Acostumbro a hacer "propaganda" por aquí de Gates of Valhalla, porque al margen de lo majos que son y de que el cantante me suena de algo... ¡son grandes! Esta vez me toca hablar de otro gran grupo con el que me pasa algo parecido... les tengo mucho cariño; entre otras cosas porque es el grupo de mi hermano, porque la cantante es su moza y porque al batería lo conozco desde que hacían merendolas de cumple en mi casa, se pringaban las manos de ganchitos, me enguarraban cosas y me cabreaba con ellos. Pero aparte del cariño personal, hay que dejar claro que son muy buenos músicos, que hacen canciones realmente buenas y que no sólo su música es buena, sino que las letras están más que a la altura.
Se llaman "Espíritu de Contradicción" y son el resultado de muchos años de trabajo por parte de Pedro y Mikel en los que han evolucionado desde el antiguo grupo, "Blood in your Garden", hasta lo que son ahora, con las consiguientes idas y venidas de unas y otras personas que no han tenido tiempo o no han querido dedicar tanto trabajo al grupo como ellos dos. Por fin han despegado. Consiguieron reunir una formación con gente llena de ganas de trabajar, se pusieron en marcha de verdad y últimamente ya no paran. Han hecho un montón de conciertos en el último año. No sólo en Navarra, sino que también han hecho sus pequeñas incursiones por Calatayud y Alcalá de Henares. Tuvieron además la enorme suerte de tocar con "Los Ronaldos" en Pamplona en Sanfermines (no por tocar con esos energúmenos, que sólo consiguieron que la gente considerara que irse a beber por ahí era mucho más interesante que escucharles, sino por haber conseguido un concierto gratis en mitad de Pamplona y en un pedazo de escenario, que hizo que mucha gente se acercara a escucharlos). Además, por fin se han montado una maqueta que como no podía ser menos, suena de maravilla.
Respecto a qué tipo de música hacen... mi hermano suele decir que a él no le pueden pedir que se defina, porque a fin de cuentas siempre hay gente que se dedica a definir al resto. Por ahí se publica que hacen pop-rock, aunque él dice que no cree que hacen pop-rock, porque si eso es lo que hace "El canto del loco", quiere que quede claro que no tienen nada que ver, jaja. Empezaron haciendo algo de rock urbano, del estilo de "Marea" o "Extremo Duro", pero han terminado por encontrar un estilo diferente, a lo que ha aportado sin duda la voz y la forma de cantar de Jaione, que les da un aire distinto. Como se suele decir en estos casos, lo mejor que podéis hacer es comprobarlo vosotros mismos entrando en su página de myspace, donde se pueden escuchar tres canciones: "Cuesta arriba", "Al Mirarte" y "Bala perdida". ¡Ah! y si a alguien le gusta cómo suena y se anima a hacerse con la maqueta, el finde que viene paso por Pamplona y tenía plan de recoger unas cuantas para distribuirlas convenientemente por las Zaragozas, jeje. Son a cinco euros, vienen cinco canciones (una por euro, jaja) y realmente merecen la pena (aunque los muy... al final no pusieron "Rayando al Alba", que era una de las que más me gustaban). Si alguien está interesado y me lo quiere decir antes de la semana que viene, mejor que mejor, porque entonces traeré más.
Y poco más... hoy recomiendo una pinta de Grimbergen y una canción de estos mozos, "Cuesta arriba".
