mercredi, octobre 31, 2007

Treinta i uno de octubre de mildoscientos veinte i uno: Pedantería, marujeos y cintas de DVD

La "vuelta al cole" tras las vacaciones ha sido muy dura. Ayer casi me da un yuyu en sitel-city (mi cavernos particular). Conforme avanzaba la tarde cada vez estaba más desesperada por salir y eso que no sé cómo he logrado hacer dos ventas que sumadas a las otras seis del lunes y el martes han dado como resultado que me den un cheque de 60 buretes para gastar en lo que quiera en el Corte Inglés. Joer, qué nervios. No soy nada fan del Corte, pero si me tengo que gastar 60 euros, lo hago sin pestañear, desde luego. Lo que no sé es qué sección atacar: ¿perfumería? ¿lencería?. Arfs, casi hubiera sido mejor que no me lo dieran, jaja.

Por lo demás, lo dicho... la vuelta a sitel-city ha sido un asco estos tres días y cuando grito "¡¡¡Me quiero ir a mi casaaaaa!!! ¡¡¡o mejor a Japóóóóón!!!" creo que no me entienden lo suficiente, jajaja. Y eso que Carmen dice que nadie lo dice con tanta desesperación como yo (lo de querer irse a casa, se entiende, lo de Japón lo ven como más exótico y supongo que prefieren irse al Caribe en realidad).

En resumidas cuentas, me lo he pasado tan bien estos días en Madrid que estoy frustradísima con mi vuelta.
Y es que cada vez que vuelvo de Madrid me da la misma paranoia de que debería ir más a menudo. A fin de cuentas está a 24 euros de distancia de aquí y cuatro horitas de viaje que se pasan tranquilamente durmiendo y escuchando música. Y una vez allí hay infinidad de cosas por hacer, sobretodo por la oportunidad de ver a toda esa gente que no hay forma de ver fuera del messenger. Aunque también podíais venir vosotros, marrajos, que siempre hay que suplicaros, jajaja.

Me lo pasé genial en casa de Ariencita. Hacía mil que no sabía nada de Bombur (más majo él...) y eso que lo tengo en el messenger, pero ya se sabe... a fin de cuentas se acaba por usar el messenger siempre para hablar con los mismos. En todo hay rituales. Laura es una tipa majérrima y está tan loca como nosotras (el sábado nuit lo confirmó... esa noche basada en EL DEUVEDÉ, vodka, chocolate y una larga sesión de youtube protagonizada por el "momento micrófono") y sobre Ariencita ya me extendí recientemente: es de lo más majo que hay en este mundo. No me quiero dejar de lado al otro gran inquilino que reside en esa casa... el que otrora fue el pequeño Motita (hijo de Dana, la gatita que se quedó la madre de Marcos... todo queda en familia) ahora se ha convertido en señor Mota; un gato precioso y enorme. El condenado se ha puesto guapísimo y está de un mimoso que no os podéis imaginar. Os pongo aquí una foto para que veáis lo guapo que está, pero haré un post en condiciones en el blog felino para que veáis lo bien que decoran el señor gato y su mamá.

El "pequeño" Mota dedicándose a una actividad importante: el reposo felino

La noche del concierto fue memorable, como ya relato en el post anterior. Después sólo hablábamos de suicidio, de haber vivido ya suficiente, de irnos a vivir a Japón y de que si no cumplíamos nada de eso y no volvían a España, al menos iríamos a París en su próxima gira, jaja. ¿Qué? El concierto merece la pena y cualquier excusa es buena para darse un paseo por la Sainte-Chapelle ¿no?. Las
largas horas de vídeos y de conversaciones absurdas tampoco tuvieron precio. Chicaaas, tengo que volver a Madrid a hacer terapia con vosotras. La mayor parte de la gente de mi entorno habitual no me entiende, jajaja.

