lundi, novembre 28, 2005

Veinte y ocho de noviembre de mildoscientosdiezynueve: Un Ri Poter (Xabi Pota)

Ahí estábamos el viernes a las diez y media, en el supuesto estreno de Harry Potter. Supuesto, claro está, porque la película la estrenan a las cinco y media, pero esas no son horas de ir al cine. En cualquier caso sigue siendo una enorme estupidez la que llevamos a cabo con cierto número de películas, en las que "hay que ir al estreno". ¿Para qué cuando el miércoles y el domingo por la mañana sale más barato? Vete tú a saber, para hacer la tontería, ir todos juntos y sentirnos muy ufanos de haber estado en el estreno. Aunque también por tener la posibilidad de ser el primero en opinar, jeje. Bien, pues opinemos. Y sí, claro que hay spoiler, el que no se quiera enterar de nada, que no lea.

Nada más terminar la película se disparó la controversia. El Elfo y yo nos miramos entusiasmados: "ha sido la mejor de las cuatro" y cuando nos dimos la vuelta todo ufanos a comentárselo a los de atrás, ahí estaba Tuor diciendo que era "la peor de todas, mucho peor que la tercera y mucho más infantil" ¿?. Como vemos, opiniones para todos los gustos, en gran medida condicionados por circunstancias anteriores. El caso de Tuor era que no se había leído los libros, así que se dedicó a acusar cosas que directamente estaban ya en el libro, como el hecho de que la copa transporte a Harry y a Cedric ese alegre y folklórico lugar.

Mis circunstancias son las de "personaquesehaleídotodosloslibrosmenoselsexto-porqueleeralgoeninglésvacontramireligión". Al menos cuando puedo esperar a que lo saquen en castellano, quiero decir. En cualquier caso, me leí el cuarto libro cuando todavía moraba yo en Madrid... así que debe de hacer al menos tres años, que se dice pronto. Y que he leído muchas cosas después, aunque no tantas como debería. Por otra parte esta última semana hemos aprovechado para volver a ver la segunda y la tercera, que el Elfo no las había visto ni ha leído aún los libros y quería estar ambientado. Y sinceramente, volver a ver el basilisco de plástico de la segunda acompañado de ese Tom Marvolo Riddle, el peor actor del mundo le pone a uno bastante triste. La tercera es mucho mejor, sin duda, al menos en el aspecto visual (salvo en el hecho de ¿por qué esos puñeteros críos van correteando por el campo sin túnica y con unos vaqueros que no vienen a cuento?) y en el auditivo, puesto que la banda sonora es muy buena. Sin embargo, es lógico que se recorten cosas para meter todo en dos horas. Pero que justamente todo lo que se recorta al final sea una forma de infantilizar la película y quitar escenas truculentas... escama. Señora, si su niño se asusta, mejor, así se espabila (otro día tengo que hablar de la pedagogía, jeje). Reconozco que cuando la vi el otro día me gustó bastante más que cuando la vi en el cine. Pero no sé. ¿Dónde está Voldemort? Queremos a Voldemort!.

Uno de los principales aciertos de los libros de Harry Potter es la manera en que cada libro está hecho para niños "más mayores". Amos, que Harry y los niños crecen a la vez y pasan de curso a la vez y tal. Hecho que produce que cada libro sea (además de más grueso) más oscuro y más duro de leer que en los anteriores. Por eso me indigné mucho ante la infantilización que llevan a cabo en la tercera y tenía miedo de encontrarme con algo similar en esta última. Afortunadamente no. Cedric se muere (algunos lloramos y todo), Voldemort reaparece y los mortífagos decoran. Escenas duras, calificación para mayores de 13, ambiente sombrío y buenas interpretaciones. Salí del cine muy satisfecha. Recortaron muchas cosas, sin duda, pero muchas de estas cosas no las recuerdo y otras muchas las considero justificables para ajustarse al tiempo de la película, así que me quedé muy contenta.

Me gusta Harry Potter, qué pasa. Me hubiera encantado leerme los libros con ocho años, pero qué le vamos a hacer, el no habérmelos leído entonces no implica no poder disfrutarlos ahora. Es cierto que no son las mejores novelas del mundo. Ni siquiera están bien escritas. Ni siquiera lo intentan. Pero oñe, que son libros para críos, no hay que buscarles más vueltas. La idea es original, la trama engancha y soy de Slytherin, por si quedaban dudas.

Digo todo esto por la polémica que siempre aparece entre los supuestos eruditos (y mucha gente de a pie) sobre si hay que leer o no Harry Potter, si es bueno para los niños, si es bueno para los mayores, si los best-sellers son cosas muy malas... etc. Respecto a si es adecuado para mayores... menuda imbecilidad. Cada cual se lee lo que le parece. Si los "mayores" no acostumbramos a leer libros de niños es porque normalmente son una basura.

En cualquier caso a mí me fascina especialmente esa gente que dice que no es muy apropiado para niños porque no adquieren enseñanzas éticas al leérselo y que es fantasía barata. Bien, ¿y qué?. Tampoco enseñan conductas amorales. En cualquier caso, me parece encomiable que un libro para niños sea elevado a la categoría de "best-seller" (y que conste que esa etiqueta da pánico en libros para mayores). Me refiero a que el hecho de que un libro enganche a millones de niños en este mundo en el que los críos ni leen ni nada... es todo un logro. La función de un libro para niños no tiene por qué ser docente. De hecho, aunque a menudo cueste creérselo, los críos no son tontos del todo. Vamos, que cuando tratan de adoctrinarles por medio de la lectura, generalmente se mosquean y se niegan a leer. Los libros para críos tienen que cumplir una función básica: divertir. Así al menos es como se enganchan a la lectura y consiguen con el tiempo terminar por leer cosas realmente constructivas. A ver qué conductas le vas a enseñar a un crío de diez años por medio de un libro. Y digo un libro bueno y entretenido. Y escrito para niños. Y no busquéis casos concretos, que todos los conocemos, pero son escasos.