vendredi, janvier 18, 2008
dimanche, janvier 13, 2008
Treze de ianuario de mildoscientos vint i dos: Yo fui Mana-sama por una noche
Bueno, se me han reclamado fotos de las pintas que llevábamos Arien y yo en Nochevieja y me veo en la obligación de ponerlas, jaja. Pues ahí estábamos las dos, tan majas. Que sepáis que una se viste de Mana y de repente el espíritu del propio Mana se adueña de ella, porque me dio por mirar mal a la gente un buen rato y la gente se sentía un tanto incómoda, jeje. Y luego a otra gente le dio por sacarme fotos a escondidas, muy surrealista. No sé si me las sacaban por las pintas que llevaba o porque tuve los mismísimos de salir de casa en tirantes a tres grados bajo cero, soy muy dura (eso sí, a la vuelta no sabéis cuánto agradecí que volviéramos Arien y yo bajo su capita de piel). En cualquier caso, al segundo vodka el espíritu de Mana hizo las maletas y se fue, porque acabamos bailando encima de la mesa, como todos los años... aunque esta vez vino el camarero, (¡vestido de Mr Increíble!) y nos dijo amablemente que él en nuestro lugar bailaría encima de los bancos, porque la mesa no era muy estable.
Heme aquí imitando malamente la divinidad de Mana cuando se pone a ello (y haciendo alarde de tirantes, por cierto, porque los guantes esos de dos euros casi daban más frío que calor... ¡y además eran sin dedos!).
Aquí Ariencita dándoselas de divina también. Penita que su mami no se las apañó muy bien para hacer fotos con la cámara de vídeo y que no llevábamos más cámaras, sigh. La muy... ¡estaba muy apa!
Y henos aquí las dos... ¿a que parecemos de un grupo visual chungo haciendo el idiota en una sesión de fotos? jaja. Pos eso es todo... dicho y hecho. La verdad es que en Nochevieja se suelen sacar pocas fotos porque de normal se tiene la cabeza a otra cosa. Luego siempre nos arrepentimos de no haber hecho una sesión, pero es lo que hay. Pues hala... beban ustedes un lassi de frutos secos bien fresquito y acompáñenlo de música de Sarasate. Concretamente de "Aires Húngaros".
Heme aquí imitando malamente la divinidad de Mana cuando se pone a ello (y haciendo alarde de tirantes, por cierto, porque los guantes esos de dos euros casi daban más frío que calor... ¡y además eran sin dedos!).
Aquí Ariencita dándoselas de divina también. Penita que su mami no se las apañó muy bien para hacer fotos con la cámara de vídeo y que no llevábamos más cámaras, sigh. La muy... ¡estaba muy apa!
Y henos aquí las dos... ¿a que parecemos de un grupo visual chungo haciendo el idiota en una sesión de fotos? jaja. Pos eso es todo... dicho y hecho. La verdad es que en Nochevieja se suelen sacar pocas fotos porque de normal se tiene la cabeza a otra cosa. Luego siempre nos arrepentimos de no haber hecho una sesión, pero es lo que hay. Pues hala... beban ustedes un lassi de frutos secos bien fresquito y acompáñenlo de música de Sarasate. Concretamente de "Aires Húngaros".
lundi, janvier 07, 2008
Siete de januario de mildoscientos vint i dos: Feliz año y esas cosas
Es un poquito tarde para felicitar las fiestas, pero bueno, espero que todas las personas de bien (considerando este como un concepto muy relativo que no me voy a molestar en explicar largamente, que se den por felicitados los habituales y los allegados majos, jajaja) hayan tenido unas estupendas fiestas, hayan festejado lo que su religión personal les permita y aconseje y no se hayan encontrado con toneladas de carbón en sus casas, jajaja. También deseo un buen año para todo el mundo, aunque un año es un tiempo demasiado largo y de todo tiene que haber. En cualquier caso, espero que cada cual disfrute de muchas oportunidades de aprovechar este año y de la voluntad de disfrutarlo. Lo mismo pido para mí. Eso y que al menos este año sea tan estupendo como el pasado y de momento se presentan oportunidades para lo que sea: dos viajes en preparación, una mereth que por primera vez en mucho tiempo me apetece de verdad, el fin del trabajo para el DEA (a Dios pongo por testigo que este año sí lo presento... que con la beca no tengo excusa) y en general muchos planes y todos ellos buenos. Eso sí, hará falta fuerza de voluntad para llevar todo a buen término, creo que los que estudiáis y trabajáis me entendéis de sobra, jaja (¿quién nos habrá mandado ser tan masoquistas?).
