samedi, avril 12, 2008

Doze de avril de mildoscientos vint e dos: "Versailles"

Sabíamos que venían "Versailles" y no teníamos nada claro si ir o no. La entrada era más cara de lo que suelen ser estas cosas (claro, en esos tiempos no valorábamos el hecho de que ver a Matenrou Opera en el mismo viaje tuviera interés) y encima era un martes y en Barcelona... Para colmo de males, a nosotras lo que nos gustaba es "Hizaki Grace Project", no "Versailles". ¿Qué tienen que ver? Pues muy fácil: los dos guitarras y el bajo, que son los mismos, jeje. La diferecia es que en "Versailles" el cantante tiene mucha parte a la hora de hacer canciones mientras que en "Hizaki Grace Project" el compositor es obviamente Hizaki, jeje, uno de los guitarras. En general, la música de Hizaki nos gusta más, aunque desde el concierto lo estamos poniendo un poco en duda.

El caso es que Arien y yo empezamos a picarnos. Vale que no fuera el grupo que más nos gustaba, pero a sab
er cuándo íbamos a poder ver "Hizaki Grace Project", cuando para colmo de males, el cantante, Juka, está retirado temporalmente y a saber hasta cuándo. Vamos, que venían desde Japón y a saber cuándo íbamos a tener la oportunidad de verlos otra vez. Así que entre un pique y otro, el lunes descubrimos para nuestro regocijo que quedaban entradas, así que las compramos. Entradas y billetes de bus (a Ariencita los del avión se le habían multiplicado un poco de precio... la buena fue que el bus pasaba por Zaragoza y pudimos ir juntas).


Ese mismo lunes me enteré de que unas horas antes del concierto hacían sesión de firmas y no íbamos mal de tiempo para llegar. Con otro grupo cualquiera nos habría dado igual que nos firmaran o no, pero en este caso concreto nos intrigaba lo nuestro verlos de cerca, a ver si son de verdad u hologramas. Para que os hagáis una idea de nuestras intrigas... ahí tenéis las fotos. TODOS ellos son hombres. Queríamos comprobar si los que van de mujeres lo siguen pareciendo de cerca. Para nuestra desgracia, sí. Hizaki es una mujer y encima preciosa. Eso sí, con voz de señor, como demostró cuando nos dijo tranquilamente "holaaaa". Nos quisimos morir un poco a raíz de todo esto. No somos nada, jajaja.

Todas queremos ser Hizaki de mayores

Finalizado el tema, con nuestras fotos firmadas, nos fuimos a tomar un café y flipar un poco. Y es que todos son exactamente iguales vistos de cerca que en las fotos perfectamente trucables con photoshop excepto... el cantante, Kamijo. Para desgracia de la horda de fans que tiene el tipo (a las que no pareció importar mucho el cambio), visto de cerca no parece ni primo del señor vampiro de las fotos, jajaja.

Lo dicho, creed lo que queráis, pero este señor no se parece en nada a Kamijo. Una lástima, por cierto. Eso sí, el Kamijo de verdad es un señor jefe y nosotras ya somos fans devotas.

Lo bueno de ver un concierto de estas características es que no hay que hacer cola ni nada parecido para llegar a coger un buen sitio. Había gente que estaba ahí desde las siete de la mañana, según nos dijo la señora de la cafetería. Nosotras fuimos a las siete de la tarde, conseguimos nuestras firmas, nos fuimos a tomar un café y volvimos para cuando abrieran las puertas. Poca gente vino detrás de nosotras y en el concierto nos pusimos donde quisimos estar.

Una vez dentro, en pocos minutos salieron los teloneros "Matenrou Opera", grupo promocionado por Kamijo que no nos causaba el menor interés. Arien había visto vídeos suyos bastante lamentables por internet y yo no tuve ni siquiera interés por verlos, jaja. El caso es que oh, sopresa. O los vídeos no les hacen justicia o han mejorado mucho (a fin de cuentas, son jovencitos), pero en dos minutos estábamos todo el mundo como locos. Tanto, que aunque la inmensa mayoría habíamos ido por Versailles, no nos cansamos de aplaudir hasta conseguir un bis. Eso sí, los mozos no tenían más repertorio que el que ya habían to
cado, así que nada, repitieron la primera canción "Honey Dropp" y tan contentos. Ellos y nosotros, por cierto, porque la canción es chulísima y el resto del día no paré de bajar cosas suyas hasta localizarla. De lo demás, tienen cosas mejores y peores, pero prometen bastante.

