lundi, octobre 31, 2005

Treinta y uno de octubre de mildoscientosdiezynueve: Del castellano y su deleite

Últimamente andamos dando vueltas a si una lengua debe asumir los evidentes cambios que tienen lugar en su seno con el paso del tiempo o por el contrario, debería ser normalizado. Esto deriva de la eterna discusión sobre si la RAE sirve de algo... porque llevo muchos años dudándolo mucho. Me refiero a... ¿es la misión de la RAE delimitar qué es y qué no es correcto en el lenguaje castellano y cuál es el verdadero o los verdaderos significados de cada palabra o simplemente debe limitarse a anotar las palabras cuyo uso es considerablemente extendido?.

El otro día tuvimos un minidebate en nuestro talan (también llamado Menegroth, por eso de ser un bajo de laaargos pasillos) sobre si debemos asumir que la lengua, como todo en esta vida, sufre una evolución. Ardaleth decía que deberíamos aceptar que a fin de cuentas nuestro bienamado (o no tan bienamado) y al mismo tiempo masacrado castellano no es más que una terrible deformación del latín que hablaron nuestros antepasados (al cual, por cierto, se le incorporaron influencias de varios idiomas, creando una mezcolanza la mar de curiosa). Sí, es cierto, pero qué queréis que os diga... lo que ha podido deformarse una lengua hablada durante ab urbe condita hasta nuestros días no es nada comparable con lo que puede llegar a pasar ahora, en plena época de la hiper comunicación, la inmigración abundante en nuestro país, o la inminente destrucción de la ortografía gracias a los móviles y la aplicación del "castellano para móvil" a internet en general. Vamos, que a este paso, en unos cuantos años abriremos el periódico y nos encontraremos lo siguiente: "El Bush (seguro que dentro de 50 años también habrá un Bush) propon xa l tribunal supr al cndidat q mola a ls/las conservadores/as (eso sí, que no falte la d".

Sin ponernos tan tremendistas (aunque no veo por qué no) no sé cómo lo veréis vosotros, pero a mí me parece casi ofensivo que admitan términos como "setiembre", "almóndiga" o "güiski". Lo peor es que por lo visto admitieron todos ellos hace bastantes años. Lo que nos lleva a pensar en qué es realmente hablar mal. Por lo visto, todo lo que se utilice mucho ya es correcto, por "feo" que quede utilizarlo. Bien, si esto es así, no entiendo por qué no incluyen ya en el consabido diccionario palabras como "Encanna" "Finstro" o "Cuñau", ya que a estas alturas han sido utilizadas ya por medio país, han marcado hitos en la historia de la lengua española y todo el mundo sabe su significado. Vamos, que tampoco entiendo qué hace que algo sea aceptado en la RAE y qué no, porque no me parece peor decir "torrpedo" en la acepción de "dícese de aquel a quien uno se está dirigiendo. 1. Qué pacha ____ Saludo, equiparable a Qué pacha neng 2. Ke patxa ____ Vasquismo, su significado es similar al anterior.... etc. que decir "almóndiga".

Es cierto que el lenguaje no deja de ser una codificación semiótica de ideas que queremos transmitir a un oyente o lector. Visto así, la única función de una real academia de la lengua debería ser constatar la presencia de todos los términos utilizados y todas sus acepciones. Sin embargo, qué queréis que os diga, a mí me gusta el castellano con toda su sonoridad, sus verbos irregulares (de los cuales usamos casi todos los tiempos) y su curiosa ortografía. Así que... desde mi punto de vista la RAE queda suspendida. A partir de ahora consideraremos bien dicho todo aquello que en los años 50 estaba bien. El resto lo consideraremos licencias lingüísticas que nos tomábamos, jajajaja.

En fin... os voy dejando. Recomendando... "Send me a Sign" de Gamma Ray (Bamarrai). Y para beber un lassi refrescante con limón y menta, que hace calorcito.

mercredi, octobre 26, 2005

Veinte y seys de octubre de mildoscientosdiezynueve: Retornando a las viejas costumbres

Ante la aclamación popular (vale, cuatro o cinco personas me lo habéis pedido, quizá seis, jajaja), he re-abierto el blog. No es que lo cerrara, ni mucho menos, sino que me tomé un tiempo de alejamiento prudencial de los ordeñadores. Y aún no tenemos internet en casa, sigh.

En fin... desgracias aparte... solamente escribo este mail para saludar, porque empezar poniendo verde a Ratzinger me parece un poco gore. Pero que conste que lo tengo guardado, jeje. Tengo que hacer también algún post sobre la maravillosa música que escuché este verano en horribles emisoras de radio y todavía tengo pecados capitales sin nombrar, no estoy hablando de practicar.

Por lo demás, sigo como siempre... al final me he animado con las oposiciones (miedoooo), tenemos un nuevo inquilino en casa (Byron, el gatito de Celeb) y sigo también con el doctorado. Este año me toca ya hacer tesinas, y la verdad es que las he cogido con muchas ganas... como tenía que hacer dos, he decidido hacerlas sobre dos aspectos diferentes de la muerte en la Edad Media; por una parte voy a hacer un estudio sobre testamentos para investigar actitudes y rituales frente a la muerte, por otra, voy a estudiar iconografía esculpida referente al infierno. Amos, eso que vas a la biblioteca con las fichitas de "Satán, el adversario", "El Demonio en la Edad Media" o "Iconografía del mal" y claro, no sabes qué cara ponerle al bibliotecario.

En los últimos tiempos, esa ha sido más o menos mi vida. Esa, salvo que he tenido que sobrevivir a una oleada de invasiones bárbaras. O élficas, ahora que lo pienso, a cargo de Keleb-Dûr (Zipidûr, pichiocha... aunque cada vez más Zapedûr), Lothiriel (prima, tú sí eres de la famiglia, guapetona, jeje) y Eleder, el apañero cañero (y también guapetonísimo, faltaría). Muchas gracias por vuestras visitas, que esperamos que a partir de ahora sean abundantes y tan propicias (o más) que estas últimas. Gracias a vosotros hemos disfrutado de sanas conversaciones, insanas juergas y mucha diversión, sighs.

Y de momento os dejo, que tengo unos testamentos esperándome sobre la mesa. Prometo para la próxima vez algún temita interesante, aunque no puedo prometer que bien desarrollado, jeje.

Para ir abriendo boca... un té ahumado chino como el que nos trajo Lothi (gracias guapísima, no sabes qué adicta me has hecho) y para escuchar "The Eldar", de Blind Guardian.