Así de tristes estábamos al día siguiente del concierto

Por lo demás... pasó lo de siempre: tenía muchas ganas de ver a mucha gente, pero luego hay poco tiempo y no se puede ver a todo el mundo ni hacer la mitad de las cosas que se pretenden. Me fastidió mucho no ver a Dûriner y tampoco he visto esta vez a Rúmil y a la Arien-Ra (para que ustedes distingan y tal). Con Eleder estuve poquito. La próxima vez tengo que hacer el encaje de bolillos con otro dibujo para estar más con esta gente y menos con los que he estado esta vez... a ver si lo consigo. De la que no puedo prescindir mucho si voy es de Cecilia, que a fin de cuentas no la leo nunca por el messenger (aunque la última vez que estuve no pude quedar con ella... qué lío). El caso es que fueron geniales las largas horas de conversación con Cecilia, con Cecilia y Eleder después y con Eleder finalmente. Todo esto mientras digeríamos porquerías (el aguante que tiene esta gente no lo sabe nadie, porque a mí me sentaron muy fatalmente el pedazo sandwich del vips y el brownie que me zampé un buen rato después... mientras Cecilia se ventilaba sin pestañear dos sandwich que seguro que le sentaron de maravilla). En fin... nos extendimos en pedanterías, en la hermosa arte de poner a caldo a determinados personajes (que no personas) y a recordar con cariño a otras que poníamos verdes antes (en el fondo siempre han estado ahí).

Con Lothi pude disfrutar de un señor paseo por el Prado, seguido de un café y un paseíllo de tiendas (que me llevó a pensar que en lugar de comprar ropa debería comprarme una máquina de coser y dejarme de tonterías, ejem). El paseo por el Prado empezó mal, porque no habíamos desayunado y encima "decidimos" empezar por las salas del barroco español, así que nos dimos de morros con Rivera, Murillo y Zurbarán. Huelga decir que no nos placen demasiado (aunque la última vez que estuve en el Thyssen sí que encontré a Rivera bastante interesante, lo que son las cosas), así que empezamos la visita con un tono bastante cínico. Ya os podéis imaginar: que si este cuadro es chungo, que si tal de allí era muy feo... Después procedimos a hablar de reyes, princesas y demás retratados como si fueran colegas de toda la vida: esa era una víbora y aquel tuvo mucha suerte con aquello que hizo. Ya se sabe, demasiado Carlos Fisas, jajaja. Eso y que siempre nos ha gustado el marujeo, pero con clase.

Lo bueno de que el Prado esté tan cerca, sin embargo, es que te puedes permitir eso. No es como si vas a Paris, que más te vale estar despejado para ver el
Louvre, porque de aquí a que vuelvas... Ir al Prado en cambio supone que te puedes dejar sin visitar el tesoro porque tienes hambre y te empiezan a dar mareos, jaja. Te puedes haber saltado un cuadro que te encanta porque no has cogido el plano para guiarte en condiciones y te has pasado la sala de largo y no te da ningún yuyu (bueno sí, uno pequeñito igual sí, dependiendo del cuadro, claro), porque sabes que no tardarás mucho en volver. Sin embargo, hay cuadros que independientemente de las veces que se vean, lo poco que se haya dormido y el sueño que se tenga, siempre impactan. Yo siempre tengo dos motivos fundamentales para pensar que es una buena idea visitar el Prado: "El Jardín de las Delicias" del Bosco y las "Pinturas Negras" de Goya. Qué maravilla. Además, tuvimos la suerte de que por lo visto últimamente no están de moda ni uno, ni otras, así que los pudimos ver con total calma y desde sitios preferenciales. Cabe decir que cuando llevábamos un rato comentándonos la una a la otra El Jardín de las Delicias, se fue llenando de gente, pero nosotras seguíamos en nuestra posición preferencial.

Espacio pequeño para cuadro grande, porque no se pueden ver las menudencias, jaja. Y yo que siempre he dicho que este cuadro inspiró al creador de Wally...

Al margen de estas dos maravillas, siempre es un placer volver a ver la sala de pinturas del Greco, cuyas composiciones deben de ser las mejores de la historia de la pintura. Sus retratos están bien, pero las obras de gran tamaño son pe
rfectas. Nadie salvo él ha podido permitirse durante siglos realizar esta clase de composiciones y muchos de los que lo han intentado habrían hecho bien en quedarse con el triángulo o la perspectiva central, en pro del buen gusto. Por supuesto, la utilización de esos colores que sólo él supo utilizar (ese rosa y ese azul característicos) o las expresiones de los ojos, también contribuyen a que sea uno de los pintores más grandes de la historia. Y cosa curiosa, es un pintor que no me hizo mucha gracia cuando empecé a estudiar arte y que ahora es sin lugar a dudas uno de mis favoritos.