Entonces llegó el "momento Versailles". Aparecieron molándose como sólo ellos saben y pueden y tardamos como dos segundos en hacernos absolutos devotos de ellos (joer, si hubieran venido como "Hizaki... " qué habría sido de nosotras, jaja. Los tipos son impresionantes en directo y sorprendentemente, canciones que no nos habían llamado especialmente la atención, se convirtieron en lo mejor que habíamos oído en años. A esto, sin duda, ayuda el buen hacer de estas gentes. En primer lugar porque son muy buenos músicos, en segundo, por su forma de interactuar y mover al público. Impresionante.

Con Hizaki o Teru se rompió el hielo en cuanto aparecieron por el escenario. El uno porque no puede desprender más carisma y el otro porque no puede ser más majo. Lo que hizo Kamijo merece tema aparte. Apareció quizá molándose demasiado. Le va mucho el rollo vampiro, así que se dedicó a hacer como que chupaba la sangre de sus compis ("qu
e nos los rompeeee" llegamos a decir) e ir de estupendo. El caso es que de primeras no nos gustó ni a Arien ni a mí demasiado el estilo, pero el muy capullo supo adaptarse al público. Las gentes empezaron a tirarle rosas y él empezó a hacer cosas... cuando menos curiosas ("Kamijo come floreeeees"), generalmente relacionadas con destrozar rosas y tirar pétalos por todo. Aunque no lo creáis, consiguió que eso molara y mucho. Luego ya dejó completamente el rollo de "me estoy molando" y pasó a ser el tipo más majo del mundo. Puede que en Japón triunfe mucho ese estilo o que creyera que era lo que se vendía aquí, pero nada, en poco tiempo vio que si cambiaba de actitud le funcionaría mucho mejor y no se equivocó (y eso que insisto, sus fans de las primeras filas aceptaban que no fuera nada agraciado, que se molara y lo que hiciera falta). Empezó a interactuar muchísimo con el público (y eso que no habla otra cosa que japonés y cuatro palabras de un inglés muyyy malo) y con sus compañeros. En poco rato hacíamos lo que él nos dijera, nos reíamos de coñas que hacía en japonés y que misteriosamente conseguía que entendiéramos (todo sea dicho, tener a Arien al lado, ayuda un rato, jaja, pero mucha gente no tenía Árienes a su lado y se lo pasó en grande con los comentarios del mozo) y todos estábamos convencidos de que era nuestro ídolo supremo, jaja. A riesgo de que alguna fan suya me lea, diré que como cantante me parece bastante del montón, pero a carisma pocos lo superan.

El momento cumbre de devoción por Kamijo debió de ser cuando cantó una canción de su grupo anterior, "Lareine" y le entró la llorera. Claro, todo el mundo conmovido. Y eso que al principio pensábamos que eran efectos del Kabuki, sin más, jajaja.

Desde luego, puestos a molar, no hay quien les gane ¿eh?

El concierto tuvo muchos buenos momentos más. Yuki hizo el primer solo de batería que veo en mi vida y no me parece un coñazo y yo fui la persona más feliz de la sala (que venga alguien a discutírmelo si no) cuando Hizaki, Teru y Jasmine You (alias "la cortesana") (qué pasa, no siempre nos supimos sus nombres y les poníamos mote a todos), tocaron una canción instrumental de "Hizaki Grace Project" que además me encanta: "Réquiem". Lagrimitas. Sigh.
En fin, los tipos majísimos. Teru, Hizaki, Jasmine y Kamijo se tiraron medio concierto en primera fila para que todo el mundo les pudiera echar la mano encima (un desgraciado incluso estuvo tirando de la mano de Teru mientras el pobre hombre tocaba, qué cruz) y Yuki no lo hizo porque no podía traerse la batería, jajaja.

