vendredi, mars 27, 2009

Vint y siete de março de MCCXXIII: "La Hora del Planeta"

Pensé publicar este comentario en mi blog para informar a todo posible visitante que, como yo, viva en la parra y no se haya enterado del apagón de mañana, pero increíblemente, esta vez estoy oyendo información por todas partes. Lo cierto es que yo me enteré hace cosa de una semana gracias al blog de Nienna, pero después de eso me ha sorprendido la campaña que he visto en Cuatro (aunque ya que lo apoyan, también se deberían plantear no emitir programación, coñe), así que supongo (espero) que también se habrá prodigado por otras cadenas, radios y periódicos. Y es que esta vez no es la típica propuesta de "apaga las luces cinco minutos por el cambio climático" que nadie sabe de dónde ha venido, sino que es una iniciativa mundial promovida por WWF en la que se espera la colaboración de 1000 millones de personas. Mucho número me parece a mí y como siempre, nunca se sabe si servirá de mucho, pero qué cuernos, es la única forma que tenemos de expresar que nos importa el planeta y que queremos que se lleven a cabo proyectos efectivos para frenar en la medida de lo posible el cambio climático. Para quien quiera más información del evento, que eche un vistazo a la web de WWF, que copio del blog de Nienna.

Así que... en vista de que todos estamos informados, poco más me queda que decir, salvo que este humilde blog también apoya la propuesta y en este humilde élfico hogar mañana estarán todos los aparatos eléctricos desconectados a partir de las 20:30 (y espero que no se me olvide nada en stand-by, que yo para eso soy fina). Os propongo que hagáis lo mismo... que aprovechéis la luz de las velas para reflexionar sobre qué podemos hacer desde nuestros pequeños agujeros para tomarnos en serio un verdadero cambio. Porque son muchas cosas las que tienen que cambiar y no sólo está en las manos de gobernantes y empresarios (aunque sí, ellos tienen en sus manos infinitas posibilidades más de hacer algo efectivo). Pensad en cómo a lo largo del día no paramos de consumir energía innecesaria y de generar residuos. Hacedlo por el planeta y, si creéis que no sirve de nada, al menos para hacerle un agujero este mes a Endesa, que malditos sean cien o doscientas veces.

Y mientras estáis con la luz apagada... os recomiendo que hayáis hecho previamente (de no ser que seáis hábiles haciendo fuego), un genmaicha calentito. Música no sé si recomendar, me da a mí que usar el mp3 con la batería es trampa, jajajaja. Así que cada uno que cante lo que mejor le parezca, jajaja.

samedi, mars 21, 2009

Veinte y uno de março de MCCXXIII: "Madrid express"

Siempre que voy a Madrid me pasa lo mismo: me apetece quedar con todo el mundo y hacer una barbaridad de cosas y al final, más o menos, quedo con las mismas personas y hago lo mismo. No es que sea mal plan, ni muchísimo menos, quedar con Arien o con Lothi, después de las parrafadas que nos tiramos por internet es como necesario, pero me da penita la de años que hace que no veo a algunas gentes. Y eso que esta vez he aprovechado un poquito más el tiempo...

Me mandaron a hacer un curso del curro a Madrid. Ya sabéis, eso de "¿te importa hacer este curso en Madrid?" y yo "eh... ¿Madrid eh? creo que podré hacer algún apaño...", jajajaja. En teoría duraba semana y pico, pero los malditos traidores decidieron acortarlo y continuarlo dentro de dos meses (que tampoco es mala idea). Pues bueno. Una semana laboral en Madrid de lunes a viernes, más el fin de semana que fui a pedir asilo político a casa de Ariencita y Eleder, para no pedir la costumbre. Pensaba que tendría tiempo para todo teniendo tantos días, pero claro, el curso duraba sus horas y la gente que vive en Madrid también trabaja y eso, así que los primeros días, entre lo petada que salía y unas cosas y otras... me dediqué a vegetar plácidamente en el hotel.

Eso sí, el fin de semana ya me pude dedicar a lo que toca... ver al personal y, por supuesto, como siempre que me junto con Arien... comer sushi y comprar té. Esta vez por partida doble, porque fuimos a comprar té dos veces (una para ella y otra para mí, aunque claro, ya que estábamos ahí las dos veces... pues nada, me volví a Zaragoza con cinco bolsitas de té, no veáis qué drama, jaja... jos, que tenía que reponer mucho) y también a comer sushi dos veces! porque fui con Arien al Musashi (el Mushi-shi para los amigos) y luego resultó que cuando Cecilia "había reservado mesa en un restaurante" fue casualmente en el mismo, jaja. Sushi para comer, sushi para cenar. Y ¡mira que hay restaurantes en Madrid para que tuviéramos que acabar en el mismo!. La verdad es que es un gran sitio. Penita que estuviéramos cansados todos (creo que Lothi, Miguel y yo teníamos pinta de muerteeeee) después y no consiguiera triunfar la idea del bar que propuso Cecilia (jos, no nos mates, guapa!).

Por fin quedé con Nico y compañía. Fue en plan de "bueno, cenamos y luego plegamos pronto que estamos cansados" y acabamos en casa de Turete, montando lo que parecía una película de Almodóvar. Tengo fotos que lo atestiguan, pero no soy tan cruel de publicarlas. Además, en la mayoría salgo yo, jajaja. También quedé con Mornorë aunque sea un ratín el domingo. De todas formas, tanto a unos como a otra (y a la Ariencita y a Raziel) os veré en Rúnicos bien prontito, así que tendremos tiempo de sobra para hacer de todo (con un buen mazo de cartas o un buen tablero de por medio, jajaja).

Me gusta mucho pasarme por Madrid. Me gusta tanto ir que no puedo evitar hacer visitas cada nada de tiempo. A veces pienso que no me importaría pasar allí otra temporada y siempre digo que no lo descarto, la verdad, pero ahora mismo estoy muy bien en Zaragoza y no me veo moviendo el tenderete, jaja.

Me lo pasé muy bien estos días, gente, aunque no he podido descansar hasta este fin de semana arrrrrr (y encima este viernes también salí a tomar algo y para llegar a casa a las tantas bastante perjudicada, joer, soy lo peor). Por otra parte, podíais venir de visita, malditos, que siempre estoy yendo yo y no hay forma de quedar con todo el mundo.

Eeeeen fin... recomiendo té rojo chai especiado con cardamomo, jenjibre y esas cosas. Y el "Oberon" de Carl Maria von Weber, que siempre es una gozada tener de fondo (y así de paso lo escuchas, Lothi).

(En breves cuelgo fotos de la visitilla, que estoy en ordenador ajeno)