La escasa pintura renacentista italiana también nos tuvo entretenidas un buen rato. Y es que cuesta comprender qué hacen en España obras tan importantes como son las tres partes que se exponen del Nastagio degli Onesti de Botticelli o una de las anunciaciones de Piero de la Francesca que nunca recuerdo que está en el Prado y siempre me sorprendo cuando la veo. Del Nastagio poco se puede decir. Salvo "¿qué pensaba Botticelli cuando los pintó"? (la respuesta "en el Decamerón" no me vale).

De Velázquez ni hablamos. Diría que es siempre un placer contemplar "Las Meninas", de no ser porque había gente a patadas, para variar, delante del cuadro. Como si no hubiera nada más expuesto en todo el condenado museo. Frente a "Las Hilanderas", sin embargo, siempre suele haber menos gente, así que lo disfrutamos más tranquilamente. Curiosamente, Velázquez es uno de los pocos pintores cuyas mejores obras sí son las más conocidas. Entre "Las Lanzas" y "Las Hilanderas", desde luego me quedo con este último. No sólo estéticamente, sino porque su composición es bastante más interesante. En cualquier caso, tampoco encuentro mal que "Las Lanzas" sea uno de los más conocidos, salvo por el detalle de que la gente también se amontona delante del susodicho cuadro. Me temo que la película del "Alaquetriste" hizo mucho daño a los visitantes habituales de la sala, jur.

Por último un capricho personal... me encanta "El Triunfo de la Muerte" de Brueghel el Viejo. Es una pintura que no acostumbra a salir en las guías de viajes y que sin embargo tiene una modesta cantidad de seguidores. Me sorprendí cuando llegué a casa y hablando con el elfo al respecto, le enseñé el cuadro, que identificó en segundos y dijo "¡Brueghel el Viejo!". Curioso, considerando que Marcos no ha estudiado arte ni nada similar. El mozo justifica el conocimiento como "no sé, Javi y yo lo conocíamos" (¿?) jaja. En fin... cuadro curioso que recoge la tradición bajomedieval del Triunfo de la Muerte, tema que me interesa también desde el plano profesional, claro, jajaja. Me parece una maravilla desde la primera vez que lo vi y eso que entonces no creo que entendiera muy bien su significado.

En fin... no me explayo más porque ya me vale. De postre un café de Starbucks de esos de caramelo, aunque sepan dulzones y te los den en vasos de plástico, jurjur. De música, el aria "Blute nur du liebes Herz" de la Pasión según San Mateo de Bach.

vendredi, octobre 26, 2007

Veinte i seys de ottubre de mildoscientos veinte i uno: El día después

Bufff, si hace unas semanitas pudimos disfrutar del conciertazo de Héroes, ayer tuvimos la inmensérrima suerte de poder estar (por fiiiin) en el concierto que dieron Moi Dix Mois en Madrid. Si del concierto de Héroes me costó decir cosas coherentes, de este no tengo palabra alguna. Fue absolutamente espectacular y me quedo muy corta.

Teníamos el vídeo de la gira de 2005 y prometían ser muy buenos en el escenario, pero teníamos en contra que gran parte del grupo había cambiado (sólo quedan Mana y K, de los antiguos componentes) y que no nos terminaba de convencer el nuevo cantante, después del listón tan alto dejado por Juka. Lo que nos encontramos no tuvo precio: en escenario son muy buenos todos ellos. Musicalmente fue perfecto: todos estuvieron impresionantes. Su carisma se multiplica por diez, por lo menos (salvo el de el bajista, que no entendíamos muy bien por qué se paseaba por el escenario, cuando se podía quedar quietecito en una esquina) y los nuevos componentes (salvo el susodicho bajista) son muy dignos herederos de los anteriores. El batería de hecho me gusta bastante más que el anterior y el cantante, Seth, merece mención aparte. No es mejor que Juka; es completamente diferente y toda comparación resulta absurda. El tío cantaba brutalmente bien, su voz sonaba preciosa en directo (mucho mejor que en los discos) y el carisma que destilaba el maldito hijo de... no tuvo nombre. Pero no se quedaba ahí el muchacho; se tiró todo el concierto haciendo los movimientos más lascivos que hemos visto en nuestra vida. No nos podíamos creer lo que hacía el tío con la lengua y con el micrófono. Y las poses que hacía cuando no cantaba. Pufff aquello no tenía nombre, aunque hay varias palabras que le van bien: están lujuria, lascivia, concupiscencia... y varias del mismo tipo (Ariencita, aquí a mi lado, puntualiza: babas... babas... muchas). No nos podemos explicar nada, considerando que cuando apareció era un japonés pequeñito con un parche y cuyo interés se contaba en números negativos.