Las navidades, como muchos sabéis, me encantan. Para mí son unas fechas estupendas en el calendario, de hecho para mí es uno de los mejores momentos del año. No porque se suponga que nos tiene que invadir el sentimiento navideño y todo eso, ni porque se suponga que tenemos que ser felices, buenos y generosos, sino porque todos los festejos de estas fechas me encantan. Me encantan las cenas y las reuniones familiares. Sobretodo las que tocan con la familia de mi padre, aunque este año fui el foco de las puñaladas por el pelucón que llevaba en Nochevieja (me tuve que cardar el pelo horas antes para el disfraz de Nochevieja, jeje). Si ya me gustaban cuando vivía en Pamplona, mucho más me gustan ahora, porque a fin de cuentas no tengo mucho tiempo cuando voy a Pamplona de ver a toda mi familia. En estas fechas nos reunimos todos y me parece genial. Me gustan los regalos. Como ya dije el año pasado, me encanta que una vez al año nos dediquemos a buscar para los demás lo que más les puede gustar. Claro que resulta consumista, pero ¿y qué? no nos volvemos más capitalistas que el resto del año, sólo que estas fechas gastamos el dinero en otra gente. Hay quien insiste en dejarse más dinero del que se puede permitir, pero eso es problema de cada cual... no hace falta quedarse en la ruina para tener un detalle con los seres queridos.
Me encanta hasta límites insospechados la Nochevieja. Y es que ser de Pamplona asegura el disfrute en esta fecha, porque es indudablemente la mejor fecha del año. La gente viene a Pamplona en Sanfermines pensando que son la gran fiesta. No se equivocan. Los Sanfermines son, para mi gusto al menos, la mejor fiesta local en la que nunca he estado y puedo asegurar que he estado en varias (por cierto, la verbena de la Paloma en Madrid ha quedado como la más cutre de todas, sintiéndolo por los madrileños de pro, aunque no creo que muchos me visiten, jeje). En cualquier caso Nochevieja es muchísimo mejor. Después de la cena con la familia, las uvas, el beber durante la cena todo el vino y todo el champán que puedas sin que tu madre te diga que te estás pasando, maquillarse y disfrazarse todos los primos (y algún tío macarra) hacen que cuando se pisa la calle (a eso de la una y media ya) las ganas de pasárselo bien estén por las nubes. Es sólo una noche, pero la mejor del año, jaja.
Este año salí con la Ariencita y no tuvimos mejor invento que el de salir de Mana. Muy fuerte. Salimos monísimas de la muerte y hasta nos sacaron unas cuantas fotos, cosa del todo desconcertante, porque como todo el mundo va disfrazado a nadie le suele dar por sacar fotos a los demás. Hubo quien pensó que de monas no teníamos nada. Ahí queda esa frase de Aitor de "con lo guapísimas que sois, mira que estáis feas" jajaja. No sabíamos si tomárnoslo como un piropo o mosquearnos, pero nos reímos bastante. Estuvimos bailando encima de las mesas del alemán, no nos encontramos con nadie de la gente con la que habíamos quedado y nos encontramos con muchos otros que no esperábamos encontrar. Y creo que me tiré toda la noche diciendo "Da iguaaaal". Todo muy raro pero todo bien. Lástima que no pongan dos nochesviejas al año, que una se queda pequeña.
