eres una de las tías más majas que conozco, qué releches, así que deberías dejarte ver más, oñe. Me enteré de que andabas por Madrid este finde. Penita, porque yo voy el del 26... mira que podíamos haber coincidido.

A ver si la próxima vez coincidimos, o te vienes a Zaragoza o algo, que se te echa de menos. Ya no sé ni de qué color llevas el pelo, jajaja.