Este no es Seth, es su representación fotográfica. ¡En directo es otra persona! (o vampiro, semidios, representación de la lujuria, ¡algo!)

El público estaba un poco frío al principio, pero los capullos se las apañaron para mover al escaso personal (para nue
stra inmensa alegría, la sala tenía aforo limitado y estábamos sólo 500 afortunadas personas ahí dentro). Al principio, además, no podíamos dejar de mirarlos impactados de que esa gente esté viva y se paseen, pero luego empezaron a meter muchísima caña y todos tuvimos que bailar a sus órdenes, jaja. Todo hijo de vecino gritó ahí cual poseso y todos estábamos encantados. Además y en contra de la opinión popular, se mostraron increíblemente cercanos, no sé si porque son así de serie o porque al ser una sala tan pequeñita les dio pie para ello. No paraban de acercarse a la gente, de tirar púas que no conseguimos coger (brrr) y de hacer gestos majetes. K hablaba en ese inglés tan raro que hablan los japoneses y nos convenció para que hiciéramos una coreografía rara que al principio parecía demasiado japonesa para Europa, pero mientras tocaban "Dispell Bound" quedaba brutal, jajaja, vaya jefes. Curioso fue ver cómo Mana, aún más en contra de la opinión general, no hacía ningún empeño en acaparar atención alguna. Los solos más interesantes los tocaba K (Mana es un gran compositor, pero como guitarrista es bastante normalito, el mozo lo sabe y aprovecha al máximo a los componentes del grupo) y en gran medida el protagonismo recaía en Seth y K. Especialmente porque K era el único que se comunicaba en algo lejanamente comprensible (Seth decía muchas cosas en japonés que nos parecían estupendas, por otra parte).

Estaba absolutamente prohibido sacar fotos en el concierto, pero weno, nos sacamos unas fuera. ¿A que estamos monas?

Respecto al set list, era más o menos lo que cabía esperar... le dieron y bien al "Dixanadu", que prácticamente tocaron entero. Me dio un poco de penita que no tocaran más de discos anteriores pero bueno, tampoco puse pegas porque la verdad es que me pareció un set list más que bien elegido (no tocaron "Solitude", sigh, pero no contábamos con ello porque ya no la tocaban en la última gira que hizo Juka). No puedo recordar en qué orden se fueron sucediendo las canciones, pero sí que sé que "Exclude" fue la segunda o la tercera y a partir de ahí nos volvimos absolutamente locas, jajaja. Nos encantó que tocaran "Pessimiste" aunque sea en la nueva versión (a fin de cuentas la otra es más de Juka), "Vizard" (se volvieron locos en el escenario) o "Lamentfull Miss". Mención aparte quizá "Lilac of Damnation", que además de que salió muy bien, hicieron todo un numerito, pese a lo pequeño que era el escenario.

Os preguntaréis si encontramos respuesta a los grandes enigmas que nos formulábamos últimamente. La respuesta es sí, somos conocedoras de grandes verdades que no tenemos ningún empacho en transmitiros: Mana-sama SÍ es un dios. Mucho más grande de lo que imaginábamos, de hecho. Y tiene tres dimensiones... lo hemos visto incluso de espaldas... muy fuerte. Y todo el rato es monísimo y muy pichu. También hemos sabido que todos ellos son vampiros y semidioses
(salvo Mana, que es un dios, claro), que K puede ver el infinito y alimentarse de tiempo (se comió como una hora de concierto... no entendemos cómo pudo durar dos horas el concierto cuando estábamos todo indignadas pensando que había sido muy corto) y que Seth es una representación terrena de la lujuria.