El resto de las fiestas... igualmente bien. Me tocó trabajar tres días porque ya había gastado mis vacaciones entre pilares (sobretodo por el concierto de Héroes) y el viajecito a Madrid, así que tuve que pringar cuando casi todos mis compañeros estaban de fiestón. Pero bueno, tres días se pasaron rápido y estaban enmarcados por dos puentes de cuatro días a los que saqué punta (aunque gran parte del segundo estuvo dedicado a la costura, jaja). El resto del tiempo... tocó de todo un poco: películas, siestas, alguna juerga y cantidades ingentes de comida, qué barbaridad, jajaja. Habrá que relajar el tema un poco ahora que si no, pasa lo que pasa, jajaja. Si no, que se lo pregunten a Marcos y a Alberto y les mencionen la palabra "oyakodon", jajaja. Y es que celebramos cena de Navidad en el Sakura y Alberto, que nunca había comido en un japonés y no entendemos cómo cuernos manejaba con total tranquilidad y destreza los palillos, se ha hecho fan absoluto y tuvimos que hacer otra cena de Reyes. Y... hmm... digamos que tal vez pedimos demasiada comida y algunos se empeñaron en comérsela, jajaja. Fue genial, de todas formas. Por cierto, que tengo la nevera llena de rosco que determinadas personas tienen que venir a comer, jajaja.
Y poco más. Debería escribir más a menudo y en menos cantidad, ya lo sé, pero raciónense los post y léanselos por capítulos que no se sabe cuándo me voy a volver a arrancar. De todas formas, cuando Ariencita me envíe fotos de nuestra pinta en Nochevieja las colgaré. Espero que se vean bien, porque no tengo plan de volver a cardarme el pelo así para hacerme una sesión, jajaja (lo llevaba tan cardado que me eché a dormir y me levanté con el peluco igual... fueron necesarios cuarenta minutos para devolverlo a su aspecto anterior, arfs, en algún momento creo que pensé seriamente lo de desesperar y hacerme unas rastas o algo, jaja).
Recomendando... las variaciones Goldberg de Bach con Glenn Gould al piano. Esto último es importante. Y si tienen tiempo pónganse un vídeo del muchacho en youtube. Yo llevaba años oyéndolo y no tenía ni idea de que el tío estaba tan pirado. De hecho, pensaba que las vocecillas que se oyen de fondo eran mala calidad de las grabaciones. Muy fuerte, muy fuerte. Ah! y para beber una infusión de manzanilla y anís, que va bien para reconciliarse con el estómago después de las fiestas...
Las navidades, como muchos sabéis, me encantan. Para mí son unas fechas estupendas en el calendario, de hecho para mí es uno de los mejores momentos del año. No porque se suponga que nos tiene que invadir el sentimiento navideño y todo eso, ni porque se suponga que tenemos que ser felices, buenos y generosos, sino porque todos los festejos de estas fechas me encantan. Me encantan las cenas y las reuniones familiares. Sobretodo las que tocan con la familia de mi padre, aunque este año fui el foco de las puñaladas por el pelucón que llevaba en Nochevieja (me tuve que cardar el pelo horas antes para el disfraz de Nochevieja, jeje). Si ya me gustaban cuando vivía en Pamplona, mucho más me gustan ahora, porque a fin de cuentas no tengo mucho tiempo cuando voy a Pamplona de ver a toda mi familia. En estas fechas nos reunimos todos y me parece genial. Me gustan los regalos. Como ya dije el año pasado, me encanta que una vez al año nos dediquemos a buscar para los demás lo que más les puede gustar. Claro que resulta consumista, pero ¿y qué? no nos volvemos más capitalistas que el resto del año, sólo que estas fechas gastamos el dinero en otra gente. Hay quien insiste en dejarse más dinero del que se puede permitir, pero eso es problema de cada cual... no hace falta quedarse en la ruina para tener un detalle con los seres queridos.
Me encanta hasta límites insospechados la Nochevieja. Y es que ser de Pamplona asegura el disfrute en esta fecha, porque es indudablemente la mejor fecha del año. La gente viene a Pamplona en Sanfermines pensando que son la gran fiesta. No se equivocan. Los Sanfermines son, para mi gusto al menos, la mejor fiesta local en la que nunca he estado y puedo asegurar que he estado en varias (por cierto, la verbena de la Paloma en Madrid ha quedado como la más cutre de todas, sintiéndolo por los madrileños de pro, aunque no creo que muchos me visiten, jeje). En cualquier caso Nochevieja es muchísimo mejor. Después de la cena con la familia, las uvas, el beber durante la cena todo el vino y todo el champán que puedas sin que tu madre te diga que te estás pasando, maquillarse y disfrazarse todos los primos (y algún tío macarra) hacen que cuando se pisa la calle (a eso de la una y media ya) las ganas de pasárselo bien estén por las nubes. Es sólo una noche, pero la mejor del año, jaja.