Tuvimos suerte además porque era el último concierto de la gira y coincidía con el cumpleaños de Teru (el denominado "la guitarrista fea", pobrete, que es más majo que otra cosa), así que además estaban especialmente animados, los mozos. Sacaron una tarta para Teru y aparecieron de nuevo los Matenrou Opera para unirse al fiestorro. Hizaki incluso repartió chocolate de la tarta entre las primeras filas.
Después hicieron bises y no les dejábamos que se fueran, jaja. Y tampoco parecía que ellos tuvieran muchas ganas. En un momento dado Kamijo debió de decir "a ver, majos, que esta ya es la última, que nos tenemos que ir a Japón" y como lo dijo en japonés, la gente gritó encantada "bieeeeeen" jajaja. Tuvo que decir "this is the last song" para que nos quedara bien clarito que se iban, jajaja. La última fue la canción principal de su último disco, "The ravenant choir", que dura como unos ocho minutos, así que dentro de lo malo, cuando la empezaron, sabíamos que quedaba un ratillo, jajaja.

En fin, luego hubo muchos aplausos y gran frustración. Aunque la gente estaba tan emocionada que fue genial estar ahí. A destacar además el ambiente que había entre la gente, el mejor que he visto en mi breve experiencia conciertera (junto con el del concierto de Iron Maiden, pero coñe, eso eran 18000 personas y es otro rollo... ahí estábamos como 300). La gente tenía en general unas ganas locas de hablar con el de al lado. Haciendo cola hicimos amistad con unos tipos de Cantabria, con los que estuvimos el resto de la noche y después del concierto con unas mozas de Madrid y Granada. Con todos ellos además seguimos en contacto vía messenger y myspace. Una gozada.

Terminado el concierto, nadie se quería ir, así que todo el mundo recogió sus cosas y se plantó en el suelo, en la puerta de la sala. Ya que estábamos ahí y no teníamos grandes planes para pasar la noche, nos quedamos hasta que salieron ellos. También una gozada. Como ya imaginábamos, se nos prohibió sacar fotos (los japoneses llevan unos contratos de exclusividad muy chungos), pero la verdad es que nadie intentó hacer ninguna barbarie. Total, todo el mundo los había toquiteado en el concierto... jajaja. Así que nada, también fue chulo, porque cuando salieron, la gente no les gritó nada, ni intentaron conseguir firmas, ni fotos, ni nada. Sencillamente todos aplaudimos en silencio. Del resto de la noche y cómo sobrevivimos hasta las siete de la mañana se podría contar mucho acerca de camareros pirados, cuervos sobre pivotes u hoteles de mala muerte, pero eso es otra historia y tendrá que ser contada en otra ocasión. Sí os revelaré algunas de las grandes verdades que nos fueron reveladas y los grandes temas que se plantearon:

- El batería de Matenrou Opera es un orco-guerrero-saiyan y no sé cuántas cosas más
-

- Este grupo no suena mal, pero son como muy típicos. Uhmm... bien pensado, que esto nos suene muy típico no debe decir nada en favor de nuestra salud mental.

- "El guitarra de Matenrou no está nada mal"

- "A mí no me gusta nada"

- "Es porque está maquillado demasiado femeninamente y tiene mucha cara de tío"
-"Pues vas a tener razón, sí que tiene cara de tío. Pero bah, tampoco me gusta. Tiene una cara demasiado masculina para mis perversos gustos" (después de esta declaración supuse que los de al lado debieron pensar que estaba locamente enamorada de Hizaki, jajjaa)

- "Es difícil encontrar una púa entre pétalos de rosa"

- "Jurl, eso te ha quedado como gótico-romántico-decimonónico, tía"


Había más, pero no me acuerdo ahora mismo. Ariencitaaaaa, aportaaaa.
En fin... recomendando una cervecita con limón y claro, algo de Versailles. Me cuesta elegir una canción, porque la verdad es que ya nos demostraron que no hacen música para escuchar "de pasada", como supongo que debimos de hacer, para deducir que nos gustaban pero no nos tirábamos de los pelos (y eso que prácticamente conocíamos todo lo que tocaron). En fin, os dejo "The red carpet day", que es una de las que me gustaron desde el principio. Disfrútenla ustedes y si no les gusta... den más oportunidades a la canción y al grupo. De verdad que lo merecen.

mercredi, avril 09, 2008

Nueve de avril de mildoscientos vint y dos: Mereth del Bosque

Bueno, bueno, el tiempo pasa y se me acumulan los acontecimientos. Ya se sabe... o se tira una meses sin salir de casa o no hay forma de meterla dentro. Menuda temporada llevo (y cómo está repercutiendo en mi venerado índice de horas de sueño, jeje).

