samedi, novembre 27, 2010

Veynte y siete de noviembre de MCCXXXXIIII: "George R. R. Martin y el Tostón de Cuervos"

Aviso: en este post hay spoiler para los pocos que quedan que no se han leído la saga de "Canción de Hielo y Fuego". Para quienes ya os lo hayáis leído, os pido que no me destripéis las últimas ciento y pico páginas que me quedan por leer de "Festín de Cuervos", principalmente porque, en tal caso, estoy segura de que no me lo terminaré.

Tardé mucho tiempo en ponerme con Canción de Hielo y Fuego. El motivo fue que estaba hasta los mismísimos, no de que me lo recomendara todo el mundo (que puede ser un aliciente), sino de los reiterados "pero ¿cómo? ¿aún no te has leído nada de George R. R. Martin?". Como si no tuviera una mejor cosa que hacer que leerse lo que se está leyendo todo el mundo simultáneamente. Pesados, más que pesados. Además, siempre lo digo... el que tenga mucho empeño en que me lea un libro, que me lo plante en las manos. Si no y para mientras... suelo tirar de lo que tengo por casa (que es bastante) o de lo que se me cruza el cable y compro o pillo en la biblioteca.

Pues bien. Un buen día mi hermanito tomó nota y me regaló "Juego de Tronos". Me lo leí... y bueno, no diré que no me gustara, porque lo leí muy a gusto... pero, en definitiva, un libro como tantos otros. Me resulta completamente inexplicable la fama que arrastra, fama que justifico únicamente porque suelo hablar con mucha gente que lee toneladas de novela de Fantasía y, admitámosolo, en pocos géneros se escribe tanta porquería como en Fantasía (aunque bueno, ahí está la "novela histórica" compitiendo duramente, ya hablé de ello en su día). Una pena, porque lo que es bueno, es muy bueno, pero hay tanto malo... En cualquier caso, opino que todos hemos leído cosas mejores, mucho mejores que la condenada saga. No aportan nada de originalidad ni son una maravilla de la literatura. Seamos realistas... es un culebrón como otro cualquiera, los personajes están más vistos que el tebeo (por Dios, ¿es que no hay sangre en la familia Stark?) y las historias son historias por todos conocidas mejor o menor tejidas y remezcladas. Y muchos muertos. Eso sí, no diré que sabe mantener al lector enganchado hasta el último momento (o sabía, como aclararé más tarde, ejem...). He de reconocerle también un gran acierto en cómo sabe llevar lo referente a los Targaryen y, sobre todo, del personaje de Rhaegar (dejando al margen el sospechoso parecido entre Rhaegar y su vida y la de Elric de Melnibone). Pasa a ser más interesante lo que parece que fue la historia anterior a los libros que los propios libros. Muy buen trasfondo.

Me leí el primer libro, le mangué a mi hermano el segundo y el tercero me dio pereza leerlo (mi mismo hermano lo dejó cuando le quedaban unas cuarenta páginas porque "nada le impulsaba a seguir leyéndoselo". Recientemente me apeteció continuar la serie porque, tontamente, cada vez me iba enterando de más cosas que pasarían en los libros que me quedaban por conversaciones que íbamos teniendo por ahí así que, ya que Yazston me dejó amablemente el tercero y el cuarto, me puse con ellos. Pues bien... el tercero me parece similar al segundo: entretenido, bien llevado y me mantuvo bastante enganchada. Ahora bien... pero ¿qué mierda? ¿en qué condenado momento? pero ¿por qué maldita razón escribió esa porquería llamada "Festín de Cuervos"? Estamos de coña ¿o qué?. No tengo claro si lo hizo por tocar las narices o porque no le quedaban personajes ya de los que hablar. Y es que ya lo dije yo... la muerte de Eddard Stark en el primer libro está muy bien. Ya se sabe... de golpe y porrazo se muere un personaje principal en el primer tomo de una saga. Muy bien, muy efectista, todos nos quedamos muy conmovidos. Eso sí, el señor Martin observó que el recurso le salió redondo y a partir de ahí... hala, a matar personajes. No sé a vosotros, pero lo que es a mí, conforme van muriendo más personajes, menor efecto me causa. Es más bien un "ah, mira, uno menos". De hecho, me sentí bastante contrariada cuando vi que a Catelyn la resucitan de la nada. ¡Oiga! ¡que estaba muerta! y a nadie nos parecía mal, de verdad. Al menos a mi parecer es una petarda.