Este año salí con la Ariencita y no tuvimos mejor invento que el de salir de Mana. Muy fuerte. Salimos monísimas de la muerte y hasta nos sacaron unas cuantas fotos, cosa del todo desconcertante, porque como todo el mundo va disfrazado a nadie le suele dar por sacar fotos a los demás. Hubo quien pensó que de monas no teníamos nada. Ahí queda esa frase de Aitor de "con lo guapísimas que sois, mira que estáis feas" jajaja. No sabíamos si tomárnoslo como un piropo o mosquearnos, pero nos reímos bastante. Estuvimos bailando encima de las mesas del alemán, no nos encontramos con nadie de la gente con la que habíamos quedado y nos encontramos con muchos otros que no esperábamos encontrar. Y creo que me tiré toda la noche diciendo "Da iguaaaal". Todo muy raro pero todo bien. Lástima que no pongan dos nochesviejas al año, que una se queda pequeña.
El resto de las fiestas... igualmente bien. Me tocó trabajar tres días porque ya había gastado mis vacaciones entre pilares (sobretodo por el concierto de Héroes) y el viajecito a Madrid, así que tuve que pringar cuando casi todos mis compañeros estaban de fiestón. Pero bueno, tres días se pasaron rápido y estaban enmarcados por dos puentes de cuatro días a los que saqué punta (aunque gran parte del segundo estuvo dedicado a la costura, jaja). El resto del tiempo... tocó de todo un poco: películas, siestas, alguna juerga y cantidades ingentes de comida, qué barbaridad, jajaja. Habrá que relajar el tema un poco ahora que si no, pasa lo que pasa, jajaja. Si no, que se lo pregunten a Marcos y a Alberto y les mencionen la palabra "oyakodon", jajaja. Y es que celebramos cena de Navidad en el Sakura y Alberto, que nunca había comido en un japonés y no entendemos cómo cuernos manejaba con total tranquilidad y destreza los palillos, se ha hecho fan absoluto y tuvimos que hacer otra cena de Reyes. Y... hmm... digamos que tal vez pedimos demasiada comida y algunos se empeñaron en comérsela, jajaja. Fue genial, de todas formas. Por cierto, que tengo la nevera llena de rosco que determinadas personas tienen que venir a comer, jajaja.
Y poco más. Debería escribir más a menudo y en menos cantidad, ya lo sé, pero raciónense los post y léanselos por capítulos que no se sabe cuándo me voy a volver a arrancar. De todas formas, cuando Ariencita me envíe fotos de nuestra pinta en Nochevieja las colgaré. Espero que se vean bien, porque no tengo plan de volver a cardarme el pelo así para hacerme una sesión, jajaja (lo llevaba tan cardado que me eché a dormir y me levanté con el peluco igual... fueron necesarios cuarenta minutos para devolverlo a su aspecto anterior, arfs, en algún momento creo que pensé seriamente lo de desesperar y hacerme unas rastas o algo, jaja).
Recomendando... las variaciones Goldberg de Bach con Glenn Gould al piano. Esto último es importante. Y si tienen tiempo pónganse un vídeo del muchacho en youtube. Yo llevaba años oyéndolo y no tenía ni idea de que el tío estaba tan pirado. De hecho, pensaba que las vocecillas que se oyen de fondo eran mala calidad de las grabaciones. Muy fuerte, muy fuerte. Ah! y para beber una infusión de manzanilla y anís, que va bien para reconciliarse con el estómago después de las fiestas...
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