Arien, Laura y yo poniendo en práctica la coreografía de Dispell Bound

En fin... no podemos más, como podéis imaginaros. Estamos sin palabras y muy tristes porque vemos condenadamente chungo verlos en una buena temporada, sigh... tomarse quien pueda un pocholate con menta. Y disfruten de "Lilac of Damnation". Y lloren, lloren...

lundi, octobre 22, 2007

Veinte y dos de octubre de mildoscientosveinte y uno: Apostemos por el rock and roll

Ya sé que el tema está un poco pasado ya, pero estos días he andado mal para conectarme a internet y no puedo dejar de lado mi pretensión de escribir algo acerca del conciertazo de Héroes del día 10 de octubre (no tengo ni idea de qué tal estuvieron los otros y la verdad es que poco me importa... el del día 10 fue sencillamente brutal). La verdad es que quiero hacer referencia al concierto, pero no sabría por dónde empezar, dada esa sensación de "¿qué ha pasado?" que suelo tener después de cada concierto al que voy... y que ya han pasado unos días. En cualquier caso, lo primero de todo es que hace tanto tiempo que teníamos las entradas que ni siquiera tenía el cuerpo de concierto. Y eso que hicimos una quedada de preparación al uso. Como el concierto era en Zaragoza y teníamos plan de ir con Alberto y Paula quedamos en mi casa los cuatro para ponernos a tono: escuchar algo de música de Héroes, ver algún vídeo de youtube (esa presentación de Sonic en el Smash Bros, jaja), jugar un rato a la wii y comernos unas pizzas. Pero no sé, no tenía la sensación de que en unas horas íbamos a estar ahí, en el concierto. Además, como sabíamos que habría tanta gente, que había zona preferencial y gente haciendo cola desde las diez de la mañana, pensábamos que no veríamos nada del bendito concierto. Pero mira tú que nos confundimos. Fuimos tarde, porque después de las típicas deliberaciones de si vamos a ir antes o después y de si iba a llover o no (nos compramos unos paraguas plegables en un chino que actualmente están sin estrenar...) salimos a las mil de casa y aún tuvimos que esperar a Migui para ir para allá y luego a unos amigos de Paula. Entre unas cosas y otras no entramos en la Romareda antes de las ocho, pero oh sorpresa: nada más entrar dimos con una grada desde la que se vería perfectamente el escenario, en situación "de lux".

Marcos y Migui, enfrascados en plena conversación político-filosófica.
No se les podía enfocar mejor porque no paraban quietos, los tíos

Más suerte no pudimos tener... me pregunto dónde se metió la gente que fue a las diez de la mañana. Aún pudimos sentarnos un rato antes de que empezara el concierto (luego ya lo vimos todo de pie y dando saltos cuando tocaba; exactamente igual que abajo pero sin empujones y sin cabezas delante, cosa que Paula y yo, que tenemos pánico a las aglomeraciones salvajes agradecimos un rato) y de bajar a la barra a asustarnos con los precios prohibitivos (¿alguien pidió aquel litro de cubata por 18 euros? la gente está loca) y conformarnos con una cañita y un botellín de agua.

Alberto y Paula "estando ahí", jeje

Después de decir tonterías varias, sacarnos fotos para demostrar que "habíamos estado ahí" y aplaudir a los tíos de sonido, porque como dijo un tío que andaba por ahí "no son los técnicos de sonido... son los putos amos", el concierto empezó a eso de las nueve y cuarto. A pelo. Sin teloneros ni nada, porque ellos lo valen. Y la verdad es que lo demostraron: ellos lo valieron. Dos horas y media de concierto absolutamente brutales. Parece mentira que haga tantos años de su última gira: no pudieron realizar mejor demostración de saber hacer, tanto musicalmente como a la hora de mover a la gente. Y ese grandísimo Bunbury al que nunca había visto en directo resultó no ser lo que imaginaba. Siempre lo había tenido por un divino (cosa que tampoco me parecía mal;

Así estaba de lleno a eso de las ocho, miedoooo

el tío es grande y tenía derecho a ir de máxima divinidad, jaja), pero resultó todo lo contrario, aunque nos tratara de usted, jaja. Es posible que el tipo sea divino en sus ratos libres, pero en el escenario tuvo muy claro lo que tenía que hacer y cómo compartirlo con la gente. Por cierto, que debe de adelgazar tres o cuatro kilos por concierto, porque no para quieto.