En fin... que no me enrollo más, que me vuelvo a la biblioteca a seguir con el gótico francés.

Recomendando... "The Seas of the Sun" de Bruce Dickinson, acompañado de un té pakistaní. En tetera de barro, jajaja.

lundi, novembre 07, 2005

Siete de noviembre de mildoscientosdiezynueve: "Cómo escribir una novela histórica"

Es curioso como por deformación profesional se consigue llegar a coger mucha tirria a cosas que antes le gustaban a uno. Me refiero en mi caso a la narrativa histórica, en general. Incluyendo aquí como otro tipo de narrativa al cine, sobretodo porque incurre en los mismos errores, que no son pocos. El caso es que un género que durante años me apasionó, ahora no puedo evitar mirarlo con bastante pánico. Todo sea dicho, cuando encuentro algo que me parece realmente bueno históricamente hablando, posiblemente lo disfrute mucho más de lo que lo habría disfrutado antes.

Lo cierto es que ahora mismo no suelo leer apenas libros históricos de no ser que me lo recomiende alguien mínimamente "de fiar". Pero es gracioso cómo la narrativa histórica de un tiempo a esta parte se ha vuelto de lo más prestigiosa y toda la gente de "pro" que quiere quedar bien delante de sus colegas les dice que se han leído "Los Pilares de la Tierra" para demostrar su elevado intelectualismo. Por Dios. No voy a cebarme con "Los Pilares de la Tierra" porque llevo años poniéndolo verde. Y de paso ofreciendo el ejemplar que me compré que me está ocupando un precioso lugar en la estantería, por si alguien lo quiere. Debo de llevar como siete años ofreciéndolo y nadie me lo pide, no es justo. A estas alturas de todas formas el que mola y está de moda entre los "pros" es "El Código da Vinci". Otra sinsustancia del mismo nivel histórico y literario.

En cualquier caso, salvo excepciones muy notorias (ahí tenemos a Umberto Eco) hoy en día, para escribir una novela histórica basta con echarse un vistazo a una cronología cualquiera para darle una cierta base histórica y poco más... ah sí, y decir que se ha estado investigando largos años, porque no recuerdo cuánto tiempo se tiró el petardo de "Los Pilares de la Tierra" pero puedo asegurar que fue mucho. La cronología sirve para ese capítulo en el que te hablan de que "en aquel día fue cuando el rey Cualquiera IV desembarcó en Londres mismamente (no sé si os habéis fijado, pero todos los reyes se pasan el día desembarcando en cualquier parte) y poco más. El resto del argumento es sencillo... basta con vestir de época a una familia de clase media americana (que sólo les falta desayunar tortitas y tener una canasta en el jardín para ser clavaditos en pensamiento y modus operandi que los de "Blossom" o lo que quiera que se vea ahora) , que todos los personajes sean unos cerdos menos los protagonistas (que aunque suelen ser pobres al principio de la novela, son limpios y muy educados, algunos incluso saben leer o poseen mágicos conocimientos médicos heredados de su abuela druida) y que que tengan tortuosas vidas sexuales. Luego hay varios elementos a elegir que suelen ser: "uno o todos los miembros de la Iglesia son muy malos y nos tratan mal", "uno o todos los miembros de la nobleza local son malos y nos tratan mal" (aunque en ese caso es fácil salir ganando cuando el hijo menor venga a su familia quemando la casa del noble y quedándose todos sus bienes y el gobierno del pueblo, que para eso es el más justo, guapo y sabio), "el protagonista se enamora de una mujer casada y noble, o viceversa" (viceversa en cuanto a quién es el protagonista, la mujer siempre es casada y noble y se enamora de un pobre miserable pero justo, guapo y sabio. Y bien educado, no nos olvidemos), "el protagonista es rico y le mandan casarse con una mujer a la que no ama y que generalmente es feúcha, cuando él realmente está enamorado de la bella y noble y casada mujer de su mejor amigo, que además, le corresponde" (esto se viene explotando ya desde lo de Lancelot y Ginebra, cada vez con peores resultados). Y así hasta la saciedad.

Lo que más me sigue conmocionando no es sin embargo la escasa originalidad a la hora de buscar tramas, sino la mentalidad actual que se les pone a los personajes. ¿Por qué no se les ocurre pensar que las ocupaciones, el modo de vida o la estructura social de estas personas venía determinada por la mentalidad de la época y que esta metalidad estaba igualmente modelada por el medio de vida?

Que conste que todos estos improperios no provienen de haberme leído el libro de "Leonor de Aquitania" que me acabé el otro día y he apuntado en la lista (y me lo dejó Celebcita), que al menos tiene algunos puntos nada desdeñables, como son la introducción de textos muy bien elegidos de Bernart de Ventadorn o unas descripciones de la vida social de la nobleza que van más allá de la cacería o la guerra (¡¡¡sí, había algo más!!!). Aparte, resulta ser un libro bastante entretenido, aunque no estoy de acuerdo con la forma en que refleja a algunos personajes, como es el caso de la propia Leonor. Pero vamos... que la ira no iba contra él, sino con que me he leído una pequeña noticia en el "Qué!" sobre el incremento de los índices de venta de narrativa histórica y no puedo evitar que se me lleven las Furias, juaz.

En fin... de postre... un batido de fresas con yogur, acompañado de algo de música medieval: "Quand vey la lauzeta" de Bernart de Ventadorn... si podéis conseguir la versión de Sinfonye, mejor que la de las Mediaeval Baeves, que es muy buena, pero no tiene nada que ver con la original.