Lo dije con bastante coña por la mitad del tercer libro... "a este paso, si sigue muriendo gente, intuyo que el último libro va a ser un capítulo muy largo titulado Tyrion". Pues mira, ojalá hubiera sido así, pero no. Entre que desaparecen un montón de personajes y que a Martin le apetece hacer un bonito recurso que se llama "no mentar a ningún personaje interesante durante el libro..." pues hala, el cuarto libro es una sucesión de capítulos sobre personajes que a nadie le importan un cuerno. ¿El capitán de la mano de hierro? ¿el príncipe de nosedónde? pero ¿quién es esa gente? Oye, que quedaban muchos tipos por ahí de los que estaba bien hablar y eso. En los primeros libros era un buen recurso que cada capítulo hablara de un personaje, sí, pero ahora... Cada capítulo trata de un personaje diferente, que te importa tan poco como el anterior y encima, cuando empiezas a coger un cierto gusto a la historia y tal... ¡zasca! cambio de personaje: "el mendigo de los calzones largos" ¿a mí qué cuernos me importa la vida del mendigo de los calzones largos? Apuff.

Vale, sí, escribo con rebote, cabreo y bastante hartazgo. Creo que es lo peor que he leído desde "Los Pilares de la Tierra", que no hace ni años. Y es que durante toda mi vida he seguido la máxima de "si no te gusta el libro que te estás leyendo, déjalo. A fin de cuentas el tiempo es un bien muy valioso y hay muchos libros buenos por leer". Pero, maldita sea, que no me guste el cuarto libro de una saga... no me había pasado nunca. Es como estar leyéndote un libro de mil páginas y que te aburran las cincuenta últimas. Ya que estás, te las terminas. El problema es que llevo dos meses, dos condenados meses, tratando de dar fin al condenado libro. Y me aburre infinito, de verdad. También es cierto que, mientras, me estoy leyendo la colección de manga de Kyo que también le estoy rapiñando a Yazston sí, pero jo... quiero terminarme el maldito libro y empezarme otro que me guste. Al menos, últimamente he descubierto que no soy la única que quiere estrellar el libro contra las paredes. Ya me habían avisado Ortzi y Yazston de que no era un gran libro pero, recientemente, hablando con Lameri y Tuor por un lado y Landarion por otro... veo que no estoy sola en mi odio. Mal de muchos...

Lo peor de todo es que asumo que me leeré el nuevo que va a salir. Eso sí, esperaré plácidamente a la traducción al castellano (faltaría) y a que reúna ganas de leerlo. Esperemos que al menos se moleste en sacar a todos los personajes decentes de libros anteriores que están en el limbo de los personajes olvidados.

Mal, señor Martin, mal.

Y dicho esto... recomiendo... un té negro especiado para combatir el frío. Y de música... "White Wedding" de Billy Idol.

dimanche, novembre 21, 2010

Veynte y uno de noviembre de MCCXIIII: "Donosti Sunrise"

Ufff... nuevamente llevo sin aparecer por aquí lo indecible, pero he de decir que, esta vez, la culpa no es mía. Es más, he ido queriendo escribir varias cosillas, pero no ha podido ser por una cuestión impepinable... ¡estamos sin internet! Aunque ese pequeño problema será solventado mañana gracias a los señores de Euskaltel que, después de mucha burocracia, por fin vienen mañana a hacer que esto termine de ser ya un hogar. Mucho tiempo sin aparecer y bueno, como a la mayoría de mis lectores os tengo por feisbúc (ahí sí que informo algo de cuando en cuando), o he ido hablando con vosotros estos últimos meses, supongo que no quedará mucha gente que no sepa ya que estamos formalmente instalados ya en Donosti.