"Los putos amos", que demostraron serlo, jugándose la vida, en pro de la buena música, jurjur

No sólo fue un gran espectáculo a nivel musical, con lo que la mayoría nos habríamos visto más que satisfechos, sino que visualmente fue una maravilla. Dos pantallas gigantes para proyección de diapositivas, tres pantallas móviles que proyectaban imágenes varias, dos para proyectarlos a ellos, siete para los señores enanos (ah no, que esto no iba aquí, jaja), focos, un escenario con un pasillo que se introducía entre las filas del público y un segundo escenario más adelante desde el que hicieron gran parte del concierto, confetis

Valeee también podía haber enfocado mejor ¿no? pero es que estaba nerviosa y tenía otras cosas en qué pensar. Juro que son ellos y como podéis ver, los teníamos a "tiro piedra"

plateados que salieron del suelo al terminar uno de los bises (que por cierto, fue imposible "cazar" alguno cual presa de caza) y para acabar el concierto, fuegos artificiales. Ahí quedó eso. Nos sablearon con las entradas, pero invirtieron bien el dinero y no lo destinaron sólo a drogas, como pensábamos, jajaja.

Pero como siempre, lo más importante no fueron las luces, ni los confetis, ni lo mayores que están todos ni si Bunbury va o no de divino. Lo importante fue darnos cuenta de cómo los Héroes habían marcado indeleblemente largos años de nuestra vida. Mientras lloraba apaciblemente, no pude evitar acordarme de la semana que tuve varicela y me convencieron de que Héroes del Silencio no eran sólo "Entre dos Tierras" (canción que siempre me había parecido indiferente y que el otro día me di cuenta de que realmente me encanta), las noches de campamento cantando "Apuesta por el rock and roll", las noches chateando en el irc de Tierra Media escuchando "Iberia Sumergida", las borracheras desgañitándonos con "Oración" o las noches escuchando la radio y pidiendo "Sirena Varada" dedicada a un tal "Gorka de Vitoria" o de este para "Melusina". Me hinché a llorar con "Sirena Varada", aunque dos petardos que estaban delante de nosotros decidieron aprovechar para liarse a puñetazos (¿? hay gente rara, rara) y lloré también lo mío con "Maldito Duende", canción que siempre he considerado que puede reflejar cualquier situación de tu vida, en serio, incluso situaciones completamente dispares.

Y cosa curiosa fue descubrir que conocía todas las canciones y que por arte de magia las letras me venían a la cabeza sin gran esfuerzo (supongo que haber estado haciendo repaso en el omaycar el año pasado tuvo algún fruto, jaja), eso sí, hubo una canción que todo el mundo conocía y por lo visto consideraban grande excepto Marcos y yo, que nos miramos muy desconcertados, jajajaja. Yo creo que no me cabía en las cintas piratas que tenía y nunca la tuve o algo. Muy raro, jaja.
En general el concierto estuvo perfecto, como veis, aunque no tocaron "Sangre hirviendo" y me fastidió bastante.

Podría extenderme sobre qué canciones me gustaron más, cuáles nos conmovieron de forma especial o las risas que nos echamos cuando Bunbury dijo que "Con nombre de guerra" se basaba en hechos reales, sin embargo esto se alargaría indefiniblemente, jaja. Aparte de las citadas, me emocioné mucho con canciones como "La Herida", "El mar no cesa", "La carta", "Héroe de Leyenda" o "La chispa adecuada" y nos volvimos locos con canciones como "Avalancha", de la que Alberto dijo "joer, es que esa la hicieron para molarse en los conciertos, se tuvieron que correr de gusto pensando en cómo quedaría en directo cuando la compusieron", jajaja.
Terminado el concierto, después de haber pasado frío, de haber cantado, llorado y gritado y de estar seriamente convencidos de que al , día siguiente estaríamos completamente afónicos (hecho que no entiendo por qué no se cumplió), nos comimos unos kebabs donde siempre (es que el camarero nos cae muy bien), porque necesitábamos algo calentito y hablar de lo muy felices que éramos todos, jaja. Fue una gran noche, en resumidas cuentas, pero qué os voy a contar con los que estuvisteis o habéis visto otro de los conciertos de la gira. Como dijo Alberto antes de empezar el concierto "tened en cuenta que esta noche vamos a presenciar un momento histórico. Los niños estudiarán este concierto en los libros de Historia de bachiller".

A ver si hay suerte y le han cogido el gustirrinín a esto de tocar ante miles de personas que corean sus canciones y... sacan otro disco y hacen otra gira. Por pedir, que no quede. Ahí estaremos.