Como todo el mundo anda ahora pululando de blog en blog para ver crónicas de la mereth, empezaré por ahí. En un par de días seguiré con el conciertazo de Versailles que tuvimos la suerte de ver ayer mismo y ya más adelante ya haré una mini crónica de lo de Berlín (o es mini o hay que crear un blog sólo para ese viaje, jaja). Lo dejo para el final porque es lo que más tema lleva y lo que más llevaba aplazado...

Volvamos a la mereth. Después de leer las listas de correo y los blogs ajenos no se me ocurre gran cosa que pueda decir que no esté ya dicha. Sí me queda simplemente comentar que después de la Estelcon se me quitaron completamente las ganas de leer a Tolkien y por eso, principalmente, me distancié un poco de la STE. Me parecía mal seguir en la sociedad si no tenía muchas ganas de leer al profesor. Además, seguramente seguir ahí no me animaría mucho a retomar la lectura con ganas. También hay otros motivos que me han llevado a dejar incluso de ser socia, pero esos motivos no me habrían tenido alejada de merith y demases, sino que ahí pesaban más los otros motivos citados.

Llevaba peor no ver a determinada gente, aunque a algunas pe
rsonas más y a otras menos las he ido viendo o al menos hablando por internet. El caso es que el año pasado me picó un poco no ir a la mereth linnegrina. El programa tenía una pinta muy interesante y por supuesto, tenía plena confianza en que los organizadores la montarían muy bien. Además, había mucha gente con la que me apetecía reencontrarme. El caso es que por unas y otras cosas (principalmente porque cuando hay tiempo no hay dinero y al revés), al final me tuve que quedar en casita. Este año me apetecía hacer una conferencia y le pregunté a Eleder si pensaban hacer mereth y si habría hueco para semejante perversión y me dijo que en ello estaban. Con la tontería he ido siguiendo la organización de la mereth desde el principio, porque a raíz de aquello (y de pasarme por la reunión que se hizo en Gondolin por miembros del smial hace algunos meses), Fiondil me metió en la lista de la organización y aunque dije que no pensaba mover un dedo (jajaja, no se me malinterprete, si hay que echar un cable, se echa, pero los organizadores han sido más que eficientes y oye, me hacía ilusión ir a una mereth en la que yo no era organizadora que ya ni recordaba qué era eso).

Conforme se acercaban las fechas, me fueron entrando más y más ganas. No sólo de ver a la gente, que de eso ya tenía ganas desde el principio... sino también de poder participar en actividades chulas, de la cena de gala, de cantar canciones... de volver a disfrutar de una mereth en condiciones, vamos. Elegir la mereth del Bosque como "vuelta al ruedo" no ha podido ser mejor opción. Llevaba un planteamiento sencillo de pasarlo bien, hacer algunas actividades... nada pretencioso y al mismo tiempo más ambicioso de lo que parece, puesto que en una mereth así es necesario que la gente tenga disposición de implicarse en todo y crear ambiente.


Por otra parte también fue una gran opción para mí porque había un grupo de gente a la que conocí (o fue una de las primeras veces que vi) en la segunda mereth-e-Daur (anda que no ha llovido desde entonces) y con la que en algunos casos, como Eleder o Fiondil, he seguido teniendo mucho trato. En otros, como con Katoren o Darkwarf, apenas he visto en los últimos años, o Keleb Dûr, a la que he visto más, pero no lo suficiente, jeje. Volver a encontrarme con ellos me ha traído muchos y buenos recuerdos. Y tanto estar con esta gente, como con otros a los que he conocido por otros lados y no suelo ver habitualmente (Rhiwen, Elro, Lell ¡qué majos sois!), otros a los que sí tengo la suerte de ver de vez en cuando (coñe, Ariencita, últimamente nos estamos viendo más que en los últimos años, casi, jajaja)

Piñaaaa (también podía haber puesto unas fotos raras relacionadas con botellas de sidra, pero me da que no se entenderían bien.

y otros a los que he conocido estos días (¡esa Altáriel guapa!) me han devuelto las ganas de volver a aparecer por eventos varios. Y es que cuando uno lleva tiempo sin ver a determinada gente o sin participar en determinadas actividades, se va acostumbrando y no lo echa de menos, pero es volver y pensar "¿cuándo hay otra cosa?" jaja.