Primero vino Yazston de avanzadilla (principalmente por el pequeño detalle de que había encontrado curro aquí) y después, una vez que el bicho ya había encontrado un pumpuño para meternos dentro, vine yo. He de decir que hemos tenido, con todo, mucha suerte. Que llamaran a Rober para trabajar aquí fue un chollo, porque ya hacía tiempo que queríamos trasladar el campamento a Pamplona o Donosti. Encontrar piso en tan poco tiempo... otro chollo enorme, dados los precios que se estilan por aquí. Tuvimos suerte en encontrar éste y también habilidad por parte de Yazston, que gastó puntos de
carisma para convencer al casero de que seríamos buenos inquilinos (lo de buscar piso empieza a parecerse a un casting...). Al final nos hemos hecho con una guarida chulísima: es bonita, grande, reformada, con calefacción, mucha luz y un montón de camas para los que queráis venir a invadirnos. Así que ya sabéis... Finalmente, yo también he tenido mucha suerte al encontrar curro en tiempo record. Lo cierto es que, si algo me daba miedo de venir aquí, era estar meses y meses buscando curro y no encontrar nada. En dos semanas ya he empezado mi nuevo trabajo y, aunque el curro no es nada del otro jueves y los horarios son un poco infames, la verdad es que estoy muy contenta... pagan bastante bien y la gente es muy maja. En estos tiempos que corren, en los que ya es de agradecer encontrar trabajo... aún es más de agradecer encontrar un trabajo que mole.

Por lo demás, la mudanza casi termina con nosotros, pero somos auténticos supervivientes, jajaja. No me alargaré explicando lo malo que es mudarse durante la noche. El viaje Barcelona-Donosti, de empalmada y en una furgoneta nada cómoda no mola nada. Eso sí, gracias a la colaboración de Arien y Ortzi en Barcelona y de Pedro y Raziel en Donosti, tardamos mucho menos de lo esperado. Les debemos el alma, por lo menos. El resto... os podéis imaginar: empaquetar y desempaquetar cosas... li
mpiar la casa (nunca dejan los pisos a gusto de uno, siempre hay que empuñar el estropajo y el KH7 por mucho que hayan contratado a limpiadores, maldita sea), un frigorífico que intentó asesinarnos (gracias a lo cual nos trajeron uno mejor... así que yo propuse cargarnos algo más para ver qué pasaba, jajaja) y pocas ganas ya de terminar de desempaquetar lo que queda. Ya se sabe... una vez que se saca lo imprescindible, da mucha pereza terminar de sacar el resto. De hecho, aún hay cosas en el piso de los padres de Yazston. Pero bueno... ahora ya van las cosas poco a poco. Ya hasta hacemos comidas y cenas y todo en casa. Hoy, por fin, nos han puesto internet. Conclusión... ya podemos decir que estamos formalmente instalados en el pumpuño y en Donosti. Y mola. Por cierto... desde que he pisado yo estas tierras no ha dejado de llover ni un sólo día. Y, quitando una miniexcursión a Barcelona la semana pasada... (a ver a Les Lúthiers... a ver si me estiro y cuento también cómo fue ese viaje, que moló mil), llevo ya por aquí 20 días.

Por fin vivo en una ciudad en la que no me quejo del tiempo. Mentira parece

Recomendando... té rojo de Yunnan en pirámide, que me lo regalaron ayer Nuria, Raziel, Miren y David... más majos que majos ellos. Lo hemos estrenado esta mañana para desayunar y estaba buenísimo. Pendiente queda hincar el diente a los botecitos de mermeladas alcohólicas que también me regalaron: albaricoque con armagnac, fresas con champagne, cerezas con cassis y naranja con whisky. Tienen una pinta brutal, pero no tenía tostaditas o galletas que les hicieran justicia, así que las reservo para saborearlas como se merecen. Para escuchar... "Believe enough to fight", de "Once and Future King", que últimamente la he escuchado hasta hartarme.