Tómense ustedes algo calentito, como un colacao calentito con leche de soja. Y escuchen plácidamente "Héroe de Leyenda". Y echen una lagrimita o dos.

dimanche, octobre 07, 2007

Siete de ottubre de mildoscientosveinte i uno: De vuelta a la vida

Bueno, bueno... ya estoy completamente liberada. No es del todo cierto, aún tengo que ordenar unos archivos y entregárselos a Pilar. No estuvieron preparados para el viernes porque tuve algunos problemas con el condenado ordenador del curro (sipcamán, para los enemigos), pero la verdad es que no me he molestado en solucionar el tema en todo el fin de semana y eso que sólo es trabajillo de un rato. Qué queréis que os diga, tenía plan de tocarme las narices este fin de semana y al final lo he hecho. Como una señora. Si no le entregué a Pilar el informe el viernes, no creo que me mire mal por hacerlo el miércoles. Además, nos ha dado como fecha tope el 19 y pretendo entregarlo mucho antes para poder deshacerme del tema definitivamente.

Y como decía... al fin me he tocado las narices este fin de semana. ¡Ha sido grande! He hecho en un par de días todo lo que me he quedado sin hacer en una buena temporada. O que si he hecho, ha sido en plan escapada. He tenido tiempo hasta de aburrirme. Dios, qué placer.

El viernes para entrar bien con el tema salí de juerga con las del curro con la vil excusa de que una se ha marchado a currar en otro sitio. Vamos, que como nos lo pasamos tan bien en los descansos teníamos ganas de corrernos una juerga. Y menuda triunfada, nos lo pasamos estupendamente bien las dos Rosas, la Patri y yo, jaja. Y eso que la Patri plegó prontito (la próxima vez no tiene excusa). Cenamos bien, bebimos bien, bebimos más y luego quizá bebimos demasiado. Como dijo Rosica... no es que saliéramos mucho, es que salimos intenso. Para qué más... (para qué más, pero volvimos a casa a las mil, jajajaja y eso después de currar).

El sábado vegeté tanto que hasta me eché siesta. Jugué un montón con mis chicas, vi la tele, invertí buen rato en ver Full Metal Alchemist y luego me puse Cuentos de la Luna Pálida de Agosto para tener el ratillo cultural del fin de semana, jaja. He leído, he hecho el autista (porque Marquitos se fue por ahí el sábado y me quedé solita toda la tarde y toda la noche y la verdad es que me vino estupendamente también). Hoy me he levantado a las diez después de haberme echado a las dos (no sabía que había horas tan tempranas un domingo... y menos sin fichas de por medio, jaja), he visto más Full Metal y he puesto fin a mi autismo. Han venido Alberto y Paula a casa con un amigo suyo y hemos estado jugando a la wii (cómo mola el Brain trainning!!!). Y luego hemos salido de casa y todo y hemos comido crepes cual cerdos, jajaja. Hasta hemos limpiado la casa a fondo, que con todas las movidas de últimamente, estaba todo higiénico, pero nada en su sitio, jajaja. Al fin se está bien en mi guaridita. Mmmmm

Como veis, el fin de semana ha sido todo un contrapunto al finde pasado... con la lluvia, la música y las condenadas fichas. De verdad que mantengo lo de que los fines de semana los necesito para trabajar, peeeero este lo necesitaba para no hacer nada y vaya que si lo he llevado a cabo.

En cualquier caso me encanta haber vuelto a la normalidad. Tengo mucho que trabajar con el doctorado y poco tiempo por el curro, pero espero poder compaginarlo con un poco de todo lo que he hecho este fin de semana y sin tener que esperar tanto tiempo para disfrutar de todo eso junto...

Me encantan los principios de curso, siempre tan llenos de buenos propósitos.