Me dejo de lado a mucha gente. Algunos por descuido y seguro que me doy cuenta dentro de unos días y me arrepiento de no haber me
ncionado, así que inclúyase en el lugar correspondiente quien no haya citado, jaja. A otros no los nombro porque apenas he tenido tiempo de estar con ellos aunque sea gente por la que siento gran aprecio. Por último, con otros que no conocía, ni siquiera he tenido tiempo de cruzarme más de cinco o seis frases, asunto que debería solucionar lo antes posible, porque por lo poco que hemos hablado me ha quedado claro que es gente que merece (y mucho) la pena. Espero poder ver pronto a unos y otros y poder disfrutar de su compañía como he disfrutado de la del resto.

En fin, qué lío de personas y circunstancias. En general, agradezco mucho a los organizadores por la paciencia que han tenido (sobre todo con los del albergue... qué sitio tan chulo y qué mal llevado) y por su buen hacer. Agradezco lo interesantes y bien planteadas que fueron las actividades. Me da penita no haber asistido a las de la primera tarde, pero entre unas cosas y otras a todo no se puede llegar. Tampoco asistí a los talleres del sábado porque no podía parar de marujear con el personal, qué vergüenza. Eso sí, no me perdí ningún taller de marujeo en el baño, no se puede decir que vuelva mal informada de la mereth, jeje.

Taller de marujeo en el baño con banco y todo. ¡Eso es infraestructura!

Sí asistí a esa excursión en la que encontramos un charco en vez de un lago pero donde pudimos apreciar un paisaje que no se encuentra por tierras mañas, con todos los respetos de Lameri, si me lee... A los orko kirolak, como a los torneos del día siguiente asistí encantada como espectadora, que hacía sol, había dormido pocas horas y una es bastante vaga, jajaja. Además, me lo pasé estupendamente cotilleando el desarrollo de las pruebas. Asistí también al concierto, que fue una auténtica gozada. Fuimos por ver un par de canciones y no pudimos levantarnos de la silla. La cena de gala fue genial y la noche intemporal fue... demasiado intemporal, jajaja.
Una noche muy intemporal con unas intervenciones "atemporales". ¡Gracias a bardos, bardas, hacedores de canciones, bailarines e intérpretes de musicales varios!.

Así que llegamos todos a la conferencia del Dr. Eleder con los ojos pegados, pero él se encargó de despegárnoslos. Me lo pasé genial... el muy capullo se las compuso para dar realmente una clase sobre etimología quenya mientras hacía el pata. El resto lo pusieron los asistentes y fue fácil unirse: tiramos avioncitos, quemamos barcos, nos pasamos notitas y caricaturas, contestamos absurdeces y nos reímos a placer. ¿Cuándo otra de esas, apañero?.
¿Alguna vez habéis sacado una foto al profesor en mitad de clase? Miedoooo

Agradezco también la posibilidad que se me ha ofrecido de dar mi primera conferencia y agradezco que tanta gente que había dormido en torno a un par de horas se molestara en ir, atender e incluso plantear cuestiones interesantísimas. Algunas dan para hacer una segunda parte, jejeje. Gracias sobre todo por el debate post-conferencia. ¡Qué majos sois!. La verdad es que me tienta preparar otra cosa, pero como todo... tendrá que ser con calma (y yo que decía que haría cualquier actividad en la STE salvo preparar una conferencia...).

Pues lo dicho... que tengo muchas ganas de volver a veros el pelo a unos cuantos y mejor si es con un marco tan estupendo como el que se nos ha ofrecido estos días. Aunque eso sí, el listón está muy alto.


Recomendando... un vasito de limpë, que sienta estupendamente y no da positivo en el test de alcoholemia (sobre todo si te has bebido un chupito hace dos horas... yo no tentaría la suerte variando estas cifras, jeje) y de música... un "Gondolin" del señor Eleder, que se cantó con ganas el sábado noche y no por falta de razones.