Considero que he estado casi hibernando, sí, y he vagueado lo mío muchos fines de semana, pero eso no quita que en los restantes haya habido un poquito de todo y es que a veces son las pequeñas cosas las que merecen la pena. Ya habrá tiempo de hacer otras cosas que molan, como vacaciones, viajecitos, conciertos y lo de más allá. De momento, mola que salgan planes (flanes) pequeñitos que se puedan disfrutar de buena manera, como puede ser la recién inaugurada partida de Runequest a jugar entre semana para adecuarnos a los horarios de varios esclavos laborales. Y es que tuve que admitir que no podía seguir en la de Elric (al menos de momento) porque los viernes noche no era persona para aguantar toda una noche de empalmada. Si hubiera sido el sábado, sin problema... pero todos conocemos mis serios problemas para mantenerme despierta cuando tengo sueeeeeeño... por no hablar de los viernes que me voy a Pamplona o a cualquier lugar indeterminado. Ainsfl. En cualquier caso, la nueva partida, dirigida por Lito y con Yazston, David y Rob como jugadores (además de una servidora), promete bastante.
Por lo demás, últimamente hemos tenido un par de fines de semana particularmente interesantes. El primero fue en los tiempos en los que escribí el post anterior. Ese finde recibimos la visita de estos viajeros de tierras catalanes con apariencia peligrosa:
Dando una vuelta para sacar fotos molonas e ir haciendo hambre para todo lo que iban a recibir los estómagos a lo largo del día, que no era poco.
La apariencia peligrosa no se debía a otra causa que al deseo voraz de acabar con las existencias de pintxos, txakoli, chuletón y sidra.
Como buenos anfitriones, nos tuvimos que sacrificar y llevarles a disfrutar de todos estos manjares, para que no se diga que no nos portamos bien. Se rumorea que volvieron contentos y apaciguados a sus tierras y que tienen intención de volver a aparecer por aquí. No nos quedará otra que volver a acompañarles. Que conste que otra mucha gente fue convocada a esta primera SidraCon y se escaquearon por causas varias, como la falta de vergüenza, jeje.
Aunque se alojaron seis visitantes en el cubil, para la sidrería se apuntaron también unos amigos de Jess además de Chuzo y Elro y señora. Todo un placer compartir sidra y viandas con ustedes, caballeros.
Pos nada... ya sabéis... quedó constatado que el cubil pumpuñoso da cabida a seis personas con bastante holgura. Podrían entrar otras dos durmiendo todas ellas en camas y colchones. También podría entrar más gente si se tercia, eso sí, en tal caso ya acumulándose más y con menos comodidad, pero lo dicho... si se tercia, algo se puede apañar. Quien quiera apuntarse a la próxima, que permanezca pendiente a próximas convocatorias o que se ponga en contacto con nosotros y ofrezca plan. En el fondo somos unos facilones.
Cambiando de tercio, este último finde habíamos sido invitados a una partida nocturna de Cthulhu organizada por Alter Paradox en Pamplona. Nos lo comentó Savo ya antes de que nos llegara la invitación y nos pareció buen plan. Yo ya tenía intención de ir a Pamplona ese mismo finde y a Rober le pillaba justito venir, pero llegaba con tiempo. Se apuntaron también Rob, Edu y Eneko y la cosa pintaba muy bien, aunque al final Savo tuvo lío y no pudo venir (todavía nos insulta en cuanto encuentra oportunidad).
Lo cierto es que pocos días antes no tenía mucha gana. No me canso de decir que Cthulhu es un juego que me ha proporcionado un sinnúmero de partidas altamente frustrantes. Vamos, que me he aburrido como un tiesto jugando a Cthulhu y ya lo miro mal cuando me ofrecen jugar a ello. Además, a dos días de la partida, no había apañado ni siquiera cómo pretendía ir y era un poco problemático, porque la caracterización era obligatoria. Al final elegí algunas cosas aleatorias, las llevé a Pamplona, probé combinarlas con alguna cosa que recordaba que tenía mi madre y oye, entre eso y un maquillaje y peinado apañados aunque bastante antimorbo, creo que conseguí dar el pego. Menos mal, porque lo cierto es que para ser un vivo cortito y haber pillado todos cosas de casa en lugar de hacernos ropa para la ocasión, lo cierto es que la gente iba realmente bien pertrechada. Da gusto ver que el personal se lo toma en serio a la hora de ir a una partida.
El equipo de investigadores posando antes de reunirnos con la muerte ahí dentro. Cuántas esperanzas truncadas (como las de Irvin, de mejorar sus condiciones... aunque bien pensado, creo que eso lo consiguió)
Ropinajes aparte, como digo, tenía poca gana de ir, salvo porque me apetecía ir con estos y porque me habían insistido en que las partidas que organiza Alter Paradox están muy bien pensadas. La verdad es que me lo pasé muy bien. Fue un vivo corto y, como ya me habían comentado, quizá excesivamente "narrativo". Me refiero a que no había ambientación apañada por la organización ni tampoco monstering ni nada parecido. Además, probaron un sistema nuevo. Parece ser que normalmente eran los propios masters los que llevaban a cabo la narración conforme los jugadores iban avanzando en la trama. En esta ocasión, los jugadores encontrábamos unos sobres en los que investigábamos dependiendo de nuestras habilidades.
He de decir que el sistema resultó ser bastante original y efectivo, además de muy cuidado en cuanto a textos y ambientación. Hicieron una labor muy buena. Eso sí, quizá un poquito de atrezzo, de ambientación o de un PNJ disfrazado que te pegue un buen susto en un momento determinado le hace tener un poquito más de miguilla. Al menos en mi opinión, sin merecer la currada que se pegaron con el vivo. La trama fue sencillita porque a fin de cuentas estaba pensada para unas horas por la noche. Una historia más complicada seguramente habría resultado problemática. Eso sí, en principio tienen planeado hacer un vivo de fin de semana hacia finales de diciembre y por estas tierras y con el mismo sistema. Yo cuento con ir porque la idea promete bastante.
Al margen de eso, fue una gran forma de terminar la partida tomar unas cervecitas en el Atxiki, donde siempre hay buena música y compañía. El gran momento fue cuando se acercó un tipo todo mosqueado y nos dijo que parecíamos sacados de "Amar en tiempos revueltos". Todo esto derivó en una larga serie de chistes de cariz... tenebroso.
Por lo demás, hoy, uno de abril, me he levantado con un humor excelente, y eso que ha habido momentos conflictivos con las múltiples alarmas de despertador que han sonado en el cubil esta mañana y la temperatura hoy ha estado mucho más subidita de lo recomendable (treinta gradazos, ufff... menos mal que se puede ir en autobús casi desde la puerta de mi casa a la del curro, menudo infierno). Pero es abril, hoygan, el invierno se acaba y últimamente, quizá por los últimos planes, quizá porque necesitaba de verdad un invierno tranquilo y vegetoso para reponer fuerzas, últimamente tengo muchas ganas de hacer cositas... y poco a poco cada vez se gestan mejores planazos. Este finde mismo promete ser épico, ya que mañana recibo a dos visitantes a los que agasajar y el domingo tenemos preparada una excursión por los montes. Mola. Más información en próximos post. O no.
Recomendando un buen té verde con frutos rojos y flores aromáticas, que llega el calor y empiezan a apetecer estos tés más que los alcohólicos y golosos del invierno, jojojo. Para escuchar, "When the lights are down" de Kamelot... que siempre es un temazo.
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