Recomendando... un té blanco calentito y una granada para acompañar. Hacen buena pareja, de verdad. Y de música algo de Héroes, que nos tenemos que preparar para el miércoles y mi canción favorita de Héroes siempre ha sido "Sirena Varada".

mardi, octobre 02, 2007

Dos de octubre de mildoscientos veinte i uno: Sobreviviendo a la catástrofe

Ya lo decía en el otro blog... llevo unos días que estoy hasta las orejitas de las condenadas fichas que nos quedan de la beca de patrimonio. Lo malo es que no he tenido descanso: en verano estuve hasta arriba de clases, después tuve que preparar la memoria para la beca del I.E.A. y claro... las fichas se acumulaban. Total, que no salgo de casa más que para ir a currar. Vamos: del curro a casa a trabajar más y vuelta a lo mismo, ains. Tenemos que entregar las fichas el viernes y la verdad es que se presenta complicado, porque tenemos un ordenador para las dos y la aplicación de patrimonio ha muerto en el portátil del curro, jurjur. Pero muerto, muerto... ahora mismo el ordenador está siendo intervenido por un tipo desde Huesca. Tiene su gracia. Pero no pasa nada, porque hay mucho curro que todavía podemos hacer en nuestros propios portátiles. Trabajo no falta, sigh.

Pero bueno, en el fondo algo de bueno tiene que tener. Este año me tengo que centrar más en el doctorado. No a este ritmo, claro. También quiero tomar cafés con los amigos, jugar a la wii, leer, dormir, salir los sábados... (brrr que llevo como tres semanas sin salir y ya tengo ganas), pero tengo que ir asumiendo que no todos los días puedo venir a casa a descansar. Por tarde que sea y cansada que esté... más me vale avanzar, porque si no, a mi tutora le da un mal, jajaja. Además, le prometí que este año acababa el DEA o no me vuelvo a matricular.

Así que pese al agobio y la falta de tiempo libre para hacer cosas entretenidas (salvo un par de cervecitas con Lameri para hacer el trasvase del ordenador cual ejecutivas y la cena de cumple de Maya, no saco las narices del ordenador... gracias guapa, me lo pasé genial aunque tuve que volverme pronto para seguir dándole al tema), tampoco está tan mal. Además, poco a poco va llegando el otoño y viene bien. Los dos últimos fines de semana hasta ha llovido ¡en Zaragoza! y tiene su perspectiva romántica esto de estar trabajando con la música a todo volumen mientras miro lo que está cayendo por la ventana. Respecto a la música... estoy redescubriendo el Bara no Seidou, que me pareció muy bueno cuando lo descubrí, pero que lo había dejado de lado a favor de descubrimientos posteriores. Es curioso, viene a ser una mezcla entre Danny Elfman, Bach y unas cuantas películas de miedo, a la japonesa. Aderezadas por la voz de Klaha, que mientras se observa la lluvia fuera, suena curiosamente atemporal y nostálgica. Quizá no sea el mejor cantante del mundo, pero su estilo recuerda de alguna manera a un galán de cine de los años 30. A mí al menos me lo recuerda y combinar la lluvia y el trabajo con este disco ha sido una idea estupenda. No sé cuántas veces he podido escuchar este disco durante este fin de semana y el pasado...

En tiempos tenía música "para escuchar cuando llueve". Estaba el "East of the sun" de A-Ha o las variaciones Goldberg de Bach (tocadas en piano, con clave no resultaba tan acuático, uhmm), la banda sonora de "Entrevista con el vampiro" o las "Gymnopedies" de Satie. Hasta la tenía separada en la estantería de los CDs y hacía mezclas de discos para disfrutar de la lluvia en condiciones. Aquí resulta bastante estúpido tener música para este fin, porque no llueve casi nunca. En cualquier caso, el "Bara no Seidou" de Malice pasa a engrosar las filas de la música lluviosa.

Las horas de trabajo también han servido para dedicarme al culto al cuerpo (haciendo excursiones al if a por mascarillas), jugar con mis gatas (compré una rata enorme de peluche que hace ruido si la mueves, ¡es genial!), que supongo que me echan de menos de normal y pedir pizza... que ya ni me acordaba de que se podía hacer. Y uno se siente curiosamente superior cuando alguien le trae comidita a casa, jaja. Pediría comida japonesa, pero no aceptan pedidos por menos de 20 euros y tampoco es plan de almacenar sushi. O bueno... uhmmm tampoco estaría tan mal. Me lo pensaré para el próximo fin de semana de trabajo.

De momento... recomiendo la penúltima canción del "Bara no Seidou", que me tiene obsesionada: "Shiroi hada ni kuruai to kanashimi no wamai" (ahí queda eso) Mejor con lluvia de fondo y con un té verde recién hecho.